<PUBLICADO EN LA GACETA DE CANARIAS EL
13/12/1992>
<PÁGINA>: LA OTRA PALABRA
<TÍTULO>: Las dimensiones
de lo humano
<SUBTÍTULO>: Fidelidad -
Caridad - Palabra - Quietud
<AUTOR>: Alfiar
<ILUSTRACION>: El
diagrama muestra las relaciones del hombre como templo con el Universo. Del
periódico "Compagnonnage" (Julio-agosto 1961)
<SUMARIO>: Desarrollar
nuestra Longitud es acortar la distancia que nos separa de nuestro Ser
Esencial.
<CUERPO DEL TEXTO>:
-
¿Qué es Dios?
-
Dios es a la vez Longitud, Anchura, Altura y Profundidad. Estos cuatro
atributos divinos son objeto de otras tantas contemplaciones." Bernardo de Claraval.
Para Gandhi, el hombre era una cruz viviente. Expresaba que cuando
abría sus brazos en cruz, se unía a los demás, a la Naturaleza y al Cosmos;
añadía que profundizando la vertical, el hombre se elevaba hasta Dios.
(...)
Si el hombre es imagen de la Divinidad o como queramos llamar a reslidad que desconocemos, los atributos que le confiere San
Bernardo a Dios deben estar presentes en él como dimensiones de lo humano. He
reflexionado sobre ello y he relacionado esta reflexión con lo que la vida me
ha traído en forma de experiencia a lo largo de los años. Les ofrezco esta mi
visión.
* La Longitud de lo humano.
Los italianos llaman al anillo de los esposos fede, fe. En la tradición cabalista se dice que Dios y el hombre
están unidos por una cadena cuyos eslabones se engarzan con una sustancia
llamada fe. Esta "fe" no es una
creencia oscura y dudosa, sino la adhesión consciente y voluntaria de todo ser
a la Verdad
simbolizada por la Palabra o el Verbo
de Dios. Por ello, la raíz de "fe" podemos encontrarla en la palabra fiel, aquel que cumple sus compromisos
con respecto a alguien o algo. De ahí que la cualidad de esta fe se exprese
como fidelidad.
La Fidelidad sería, pues, esa
realidad que expresa la longitud de lo divino en el hombre. Fidelidad a nuestra
propia dimensión humana, cuya naturaleza personal, lejos de quedar anulada en
beneficio de un colectivo amorfo, necesita de la expansión de nuestra propia
conciencia hasta abarcar todo lo existente.
Fidelidad a la Vida, cuyo desarrollo en
nosotros necesita de estructuras firmes e inteligentes, lejos de toda
negligencia. Para ello es necesario que aprendamos a escuchar como late en
nosotros el pulso de la vida.
Desarrollar nuestra "longitud" es acortar la distancia que nos separa
del origen de nuestro ser. Esto lo conseguimos siendo fieles a éste origen en
nosotros mismos.
* La Anchura de lo humano.
Si la longitud es la distancia que nos prolonga y nos acerca a la Esencia Divina en nosotros,
la anchura es nuestra apertura a los demás. A esta apertura la conocemos como Caridad, expresada como "ama a tu prójimo como a ti mismo", o temabién, como señalaba el Buda, como Compasión.
No es un sentimiento, no es
el acto de dar limosna, no se nos pide que nos derritamos emocionalmente por
los demás. Lo que se nos pide es que amemos a nuestro prójimo después de hacerlo por nosotros mismos, pues no podremos hacer lo segungo sin antes haber llevado a cabo lo rpimero; es decir, que le
comprendamos, que no juzguemos sus actos aunque nos repugnen, que lo veamos
como un igual a nosotros. La caridad es algo que brota de la Voluntad puesta en
movimiento por el Conocimiento que se expresa como Sabiduría y Amor;
conocimiento de que nuestro prójimo es también imagen de Dios.
La Caridad no es el afecto de lo que
nos mueve de derecha a izquierda según oscila el péndulo de nuestra emotividad.
Es apertura al prójimo y esto no
significa apego emocional a un montón de gente, ni siquiera a la Humanidad. Amar a la Humanidad es de momento
una expresión vacía de contenido, mientras no tengamos la conciencia de ser
Humanidad, aunque quede muy bien en los discursos moralistas. Prójimo es
próximo: es amar cada vez a una persona y de tú a tú, pues cada persona
contiene a la Humanidad
toda. Es en la persona que nos es próxima, y sólo en ella, como podremos
abarcar en nuestra anchura a toda la familia humana.
