<PUBLICADO EN LA GACETA DE CANARIAS EL
09/08/1992>
<PÁGINA>: LA
OTRA PALABRA
<TITULO>: La dualidad.
<SUBTÍTULO>: Una ley del universo manifestado.
<AUTOR>: Alfiar
<ILUSTRACION>: Adán y Eva. Arte románico: S.XI.
<SUMARIO>: "Aquello que está hecho de dos
opuestos es Uno, y cuando Uno es dividido, los opuestos aparecen." (Filón
de Alejandría)
<CUERPO DEL
TEXTO>:
![]() |
Adan y Eva. Capilla palatina de Palermo |
Todo tiene dos polos.
Todo, su par de opuestos:
lo semejante y lo antagónico son lo mismo.
Los opuestos son idénticos en naturaleza,
pero
diferentes en grado.
Los extremos se tocan.
Todas las verdades son semiverdades.
Todas las verdades son semiverdades.
Todas las paradojas pueden
reconciliarse."
(...)
En este principio esotérico se encierra una enseñanza: en el Universo manifestado no existe la Unidad, en él todo lo que se nos presenta a nuestros sentidos lo hace a través de una dualidad, porque eso que llamamos realidad tiene siempre dos caras o dos polos. Y para el que sabe ver, los más profundos secretos de la vida se ocultan tras este simple principio.
En este principio esotérico se encierra una enseñanza: en el Universo manifestado no existe la Unidad, en él todo lo que se nos presenta a nuestros sentidos lo hace a través de una dualidad, porque eso que llamamos realidad tiene siempre dos caras o dos polos. Y para el que sabe ver, los más profundos secretos de la vida se ocultan tras este simple principio.
La Física nos ha enseñado en el colegio que si no hubiera dos polos opuestos,
si no existiera una diferencia de potencial, no existiría eso que llamamos
corriente eléctrica. La
Termodinámica está basada también en esta diferencia de
potencial. De la misma manera, si la polaridad, en la energía del Universo, no
mantuviera los ritmos de la vida, si no hubiera polos opuestos, la vida sería
imposible.
Es necesario comprender
un punto básico al estudiar la polaridad. Se refiere al hecho de que los
opuestos, lo son siempre de un mismo elemento. Este Principio de Polaridad funciona a lo largo de toda la escala de
energía que ha construido el Universo en una graduación que va de un polo
positivo a un polo negativo. En éste sentido, la vibración más alta, el
Espíritu, sería el polo positivo y la vibración más baja, la Materia, sería el polo
negativo de una misma realidad. Así también, Luz-Oscuridad, Amor-Odio,
Vida-Muerte son los Opuestos, cada uno, de una misma cosa.
Otra deducción lógica
de éste principio espiritual es que, en estos términos, no existe lo absoluto
como verdad, ya que nadie podrá decir cual es el frío o el calor absoluto
de una cosa. Esto nos lleva a la comprensión de que todo lo que existe en el
Universo manifestado es relativo.
La creencia popular
dice que "Los extremos se tocan".
El principio esotérico lo expresa diciendo que: "Lo no deseable, se transmuta cambiando su polaridad". Pero
sólo se pueden transmutar los extremos de una misma cosa. Mucha gente cree que
llegará un momento en el que el Bien
triunfe sobre el Mal. Pero según
este Principio Espiritual es
imposible que haya una victoria final de ninguno de los extremos. Debemos
darnos cuenta de que Bien y Mal son extremos de algo, son dos polos energéticos
cuya diferencia de potencial permite que la energía discurra siempre, en su
relatividad, del polo positivo al polo negativo. Así el relativo Bien trabaja para el relativo
Mal y viceversa. Ese símbolo de la cultura china que es el YIN y el YANG, unidos y
fluyendo continua y eternamente del uno al otro, nos lo muestra a la perfección.
Por eso las Tradiciones nos incitan a situarnos en un nivel de ser que esté más
allá de los opuestos, más allá del Bien y del Mal.
Si los extremos se tocan, la distancia más corta entre un punto y otro
es el círculo. En la imagen, el círculo representa una escala graduada que
transcurre entre dos polos. Al (+)
le damos valor arbitrario 100 y al (-)
valor 0. En la imagen se evidencia que es más fácil llegar desde el 0 al 100,
que desde el 50. Lo cual no ocurriría si trasladáramos la escala a una línea
recta. Por ello el círculo es el símbolo más claro y preciso de la
representación del Universo y de sus ciclos de actividad (Mito de Eterno Retorno).
50 es un grado tibio respecto a sus
extremos polares, de ahí que los tibios
no tengan entrada en el Reino de los Cielos, son los eternos indecisos, los
abúlicos.
La distancia más corta
es siempre saltar de un polo a otro a través de un vacío; de ahí el fenómeno de
las conversiones religiosas, políticas, amorosas... De ahí también que, entre
esos extremos, se encuentre la puerta por la que asciende la escala del Ser.
Entre ellos se encuentra el Dorado
Octuple Sendero del Medio que enseñó el Buda. Sólo los mediocres no tienen
remedio. Por ello la
Enseñanza Esotérica
señala que es más perjudicial para el desarrollo espiritual la indecisión que
el error.
Entre los dos polos de
nosotros mismos está nuestra experiencia en la vida y nuestra posibilidad de
evolucionar espiritualmente. Entre nuestra Alma-Espíritu
y nuestra persona transcurre nuestro
drama y nuestro trabajo interno. Porque si lo
no deseable se transmuta cambiando de polaridad, podremos cambiar nuestra
propia vibración, grado a grado, deslizándonos por la fisura que entre ambos
polos existe para que salte la energía. 4º - 5º son opuestos, 5º - 6º son
opuestos. En la realidad (4º - 5º), 5 es el polo positivo, pero también es el
polo negativo en la realidad (5º - 6º). Luego en cada grado de la escala es necesario
provocar un cambio de polaridad cuando esa realidad se hace innecesaria, y en
cada grado existe un punto que permite pasar al siguiente; el siguiente es
siempre positivo respecto al anterior.
Sin embargo, esto que
parece ser tan fácil en teoría, requiere, para su realización práctica, de una
férrea disciplina y de la conciencia se una Realidad Superior en nosotros, en
cada instante. Nuestra realidad física, emocional y mental pueden transmutarse,
de grado en grado, de condición en condición, de polo en polo, de vibración en
vibración.
Hay un aforismo sufi
que dice: "Toda vida verdadera es la Paz y la Armonía de los contrarios.
La muerte se debe a la guerra que existe entre ellos." También en el
pensamiento esotérico griego, cuando un opuesto pasaba los límites de otro, se
decía que existía un estado de Injusticia. Por ello la Justicia o Rectitud se
consideraba un estado de equilibrio; siendo el hombre justo el hombre
equilibrado, el que caminaba entre los opuestos.
En nuestra tradición
cristiana existe una imagen clara pero mal comprendida de esta dualidad y de la
posición que ocupa el hombre en ella. Es la imagen de Cristo crucificado entre
dos ladrones, uno bueno y otro malo. Dejar que esos dos ladrones nos
roben alternativamente nuestra energía es estar crucificado. Es necesario morir
a la dualidad en esa cruz para poder pasar entre ellos.
Para poder hablar de
esta transformación necesitaremos conocer otra Ley del Universo: La Ley del Péndulo. Pero lo dejaremos para un
próximo artículo. Mediten mientras tanto en lo que significa la Dualidad en sus vidas.
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