Viaje a Bolivia y
Perú
-Del 17 de Agosto
al 1 de Septiembre-
(Una visión
personal)


(Continuación)
Visita a algunos lugares de La Paz (1)
- ¿Se encuentra ya
preparado para visitar algunos lugares de La Paz?
La voz de Pepe rompe
la disociación en la que había entrado mi conciencia y con algo de torpeza
mientras me acomodo a este lado de acá, me levanto para saludarle.
- Si, cuando quiera
podemos partir.
Como me nota un poco
raro por la brusquedad de mi regreso a este mundo, y seguramente pensando en el
llamado mal de altura, me pregunta.
-¿Se siente mareado?
- ¡No, que va! Es
que me he quedado un poco traspuesto mientras esperaba y su voz me ha hecho
reaccionar un poco bruscamente. Estoy perfectamente bien. Aunque me tome el té
de coca que me dijo, de momento no noto nada extraño por la altura.
- Bien. Entonces
vámonos, tenemos una larga tarde por delante.
(...)
Aunque mi programa de viaje tiene incluidas las siguientes visitas: “visita panorámica de la ciudad y sus coloridos mercados artesanal y de las brujas. Continuaremos el recorrido por la Iglesia de San Francisco, la plaza Murillo, la colonial calle Jaén…, la réplica del templete semisubterráneo de Tiahuanaco, hasta llegar al Valle de la Luna…” y a causa de que primero fuimos a una cafetería donde preparaban unos estupendos capuchinos a tomarnos uno, la visita a esos lugares del programa la hicimos en el orden contrario al que estaba programado, así que nuestra primera visita fue al Valle de la Luna.
Aunque mi programa de viaje tiene incluidas las siguientes visitas: “visita panorámica de la ciudad y sus coloridos mercados artesanal y de las brujas. Continuaremos el recorrido por la Iglesia de San Francisco, la plaza Murillo, la colonial calle Jaén…, la réplica del templete semisubterráneo de Tiahuanaco, hasta llegar al Valle de la Luna…” y a causa de que primero fuimos a una cafetería donde preparaban unos estupendos capuchinos a tomarnos uno, la visita a esos lugares del programa la hicimos en el orden contrario al que estaba programado, así que nuestra primera visita fue al Valle de la Luna.
A unos 10 kilómetros del centro de La paz se encuentra una formación arcillosa, erosionada por el agua y los vientos, a la que se ha llamado El Valle de la Luna: una obra de arte de la Naturaleza, con cierto parecido a las grutas kársticas, pero abiertas al exterior.
- Todas las
montañas que hay alrededor de La
Paz, son arcillosas y dependiendo del contenido mineral que
contengan adquieren distintas coloraciones, eso proporciona a laderas de las
montañas que rodean la ciudad tonalidades diversas. -Me dice Pepe-. Este Valle
de la Luna,
surgió porque la erosión se ha llevado la cubierta superior del terreno y luego
el viento y la lluvia la esculpido la arcilla interior formando estas especies
de chimeneas, a las que se ha llamado “chimeneas de hadas”, aunque también
muchas formas parecen tubos de órganos.
- Es
impresionante. -Le digo.
- Hay dos recorridos,
una más largo y otro más corto, desde cualquiera de ellos podrá hacer bellas
fotografías. ¿Cuál quiere seguir? -Me pregunta.
- Creo que podemos
tomar el más corto, aún me duelen las piernas de la caminata que me di en
Samaipata. Estoy un poco oxidado.
Pepe me
comenta que a algunas de las estructuras se les han puesto nombres, como Madre Luna, el Mirador del Diablo, el Sombrero
de la Dama,
el Montículo de la Tortuga, el Salto de la Vizcacha o la Ventana del Sur.
En un par de
momentos del paseo, Pepe me pide la cámara para sacarme una foto y que así
quede constancia de que he estado aquí. Pues vale.
Algunas fotos más.
En una puede verse a Madre Luna, y en otra como alguien ha esculpido un rostro
con pinta de gnomo en una de las rocas.
Estas son las
últimas fotos del Valle de la Luna. Pepe me informó que en
Latinoamérica existen cinco Valles de la Luna: uno en Atacama (Chile), dos en Argentina
(San Juan y Jujui) y dos aquí en Bolivia (este de la Paz y otro en Potosí). Después
de todo, la mayoría de los humanos no se caracterizan por su imaginación, sobre
todo cuando la mayoría de las imágenes que conocemos de la superficie de la Luna en nada se parecen a
estos presuntos Valles Lunares.
También en Tenerife tenemos otro Paisaje Lunar, y en multitud de lugares del
planeta.
Al volver a la
ciudad, pasamos por el lugar donde se ha construido una reproducción del
Templete semisubterráneo de Tiahuanaco. Como la circulación es muy intensa, y
todo esta lleno de coches, no podemos parar, solo detener el coche un momento
al lado para hacer unas fotografías. Tampoco me importa mucho, mañana veré el
original.
Nuestra siguiente
parada fue la Plaza Murillo.
Centro de la Ciudad
de Nuestra Señora de la Paz
y del Poder Político de la
República de Bolivia. Como reza la placa de baldosines, la
plaza está dedicada a Don Pedro Domingo Murillo (1758-2810), prócer de la
revolución del 16 de Julio de 1.809, y lugar donde fue ajusticiado.
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Plano de La Paz en 1871.
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Aunque la ciudad de
Nuestra Señora de la Paz
fue fundada un 20 de Octubre de 1984, este centro no se proyectó hasta 1558 por
encargo del Corregidor Ignacio Aranda. Su ubicación fue el otro lado del río
Choqueyapu, lejos de la plaza principal donde el Capitán Alonso de Mendoza
había fundado la ciudad. Su diseño, es de tablero de ajedrez, obedeció a unas
ordenanzas para el levantamiento de las nuevas ciudades.
- No es diferente a
otras plazas mayores de muchas
ciudades y pueblos españoles y también de México. -Le comento a Pepe-. ¿Cuál es
la Historia
de esta?
- Hasta la Independencia, este
lugar fue el centro y el escenario de la vida pública de la ciudad. Como ahora,
alrededor de ella se ubicaban los edificios que albergaban a las distintas
instituciones. Ahí, en la esquina sudeste, se encontraba el Cabildo, hoy está
el edificio del Palacio del Gobierno; en la otra esquina oeste, se encontraba la Iglesia Mayor, hoy ocupado por
la actual Catedral; frente al cabildo se encontraban las Cajas Reales, hoy
Prefectura de la Policía;
y allí, en la acera norte, donde se encuentra el Café de París, se encontraba
el Cuartel de las Milicias. En esta plaza vivían los vecinos más notables, como
la residencia de Don Francisco Tadeo Díez de Medina, ahí en la esquina de las
calles Comercio y Socabaya, a un costado de la Catedral, edificio
construido en 1.775; posteriormente fue la residencia de los Condes de Arana y,
en la actualidad es la sede del Museo Nacional de Arte.
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Plaza Mayor: Museo
Nacional de Arte, Catedral y Fuente de Neptuno. (1780)
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Museo Nacional de Arte. Fachada. |
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Patio del Museo Nacional de Arte. |
Pepe me
informa que solo tenemos tiempo para ver la plaza y sus edificios por fuera,
solo podré entrar un momento en la
Catedral, si me apetece. Aún así, antes de que nos marchemos
podemos ver el patio del Museo.
- ¿Qué más
sabe de la historia de esta plaza? -Le pregunto.
- Aquí se
celebran las ceremonias y acontecimientos civiles y religiosos más importantes;
también se ajusticiaba a los reos públicamente. En el vivir diario, la plaza
servia de mercado, donde se vendían los productos que habían llegado de España
y ultramar. Pero sobre todo, era el punto de encuentro entre los distintos
sectores sociales, tanto las élites locales como los españoles, criollos,
indígenas y mestizos.
- Y ese personaje
de la fuente, me imagino que debe ser el Señor Murillo, al que está dedicada la
plaza, ¿no? ¿Sustituyó a la antigua Fuente de Neptuno de la que me habló antes?
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La Fuente de Neptuno en el Paseo de la Alameda, hoy Paseo del Prado. |
- Así es. La Fuente de Neptuno Fue instalada en 1587 y estaba conectada a un
acueducto. En 1589 se hizo una fuente mayor que duró hasta 1909 cuando fue
trasladada al Paseo de La
Alameda, hoy Paseo, hoy Paseo del Prado. La escultura del
dios Neptuno estaba rodeada de sirenas que sujetaban en sus manos peces por
cuyas bocas salía el agua.
- ¿Y la
actual de Pedro Domingo Murillo?
- Es de
bronce y mide tres metros -me cuenta Pepe-, fue encargada al escultor italiano
Ferruccio Cantella. En el pedestal aparece la figura de una mujer representando
a la Madre Patria;
a su lado un soldado libertador, y al otro lado un león que simboliza la
bravura y la victoria. Si se fina, Murillo lleva colgado del brazo izquierdo
una capa y en la mano derecha un sombrero de ala ancha. Esto no gustó a la
burguesía de La Paz,
porque le hacía parecer un torero. También hubo una polémica porque el barco
que traía las piezas del monumento, con la intención de armarlo aquí, desde
Italia naufragó y varias piezas se perdieron.
- Cuénteme algo de Murillo si no te importa. En realidad,
no se nada de él.
- Era un patriota mestizo precursor de la Independencia de Bolivia.
Su fama viene del Levantamiento del 16 de Julio de 1809. Aprovechando una
procesión que se celebraba en la plaza, el y otro revolucionarios, asaltaron el
Cuartel de Las Milicias y apresaron a los oficiales, depusieron al Gobernador
Tadeo Dávila y al resto de las autoridades civiles. Días después, el 22 de
Julio, Murillo se presenta ante las tropas que desfilaban ante las autoridades
del cabildo y es proclamado Coronel Comandante en nombre del rey de España
Fernando II. A esto le siguió el nombramiento de una Junta Tuitiva [se llama Junta Tuitiva de los Derechos del
Pueblo al gobierno que se estableció en la ciudad de La Paz el 16 de Julio de 1809].
Un hecho curioso es que se repatió dinero de la Corona entre el pueblo.
- ¿Y por qué fue ejecutado?
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Ejecución de Pedro Domingo Murillo. |
- En 1810 la Junta
Tuitiva fue disuelta por el general José Manuel de Goyeneche,
y para evitar un derramamiento de sangre, sus miembros se entregaron. Alrededor
de una noventa personas fueron condenadas a muerte; al frente de ellas estaba
Pedro Domingo Murillo. Y el 20 de Enero de 1810 fueron ahorcado en esta misma
plaza.
- Así que el nombre de la Plaza ha tenido numerosos cambios.
- Así es. Primero fue Plaza Mayor, luego Plaza de Armas.