La Caridad tampoco es social o
política. Lo social y lo político, tarde o temprano, terminan crucificando al
que la expresa.
Algunos hombres sintieron y expresaron la anchura de lo divino en el
hombre como compasión, otros lo
hicieron como no-violencia, ya que
el prójimo más difícil de amar es el que, por estar junto a nosotros,
consideramos enemigo. Si el amigo es aquel que nos encontramos, el enemigo nos
encuentra y se sitúa contra nosotros. "Amad a vuestros enemigos. Bendecid a los que os maldicen",
dice el Maestro cristiano. Martín Luther King lo expresa así: "Responded a toda injusticia con una buena
palabra, a todo perjuicio con un favor y aguardad a ver el tiempo que os
resistirá el adversario."
Tal como fueron expresadas por Gandhi y Luther King, la no-violencia
supone mantener la Caridad
allí donde la mentira, el abuso, la opresión, la corrupción nos enfrenta. Su
expresión no es cuestión de técnica ni estrategia personal, social o política.
Es un estado de ser.
* La Altura de lo humano.
Clemente de Alejandría llamaba a la Altura del Espíritu, Elevación del Alma. Esta idea no es fácil de expresar. Las palabras
que pongo en el papel mientras escribo este artículo, salen de mí para ir al
encuentro de los que lo leen. Pero si no logran transportar el sentido que
tienen en mí, no serán auténticas palabras, sino ruido. Estas palabras son un
intento de apertura, de intercambio; un impulso con el que intentamos
sobrepasarnos.
En la medida en que la palabra nos lleva más allá, nos prolonga y nos
eleva. De ahí que la altura del Espíritu en el hombre sea la Palabra, el Verbo;
por ello la oración es el medio de
restituir la palabra a su Origen. "En
el Principio era el verbo".
Gramaticalmente, a las expresiones de nuestras palabras con sentido completo
las llamamos oraciones. Padre Nuestro que estás en los Cielos...,
no es sólo una oración religiosa, sino gramatical; porta un significado. Ambas
son la misma cosa. No puede haber oración dirigida a Dios o al prójimo, su
imagen, sin un significado. La raíz de oración es “os-oris”, boca, el lugar
por donde sale el sonido, la vibración llena de significado. El significado es
creación, es altura.
Cuando rezamos una oración en forma mecánica, o cuando hablamos sin
sentido y parloteamos, nuestra oración no nos expresa, no transporta lo que
sentimos. Si oramos a Dios, oramos al prójimo. Ambas cosas son lo mismo, pues
Dios está en el prójimo y en uno mismo. También nos quejamos de que nuestra
oración no es atendida. ¿Cómo puede serlo si nuestras palabras no son
creativas, ni se convierten en actos de expresión divina; si sólo son ruido
degradado, parloteo sin sentido?
Detrás de la Palabra
viene el Silencio. La espera consciente en la que Dios responde en nosotros y
en el prójimo.
* La Profundidad de lo
humano.
"Hendí
el leño y estaba dentro, levante la piedra y estaba debajo".
No recuerdo quién lo dijo, pero hace referencia a que no importa donde
uno mire, siempre podrá encontrar allí a Dios. Tal es su profundidad.
Al mirar la superficie de un lago tranquilo podemos ver en su quietud
la transparencia de su realidad y lo que se oculta en la profundidad del fondo.
Cuando algo se mueve en su superficie y levanta olas, las imágenes profundas se
tuercen, rompen y desaparecen. Esta imagen muestra algo que se refiere a la
profundidad como dimensión humana: se necesita quietud; quietud de pensamiento, sentimiento y acción. Muchos, a
esta quietud que proyecta la profundidad, la llaman meditación: un estado en que el corazón, contemplándose en las
aguas tranquilas de la
Mente Universal, se mantiene inmóvil en medio del torbellino
de la Vida.
Su objetivo es ponernos en contacto con nuestra Esencia. Contacto que
sólo tiene una finalidad: el Amor. Sin Amor no hay meditación; sólo éste pone la Energía Esencial
a disposición de los demás, del prójimo. Un prójimo que nos sale al paso en
cada instante, lo que indica que nuestro estado y disposición debe ser
meditativo en cada instante para poder amar y servir a ese prójimo como a uno
mismo.
Este mandamiento quiere significar que, en nuestra realidad personal,
observemos como son nuestras relaciones con las cosas y los seres y que, en
caso necesario, esta relación sea cambiada para que el amor que surge de la
profundidad pueda fluir hasta ellos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario