domingo, 28 de agosto de 2016

La Singladura de Occidente 43

La Singladura de Occidente
Capítulo 43
Más allá del pluralismo relativista
 
En artículos anteriores hemos visto como han ido emergiendo, a lo largo de nuestro pasado histórico, las diferentes líneas o corrientes evolutivas que han impulsado e impulsan a la Humanidad, corrientes que aún continúan. Una imagen que nos ofrece el proceso del desarrollo y evolución de la conciencia es esta: los seres humanos, desde el punto de vista de sus conciencias, no son algo homogéneo, de ahí nuestras dificultades para entendernos.
(...)

También hemos visto como uno de los principales problemas para acceder a la conciencia de segundo grado e ir más allá del pluralismo del meme verde, es el problema que este padece y que K. Wilber llamó Boomeritis: esa mezcla entre una alta capacidad cognitiva y un bajo narcisismo emocional, exagerando su importancia y creyendo que él posee la última y más elevada verdad, por lo que no considera la realidad de los memes que están por debajo de él, ni los que están por encima; caen así en la falacia de confundir lo que está por encima de su nivel de conciencia con lo que está por debajo, a lo que considera retrógrado y atrasado, propia del oscurantismo del tiempos pasados. A esta confusión se la ha llamado (Wilber) falacia Pre-Trans.
Uno de los problemas que nos impiden seguir desarrollando nuestras conciencias es que tenemos que despejarnos de aquellas realidades negativas que, en los últimos 70 años, la impronta boomer ha introducido en nuestro desarrollo cultural. La principal tarea que tiene por delante la conciencia de segundo grado es completar la labor emprendida por el meme verde: llevar el relativismo pluralista hacia un integrismo más universal.
Los boomer no creen que haya algo más allá de su pluralismo relativista. Aunque no es solo el nivel de conciencia del meme verde el que impide la aceleración en el desarrollo de los niveles de conciencia que emergen por delante del suyo; también los niveles inferiores dificultan este progreso. Si la situación actual del mundo tiene alguna salida, es necesario que esos nuevos niveles sigan desarrollándose para usar ese nuevo nivel de conciencia en la organización de nuevas instituciones políticas, sociales y culturales de una manera más integral.
Los expertos señalan que aproximadamente un 2% de la población mundial se encuentran en alguno de los dos niveles que han emergido de la conciencia de segundo grado, predominantemente en el primero; y que un 22 o 23% se encuentra en el último escalón de la conciencia de primer grado, la etapa del meme verde. La pregunta que habría que hacerse es: ¿qué condiciones son necesarias para posibilitar una mayor rapidez en esa transición?
En primer lugar una adecuada estructura orgánica, en la que se incluya una configuración mental desarrollada; seguidamente, un sustrato cultural capaz de sostener esa transformación y vencer la resistencia de oponerse a ella. Para Graves, la principal misión del meme verde era la de sensibilizar a la conciencia para contemplar toda la espiral del desarrollo tal como ha emergido hasta el presente, e incluirla en el nivel posterior al suyo. Para Wilber son cuatro los factores de nuestra interioridad que lo harán posible, ya que no son solo aspectos exteriores los que intervienen en el proceso: logro, disonancia, visión y apertura.
Entiende por logro el hecho de haber completado las exigencias básicas de su nivel y sentir el impulso de ir más allá, de dar un salto. Sin esta necesidad interior, la persona sufrirá un estancamiento evolutivo, que le impedirá saltar. Es decir: uno ha de haber saboreado lo suficiente el nivel en el que se encuentra, pues ese salto significa morir a ese nivel. Por ello, la afirmación, la volición y la intención son fundamentales (en otra ocasión hablaremos del miedo, e incluso terror, que supone dar este paso).
La disonancia ha de entenderse como la lucha que se produce en nuestro interior entre lo conocido (la realidad que nos proporciona nuestro nivel presente y en la que nos encontramos firmemente asentados, incluso que nos proporciona seguridad) y lo nuevo que quiere emerger. Amabas tiran en direcciones opuestas y uno siente que se rompe. Por ello, la insatisfacción profunda, la desazón, la altura, el empacho, son síntomas de la necesidad de cambiar, de dejar que la nueva conciencia emerja.
Y aunque el salto parece un salto a ciegas, no lo es. Necesitamos algún tipo de visión, algo de comprensión de lo que uno desea; y, como el nuevo nivel ya se haya presente aunque pueda ser en pequeño número (en el caso de los memes superiores), podremos encontrar imágenes, formas y, sobre todo, ideas de lo nuevo, si usamos nuestra visión.
La apertura al siguiente nivel se produce entonces de forma imperceptible, poco a poco, y uno va notando que algo está cambiando por las reacciones de aquellos que te rodean ante tus nuevas ideas, tus nuevos puntos de vista, tus nuevas actitudes, tu nueva forma de sentir y, sobre todo, algo que no es fácil de explicar a los demás, tu nueva comprensión de la realidad. Y lo más fascinante de todo, es que la dualidad, la polaridad que mueve la realidad de este nuestro universo y nuestro mundo, aunque no desaparece, se complementan con nuevos significados.
Tenía pensado seguir profundizando en los niveles de conciencia de segundo grado, pero lo dejaremos aquí de momento. Considero que es necesario dar un paso atrás, para poder contemplar algunos aspectos de nuestro pasado que, por razones de espacio, han ido quedando en el camino. Algo que tiene que ver con nuestra identidad histórica.
 
 

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