En 1828, en plena época republicana, de llamó Plaza del 16 de Julio, y en el
centenario de la Revolución,
se le dio el nombre actual de Plaza Murillo.
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Plaza Murillo, Monumento a Murillo y Catedral al fondo. |
He visto en muchos lugares muchas plazas con palomas, pero
he de reconocer que esta se lleva la palma. Su cantaleo quejumbroso y el clamor
de sus aleteos sobresalen sobre los demás sonidos de la plaza, incluso de los
gritos de los niños que les echan granos en el pavimento para que estas acudan
voraces y feroces a por él, a veces casi cubriendo a los niños. La escena me
produce un cierto repelús, porque en el circuito emergente de mi memoria surgen
dos viejos recuerdos de cuando yo era un adolescente. El primero es en mi casa,
un chalet a las afueras de Puertollano (Ciudad Real) donde vivía por aquel
entonces, teníamos un huerto y corrales para los animales. Había gallinas,
conejos y palomas. Un día, vi como una paloma que había estado anidando dos
huevos, destrozaba con su pico a los dos polluelos que acababan de salir del
cascarón. Lo hacía con ferocidad. Después de todo, eran las descendientes de
los reptiles voladores del Jurásico. Me pregunté como podían haber elegido a
semejante depredador como símbolo de la Paz.
Lo de la ramita en el pico lo entendía, porque era la ramita
de olivo que llevaba en el pico la paloma que había soltado Noe cuando regreso
al arca, pero aún así… Años después, cuando investigaba los mitos, encontré una
explicación:
Uno de los símbolos de la diosa Afrodita, llamada Venus
por los romanos e hija de Urano y nacida del semen del dios cuando Cronos le
cortó los testículos y los arrojó al mar (Botticelli inmortalizo la escena de
la llegada de la diosa a la isla de Erice en una venera), era una paloma. Allí
se celebraba una fiesta llamada la
Fiesta del Embarque. En la isla habitaban innumerables
palomas, que cosa curiosa, desaparecían cuando se suponía que la diosa
embarcaba en la concha de venera en el Océano, más allá de la Libia (esta Libia no se
refiere a la Libia
norteafricana como suele creerse) para acompañarla. Ocho días más tarde se las
veía regresar, pero delante de ellas volaba una que sobresalía por su belleza.
Anacreonte dice que esa paloma era la diosa Afrodita-Venus. Entonces se
celebraba la Fiesta
del Desembarco.
Su antecedente más antiguo es la Inanna sumeria y la Ishtar babilónica. Equiparable
a Nut la diosa del cielo egipcia y su símbolo, la paloma, pasó a ser símbolos
de las diosas del amor y de María en el cristianismo. La paloma de Noé, dado
que el relato bíblico es una versión muy tardía de cuando los hebreos
estuvieron presos en babilonia con Nabucodonosor, se refiere a la historia de Utnapishtin
el Noé babilónico cuyo antecedente es Ziusudra, el Noe sumerio. En el relato de
Ziusudra no aparece ninguna paloma, pero si aparece en el relato posterior
babilónico de Utnapishtin, que es de donde la tomaron los hebreos.
Es evidente que el relato tiene una connotación
astronómica. Como ya hemos analizado esto en artículos anteriores del relato de
este viaje, solo señalaré, que los ocho días en que las palomas desaparecen de
la isla son los ocho días en que el planeta Venus desaparece en el cielo a su
paso por su conjunción inferior con el Sol, para reaparecer luego como Estrella
de la Mañana.
Es auténtico responsable que la paloma con una rama de
olivo en el pico se estableciera como icono de la Paz, fue Picasso cuando uno de
sus dibujos de palomas, fue escogido para el cartel del Congreso Mundial de la Paz en 1949 (por cierto no
llevaba ramo de olivo en el pico.
El otro recuerdo se refiere al bello poema de Rafael
Alberti -“Se equivocó la paloma”-
incluido en su libro “Entre el clavel y
la espada” (1940).
Se equivocó la paloma
Se equivocó la paloma.
Se equivocaba.
Por ir al norte, fue al sur.
Creyó que el trigo era agua.
Se equivocaba.
Creyó que el mar era el cielo,
que la noche la mañana.
Se equivocaba.
Que las estrellas, rocío;
que la calor, la nevada.
Se equivocaba.
Que tu falda era tu blusa;
que tu corazón, su casa.
Se equivocaba.
(Ella se durmió en la orilla.
Tú, en la cumbre de una rama). Rafael Alberti

Son muchos lo que han intentado desentrañar la clave de
este poema cuya estructura formal es aparentemente muy sencilla. Los versos
impares, octosílabos, riman en asonante con la misma estructura del romance
tradicional. Esta rima es interrumpida por la cadencia repetitiva del verso “Se equivocaba”, un verso pentasílabo. El
abanico de interpretaciones ha ido desde lo político a lo amoroso, aunque, más
allá de lo uno u lo otro, otra realidad se hace evidente: una serie de parejas
de polaridades, de opuestos.
Desde el principio comienza diciéndonos que la paloma se
equivocaba porque elegía un opuesto en detrimento del otro ya que la verdad no
se encuentra en ninguno de ellos, sino en su equilibrio y en su complementariedad.
Tal vez por ello, ella se durmió en la orilla y tú en la cumbre de una rama.
¿Pero quién es “ella” y quién es “tú”?
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Portada a la 2ª Edicción. |
Podemos deducir que “tú” es la paloma que entre tanta equivocación terminó en la rama de un árbol,
pero “ella”, tal vez la espada, ya
que el romance está incluido en un libro que lleva por título “Entre el clavel y la espada” y dentro de
él en un conjunto de poemas llamados “La
Metamorfosis del
clavel”. Entre la vida (el
“clavel”) y la muerte (la “espada”),
la paloma, la Paz,
en la época en que Alberti escribió estos poemas dedicados a Pablo Neruda
(1939-40), se equivocó siempre de lugar creyendo que una cosa era la otra. En
el segundo prólogo dice: “Hincada entre
los dos vivimos: de un lado un seco olor a sangre pisoteada; del otro, un aroma
a jazmines, a amanecer diario, a vida fresca, fuerte, inexpugnable. Pero para
la rosa o el clavel hoy cantan pájaros más duros…”
Al Palacio de Gobierno popularmente se le llama Palacio
Quemado, pues en 1875 sufrió un incendio. Es la sede del Poder Ejecutivo y
donde se encuentra el despacho del Presidente del país. Se comenzó a construir
en 1559 y fue la sede del Cabildo.
Ya dije antes que no quise entrar a la catedral, me limité
a verla por fuera y a hacerle algunas fotografías.
La Catedral Metropolitana de Nuestra Señora de la Paz se considera una basílica
menor. Según me informa pepe fue construida en 1.835, y su estilo, como se hace
evidente es Neoclásico con algún que otro elemento barroco. Como también es
evidente por la fachada, tiene cinco naves y a cada una de las cuales se accede
por su correspondiente puerta.
- Creo que antes me dijiste que esta sustituyó a otra
anterior. -Le digo.
- Si. -Me responde.- La primera se comenzó en 1622 y se
terminó setenta años después. Era de piedra, ladrillo y cal. En 1831 se hundió
el presbiterio, por lo que se decidió demolerla y construir otra en su lugar
que se comenzó en 1835. Fue inaugurada en 1925 aprovechando el primer centenario
de la República
de Bolivia y el 1989, aprovechando la visista del Papa Juan Pablo II se
inauguraron las dos torres. Si se fija, las cúpulas son metálicas.
Me acerco al monumento a Murillo para hacerle unas fotos
al gran libro de Piedra que contiene el Acta fundacional de la Junta Tuitiva que establecieron
aquellos próceres y que les costó la vida. Aquella vez, como suele suceder casi
siempre, ganó la espada y fue
pisoteado el clavel.
Desde la
Plaza Murillo continuamos la visita en el Mercado de las
Brujas. Parece broma, pero es más serio de lo que parece.
Al parecer el
Mercado de las Brujas es uno de los atractivos turísticos más señalados de La Paz, amén de cumplir otras
funciones. En realidad es un mercado de indígenas para indígenas aunque uno puede
encontrar aquí de todo y para todos. Su ubicación principal es una calle
estrecha llamada Calle Linares, aunque abarca toda una manzana o todo un
barrio.
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Calle Linares |
Aquí todo es un
batiburrillo de artesanías, mantas, rebozos y tejidos de vivos colores que me
recuerdan a México (un dato más entre la similitud entre las culturas de México
y las de los Andes), todo un arsenal de productos destinados a rituales,
mágicos o no mágicos…; en fin, uno encuentra aquí, por un rato, o más, donde
entretenerse. Aquí se mezclan todo tipo de creencias y la Pachamama y las vírgenes
comparten la misma mesa. No faltan potingue y remedios para cualquier clase de
males y necesidades.
Según me comenta Pepe,
lo que parece tener una gran demanda es toda una colección de potingues y
pócimas secretas para incrementar el vigor sexual, para someter a la parienta y
que no se encandile con otro; o el marido no nos sea infiel; para satisfacer
cualquier tipo de deseos, para adquirir poder; para quitarme de en medio al que
o a la que me moleste (estos son objetivos no declarados), etc., etc.

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Y el que no necesite
jabones perfumados tiene polvos para echar un polvo con siete poderes, con
lengua de perro, y sabe dios qué…
Pepe me señala a una
serie de personales, vestidos con ponchos y sombrero que deambulan por allí a
la disposición del que los necesite. Son los yatiri, amawta y kallawaya, los chamanes y hechiceros,
los hombres medicina que
supuestamente curan, no ya los dolores del cuerpo, sino los del alma, el ajayu.
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Aunque el
tema del chamanismo es de una gran complejidad y ha sido investigado y
estudiado desde muy diversos campos, no me resisto a dar entrada en mi mente a un
trabajo que realicé hace ya algún tiempo sobre este tema a partir de las
investigaciones sobre la evolución de la conciencia y de lo que Ken Wilber
llamó “El Proyecto Atman”. Si abro
esta ventana es para que entre alguna luz que clarifique la tremenda confusión,
muchas veces interesada por los que dicen en la actualidad llamarse chamanes,
que se suele tener sobre este tema, sobre todo que tienen los seguidores de las
corrientes New Age. Por un momento dudo en comentarlo con Pepe, pues él
pertenece a esta cultura, y aunque pueda tener una mentalidad más abierta, no
quiero que se moleste. Así que todo lo que expongo queda dentro de mi propio
pensamiento.
Desde que la
conciencia de nosotros mismos, eso que llamamos yo, emergió un día de nuestro
pasado prehistórico, nuestro yo y la conciencia por él desarrollada, se ha ido
incrementando a lo largo de una serie de etapas que Ken Wilber, y otros
investigadores de la conciencia, han llamado del siguiente modo: Al comienzo,
cuando el yo comenzó a desprenderse de la Naturaleza, y también del inconsciente, el yo era
pleromático, lo que significa que el
yo se encontraba indiferenciado. En una primera diferenciación sujeto-objeto pasó a ser un yo uróbico; más tarde, el yo pasó a ser tifónico; luego se fue convirtiendo en
un yo social, un yo mental y en yo centáurico.
Muchos
elementos de esta secuencia han sido descrito con símbolos e imágenes aportados
por la mitología de nuestro pasado. Por ejemplo el centauro, representa al yo
maduro que ha sabido integrar su pasado biológico, simbolizando por el caballo,
en su mitad inferior, todas su personalidades inferiores, uróbicas y tifónicas; y
con su parte humana alcanzando un nivel superior: el centauro.
Pero lo que
aquí nos interesa es el chamán, el hechicero, cuyos primeros representantes aparecieron
en el Paleolítico. Hace unos 200.000 años, cuando los hombres ya habían dejado
atrás su etapa homínida (uróbica) y salían del Edén, además de cazadores, era
hechiceros (tifónes). Este yo
tifónico se fue apartando del mundo natural focalizándose en el propio
organismo y convirtiéndose, allende el tiempo, en un yo independiente. Como
muestran las imágenes míticas, el tifón aún no se encontraba completamente
diferenciado, pues la mente verbal y conceptual aún no se habían desarrollado. Tifón
era a la vez ángel, hombre y serpiente.
Tifón era el
hijo menor de Gea (La diosa Tierra; aquí en los Andes, su equivalente sería la Pachamama). Era un ser
enorme, pues su cabeza chocada con las
estrellas y sus brazos se extendían de levante a poniente abarcándolo todo
(Cambell). Todo esto quiere decir que para la conciencia de aquellos hombres
del Paleolítico, hombre y naturaleza se encontraban aún muy mezclados. Su yo era básicamente un yo corporal y, tal como expresa la
pintura del Hechicero de Tres Fréres
y otras, se experimentaba y representaba así mismo como un hombre que aún se
encontraba dentro de los cuerpos de la naturaleza. Cuando el psiquismo y el
mundo natural aún o se encuentran completamente diferenciados, se da un tipo de
cognición que se ha llamado cognición
mágica. Entre el objeto y el símbolo existe una relación mágica. Por ello, al manipular el
símbolo (en el ritual), se puede influir directamente en el objeto simbolizado.
Frazer establece incluso leyes en esta relación: ley de similitud, ley de contagio.
Lo que hay que comprender es que cuando sujeto y objeto se encuentran en un
estado de indiferenciación, la imagen
y la identidad se confunden y, mágicamente,
se hacen uno.
Como en
realidad de lo que estamos hablando es del nivel de conciencia de aquellos
chamanes o hechiceros de nuestra Prehistoria, y de acuerdo con Wilber, “debemos añadir un punto crucial, un punto
que suelen ignorar la mayor parte de los especialistas. La magia no es una percepción errónea primitiva
o alucinatoria de una realidad, por otra parte clara y distinta, sino más bien
una percepción más o menos correcta de un nivel de realidad inferior o primitiva”.
Lo que Wilber quiere decir es que la magia
no es una percepción distorsionada de una percepción superior (supuestamente la
nuestra), sino la percepción correcta de una percepción inferior (la de
aquellos hombres del Paleolítico). Su nexo no era lógico, sino vital; por ello,
para aquellas conciencias, tal percepción era exacta, aunque parcial e
incompleta si queremos compararla con el nexo de nuestra percepción moderna.
Dicho de otra manera: aquellos antepasados nuestros eran conscientes de una
realidad mágica, que experimentaban despiertos en un nivel mágico de
conciencia, nivel que aún sigue activo en nosotros; simplemente que lo hemos
relegado al subconsciente y al mundo de los sueños.
Aquella
estructura de conciencia mágica debió de ser algo aterrador: toda la Naturaleza, toda la Pachamama, y todo el Cielo constituía un peligro
y, dado que esos hombre y mujeres ya eran conscientes de la muerte, sobre todo
la muerte de un yo recién nacido y acosado
por todo lo que le rodeaba, hubo de aprender a defenderse de lo que le causaba
miedo y ansiedad.
Cuando el yo tifónico emerge del uróboros lo hace frente a la impronta de
Thánatos, la muerte. Las tumbas neanderthales muestran la presencia de rituales
para hacer frente a esta impronta. Y solo hay dos maneras de trascender este
miedo: negarlo y reprimirlo o trascenderlo a una Totalidad supraconsciente. A
este proceso Wilber lo ha llamado Proyecto
Atman. Por ello, nuestra represión primaria no es la represión sexual, sino
la represión de nuestra conciencia de la muerte. ¿Y como se diluye Thánatos?
Pues activando Eros.
No voy a explicar aquí como se ha llevado a
cabo esto a lo largo de nuestra evolución, pues me apartaría de lo que quiero
que comprendan. Solo señalar que la negación mágica de Thánatos es la cara
negativa del Proyecto Atman. Cambell
señala que “la importancia decisiva de
las tareas cotidianas que tenía que ver con la muerte y con la necesidad de
derramar sangre para poder sobrevivir [no olvidemos que para todo el mundo
e incluso hoy día, la sangre representa la vida] generaban una ansiedad que debía ser afrontada, por una parte, con un
sistema de defensa para evitar la revancha y, por otra, con una disminución de
la mística de la muerte”. “Derramar
sangre para no ser desbordado por la revancha de la sangre”, decía
Frobenius. Por ello, la magia se usa para protegerse de la muerte, tanto como
para causarla a los demás.
A través de
la magia ritual el chaman mantenía a raya a la Naturaleza, proporcionándose
una nueva vida, un nuevo tiempo y una nueva realidad a la que hemos llamado cultura. A medida que aquellos
antepasados iban emergiendo de su inmersión subconsciente, más difícil se les
hacia mantener sus gratificaciones
sustitutorias (Eros), viéndose así obligados a dirigir sus proyectos hacia
otros seres humanos que, de objetos sustitutorios, se transformaron en víctimas.
La Prehistoria
y sus poblaciones de cazadores llegaba a su fin. Los plantadores, en la
profundidad de los bosques, comenzaban a sustituir a los cazadores, y el
sacrificio humano se generalizó.
¿Qué pasó
con el chaman y el hechicero al que la psiquiatría ortodoxa, incluso la
antropología, ha catalogado de superpsicótico? Aunque el chaman fue el primer
paso dado por el hombre hacia la supraconciencia (hablar sobre ello también nos
sacaría de lo que nos interesa en este momento), su espíritu y sus técnicas
sobrevivieron y cuando en el Neolítico comenzaron a resurgir las diosas madres
(ya habían existido antes como Venus Paleolíticas), la Naturaleza seguía
causándoles terror, aunque también les nutria. Mientras en el pasado las Diosas
Madres habían sido preservadoras, los chamanes habían proyectado hacia el
futuro sus técnicas del éxtasis, a través de las cuales el auténtico chaman se
transformaba, sin abocar a una regresión psicótica, para alcanzar niveles de
conciencia aún no emergidos en su mundo. “El
chaman trasciende al tifón sin aniquilarlo manteniendo el acceso a la
conciencia tifónica normal, ya que aún puede comunicarse con el individuo
promedio de su grupo” (Wilber). Cosa que no hace el psicótico.
Cuando
aparece el mundo agrícola, el chaman pasa a desarrollar una doble tarea: la de
proteger a las nuevas poblaciones de las acechanzas de la Naturaleza,
ofreciéndole sacrificios para que les proporcione buenas cosechas, a la vez que
mantener a raya a la muerte, convirtiéndose en hombres medicina para alejarla
con remedios naturales, una tarea que en el Paleolítico llevaban a cabo las
mujeres; pues, como señala Mircea Eliade, en aquella lejana época, la
enfermedad y la muerte se producía porque el alma abandonaba el cuerpo. El
trabajo del chaman consistía en ir a buscarla al mundo de los espíritus a
través de la facultad que le proporcionaba su iniciación chamánica: el vuelo mágico.
A lo largo
de los miles de años desde el hombre tifónico hasta el surgimiento de la vida
agrícola, bien sea como naturaleza
indiferenciada, bien sea como Gran
Madre, este sustrato natural de nuestra naturaleza ha sido un problema para
los seres humanos. Ya haya sido en su forma de Kali, Coatlicue, Pachamana, Gea,
Sethmet, etc, el aspecto negativo de la Naturaleza, simbolizado por la luna y la
serpiente, necesitaba se aplacado con lo que esta pedía: ¡sangre! Por eso, el primer gran ritual fue un sacrificio de sangre
(en la India,
hasta aún no hace mucho, aún se sacrificaban seres humanos a Kali hasta que los
ingleses lo prohibieron en la segunda mitad del siglo XIX). Cuando estos sacrificios
se hicieron insoportables, el ritual se realizaba con víctimas sustitutorias
(animales y alimentos). Jacob hubiera sacrificado a su hijo Isaac si
milagrosamente no hubiera sido sustituido por un cordero. La erección de las
grandes ciudades de las viejas civilizaciones se llevaba a cabo con un
sacrificio humano. Este sacrifico ritual representa el intento mágico de atraer
la benevolencia de la Madre Naturaleza.
Esta es la explicación estándar, que oculta otra realidad subyacente. El intento mágico de expiar la culpa de
haber desarrollado un yo separado, de habernos desprendido de de nuestro
substrato natural. Conseguir más Eros,
poseer una sensación de identidad separada (del mundo natural y de lo que
subyace en el) significa alejar a Thánatos,
y por ello se debe pagar un precio. Hablando psicológicamente, conforme el yo se va desarrollando y emergiendo,
también se ve o se siente aplastado (interpretado más o menos conscientemente
como venganza) por el poder subterráneo de la
Gran Madre. Esto es lo que cuentan los
mitos.
Bien,
dejaremos aquí esta explicación que he intentado exponer de la forma más breve
y simple posible. Como decía líneas más arriba, estas ideas acudieron a mi
mente en este momento que visito el Mercado de las Brujas en La Paz (Bolivia) y ante lo que en
estos momentos tengo ante mi vista.
Lo que atrae profundamente mi atención y mi mirada es la enorme cantidad de
fetos de llama que hay por doquier, más pequeños y más grandes, y diría que
incluso bebes de llama ya nacidos. Se de los sacrificios de llamas que se
hacían durante el dominio Inca en todo el Imperio, pero lo que contemplan mis
ojos, y no porque me asuste o tenga aprensión a la muerte, me ha pillado un
poco de sorpresa.
