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UNA HISTORIA ZEN
En un libro de historias Zen llamado “Carne de Zen. Huesos de Zen” encontré esta breve historia. Quiero compartirla con vosotros/as ahora que parece que la “Oscuridad” está empeñada en desmembrar todo lo que intenta convertirse en Luz.
Es la historia de una monja de un monasterio Zen, que se ocupaba de las tareas domésticas de su monasterio y dedicaba su tiempo libre a meditar en busca de la Iluminación bajo la dirección del Gran maestro Zen Bukko (un maestro chino que emigró a Japón en el siglo XIII). Este monasterio se encuentra en la ciudad de Engaku y aún existe. Es uno de los diez principales monasterios Zen del Japón.
Nuestra monja se llamaba Chiyono, y cuenta la historia que una noche de luna llena, cuando Chinoyo llevaba agua de un pozo cercano al monasterio en un viejo cubo de madera atado con hojas de bambú, éstas se rompieron y la base del cubo se desprendió, desparramándose toda el agua al exterior. La historia cuenta que, en ese instante, la monja Chiyono se “Iluminó”. En conmemoración de ese instante, escribió este poema:
Día tras día traté de salvar el viejo cubo Pues las tiras de bambú estaban debilitándosey amenazaban con romperse. Hasta que al fin la base cedió. ¡No hay agua en el cubo! ¡No hay luna en el agua!
Los dos últimos versos son un Koan. Nadie puede traducir un Koan. Es la expresión de una experiencia interna que, como todas, son algo muy simple y muestran la realidad tal cual es, eso que es la vida en si misma: ¡No hay agua en el cubo! ¡No hay luna en el agua! Al comprenderlo, Chinoyo se Iluminó.
Meditad en ello.
(Especialmente todos aquellos/as que se pasan la vida haciendo "cosas" para "iluminarse".)