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En estas imágenes, las dos caras del problema del "yo" separado, Eros y Thánatos, gratificación y sacrificio, se muestran juntos. |
La pregunta que
podrían plantearse los turistas ante semejante espectáculo, es ¿para que se
usan estos fetos y bebés de llamas? También hay que tener en cuenta que un 50%
de la población boliviana es quechua y aymara, aferrados a sus tradiciones; que
un 5% lo componen las minorías indígenas del oriente amazónico con más de 30
etnias diferentes; que el segundo grupo de población lo constituyen los
mestizos a los que se trata despectivamente llamándolos colla y camba; que otro
grupo está formado por emigrantes alemanes, croatas, italianos, japoneses y
chinos; incluso grupos afroamericanos como los jungas, aquí en la Paz,
que incluso eligen a su propio rey; siendo la blanca y criolla la tercera en
número de habitantes; se puede comprender entonces, no el atraso como suele
creerse, sino el arraigo de los ritos ancestrales en Bolivia, pues pertenecen a
un nivel de conciencia que para ellos se encuentra activo aún hoy día.
Una indígena con la
que Pepe me sacó una fotografía, y a instancias de este, me explica que los
fetos de llama se usan para ofrecerlos (enterrándolos bajo los cimientos) a la Pachamama cuando se
quiere construir una casa; en cambio, se queman cuando se quiere solicitar
algún favor; y si lo que uno quiere es suerte, además de quemar el fetos de
llama hay que masticar hojas de coca. Eso sí, pero no estoy seguro del todo que
esto sea siempre así, todos aseguran que las llamas o sus fetos no se
sacrifican estando vivos. Los fetos proceden de abortos naturales, o son crías
muertas al poco de nacer o que en matadero (la carne de llama se consume), al
ser sacrificadas descubren que están preñadas. Y esto que hay aquí en este
mercado solo es una minúscula fracción de todo los sacrificios rituales que
llevan a cabo en Bolivia, sobre todo por las poblaciones rurales. ¿De dónde
sale tanto feto de llama? ¿Existe una industria al respecto?
En el mercado de las brujas, además de fetos de llamas,
también encontramos sapos disecados, pieles de jaguares, y otras cosas de
difícil identificación.
“Pacha” puede ser interpretado como universo, mundo, tiempo, el lugar o
el espacio-tiempo en el que “Mama” es la
Gran Madre. Algunas
tradiciones dicen que su morada se encuentra en un Cerro Blanco y nevado, allí
donde hay un lago con una isla en la que vive un animal de astas doradas. Su
poder permite que crezcan las cosechas, que se multiplique el ganado, que
bendice a los artesanos… Todos los elementos de la cultura Neolítica.
Su ciclo
ceremonial va desde el solsticio de Invierno (Agosto), momento en que el que
están a punto de comenzar las labores agrícolas, de roturación de los campos y
siembra, en los Andes, hasta el
equinoccio de Primavera (Semana Santa) cuando madura y recoge la cosecha. Las
gentes suelen acudir a los cerros para realizar sus ofrendas en esos dos
momentos específicos, cuando el mundo está abierto,
desde la perspectiva aymará, cuando se dice que la Pachamama haimbrea, o el que está abierto es el Cielo.
Esta apertura del mundo favorece la recepción
de los deseos humanos, que en el origen del ayllu eran el beneficio de las
cosechas, la proliferación del ganado y la familia, etc. Los gélidos vientos
del invierno que recorren el altiplano quedan atrás y las primeras lluvias de
la primavera preparan la tierra para el comienzo de un nuevo ciclo, igual que
el anterior, pero siempre diferente. Es el momento de poner en práctica la
ética de la reciprocidad: tu me das lo que te pido y a cambio yo te ofrezco
algo. En el remoto pasado, los chamanes, y así lo dejaron testimoniado en las
imágenes que dejaron pintadas en las cuevas (el útero de la Tierra), ofrendaban las
falanges de sus dedos o incluso sus manos.
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Yatiris ofrendado una llama a la Pachamama. Ilustración de la obra de Guamán Poma. |
El Yatiri, “el que sabe”, es el que tiene como campo específico de trabajo la
predicción mediante la lectura de hojas de coca, así como la configuración de
las mesas y el conocimiento de las
terapias para los diferentes tipos de males causados por la avidez de seres sobrenaturales. Como en los chamanes antiguos nadie pede hacerse yatiri por voluntad propia. Ha de ser
señalado por el destino, los antepasados, por haber nacido de pie, con un dedo
de más, o por que han sido señalados por un rayo que ha dejado en él una marca.
Nadie puede presenciar el encuentro de la persona elegida con el rayo, solo
comprobar que éste ha dejado en el su marca: una cicatriz, una profunda herida,
una deformación. También existen mujeres yatiri.
En la
actualidad, ser yatiri puede ser un
oficio rentable, sobre todo en las ciudades, pero como los yatiris auténticos son pocos, hay que suponer que hay mucho
suplantador disfrazado de chaman estafando a las gentes, sobre todo a los
turistas, y más si son de la New
Age, que confunden lo pre-
con lo trans-. A quien este
interesado le remito a una tesis doctoral (la pueden encontrar en Internet)
presentada (en 2002) por Gerardo Fernández Juárez en la Facultad de Geografía e
Historia de la Complutense
de Madrid y titulada “Simbolismo ritual
entre los aymaras: mesas y yatiris”.
La
ofrenda a la pachamama se llama Mesa.
Este nombre tiene un origen español y con la mesa o altar donde se celebra la
misa, el cual tiene su origen en la mesa de las ofrendas del templo judío, que
fue copiado por estos de las mesas de ofrendas de los templos egipcios. La mesa
se construye a partir de un centro, representado algo que simboliza el corazón
de la Pachamama. Este
corazón, es amarrado con otras
ofrendas para que no escape. Luego se construye un recinto amurallado en forma
de rombo o cuadrado en cuyas esquinas se sitúan las ofrendas destinadas
soportar el entramado de la mesa al igual que los adobes esquineros lo hacen en
una casa. Las mesas suelen contener hierbas aromáticas, dulces, caramelos,
lanas multicolores grasas animales, madera de incienso que se coloca en forma
de pira, fetos de llamas o sullus
(cuando se sacrifica a una llama viva se hace abriendo un agujero en al tierra
que luego, una ves que ha ardido la mesa, se cubre para que quede dentro de la
tierra). De hecho cada yatiri sabe lo que tiene que hacer y tiene su visión particular al respecto, según lo
que se desee conseguir.
Ya sea
un yatiri o un amawta (un sabio), el oficiante de la ceremonia conjura a los
espíritus de las montañas, los Apu,
y a los antepasados; luego, prende fuego a la Mesa y cuando las ofrendas se han consumido,
interpreta las señales que ve en las cenizas, bien para interpretar el futuro,
diagnosticar una enfermedad, u obtener alguna respuesta sobre aquello que se le
ha solicitado. De hecho, dentro de una estructura común, cada uno desarrolla el
ritual o la sanación a su manera.
Desde el Mercado de las Brujas, situado en alto (La Paz es un sube y baja), se
divisa la torre de la iglesia de San Francisco, nuestra siguiente parada.
Descendemos hacia allí por callejas llenas de negocios. La tarde, que ya se
encuentra declinando, está húmeda y fría; el cielo, que se va oscureciendo, se
ha ido cubriendo de nubes. Pepe me dice que esta noche lloverá.
Memos mal que vamos cuesta abajo, llevamos horas caminando
(ecepto algunos trayectos en coche entre algunos lugares y otros) y me siento
cansado.
Esta Basílica franciscana está dedicada a San
francisco de Asís. De hecho es una basílica-convento. Situada en el casco
antiguo de La Paz,
da lustre a la plaza que lleva su mismo nombre: Plaza de San Francisco. Pepe me
informa que fue construida entre los siglos XVI y XVIII y su estilo es conocido
como barroco-mestizo. En 1548, Fray Francisco de Morales (se cree que uno de
los doce primeros franciscanos que llegó al lugar), Con Fray Alcocer fundan el
convento con el nombre de Convento de Nuestra Señora de los Ángeles. Un año más
tarde (1549) se inicia la construcción de la primitiva iglesia, también
dedicada a San Francisco, siendo acabada 1581.
También me cuenta Pepe que unos vente años más
tarde una descomunal nevada hace que esta primitiva iglesia se desplome, por lo
que entre 1743-44 se inicia la construcción de una nueva que es la que tenemos
aquí delante. Diez años después se techa el edificio y se cierra la cúpula y el
23 de Abril de 1784 es consagrada por el Obispo Campos. Hasta 1790 no se
terminan los relieves de la fachada y como aún carece de torres , la
construcción de esta se inicia en 1885. Hasta 1948 no se declara Basílica
(menor). A partir de 1950 y durante diez años de reconstruye parte del convento
y se le da una nueva configuración al atrio. En 2005, parte del convento se
convierte en el Centro Cultural Museo San francisco.
Siempre me he preguntado como los guías turísticos
pueden saberse todas las fechas de todo lo que explican. Deben tener una excelente memoria. Cuando yo estudie
Historia, las fechas tenían una importancia secundaria (ecepto para un
catedrático que tuve llamado Sánchez Montes que nos hizo estudiar un tocho de
550 páginas, “Compendio de Historia
Universal” de C. Pérez Bustamante lleno de nombres y fechas; aún lo
conservo), lo que nos interesaba conocer era el desarrollo de los procesos
históricos.
También recuerdo que a este estilo de decoración
se le llamó barroco-mestizo. Un estilo que se desarrolló en el Virreinato del
Perú entre 168 y 1780 y que afectó no solo a la arquitectura, sino sobre todo a
la pintura y a la decoración de los templos. En la arquitectura se aplicó a la
decoración de las fachadas de los templos, como esta decoración que contemplo.
Sus motivos , muy variados, corresponden a cuatro tipos fundamentales: Flora y
fauna tropical; decoración manierista con mascarones, sirenas o mujeres peces y
demás elementos mitológicos; motivos indígenas, como el Sol, la Luna, pumas y jaguares,
pájaros de la selva…; y motivos de la tradición cristiana de época
prerrenacentistas.
- Hasta hace poco -me dice Pepe-, ahí donde ahora
se encuentran esas terrazas a distintos niveles y hasta el fondo, hasta
aquellas escaleras, había una plaza llamada Plaza de los Héroes. El monumento
se ubicó en otro lugar.
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Plaza de los Héroes y monumento al Mariscal Andrés de Santa Cruz. |
Pepe me pregunta si
quero entrar a templo de San Francisco y le digo que no, que prefiero volver
al hotel. Así que sacó un móvil y llamó para que el coche viniera a recogernos.
Cuando me dejaron en el Hotel Madre Tierra, me dijeron que mañana por la
mañana, a las ocho, me recogerían para visitar Tihuanaco. Subí a la habitación,
solté la cámara fotográfica, me asee un poco y volví a la calle con la
esperanza de encontrar por allí cerca un lugar donde poder tomar algo y beberme
una cerveza bien fría.
(Continua)
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