La Singladura de Occidente
Capítulo 32
Sacrificar el “yo”
calculadamente:
el “Meme Naranja” (1)
La emergencia del Meme Rojo y del Meme Azul ha servido para que el hombre se construya una identidad personal
y social. Sin embargo, en ambos memes han surgido situaciones adversas:
agresividad y vergüenza en el Meme Rojo,
y amenaza de castigo de la Verdad Última y sentimiento de culpa en el Meme Azul. Y, como en las emergencias
anteriores, primero imagina que puede llevar adelante su búsqueda en solitario,
para después sentir la necesidad de volverse hacia otros.
(...)
De pronto, un Meme Azul (o varios), cansado de tanta
ley y norma emanada de “Lo Alto” , harto de sufrir inútilmente por miedo a ser
castigado por sus pecados, incapaz de seguir llevando a cuestas su sentimiento
de culpabilidad a causa de sus transgresiones según la justicia de la Voluntad Única, se da cuenta de que puede alcanzar
la felicidad de otra manera: disfrutando de la vida, acumulando bienes
materiales, riqueza y poder, expresando su yo hacia fuera con el propósito de
satisfacer sus deseos lo más rápidamente posible, lo que lo asemeja, por un
lado, al Meme Rojo, aunque tres
grandes diferencias les separan:
1ª/ Como el
recuerdo de la violencia del nivel Rojo
permanece en él, y eso es algo por lo que no está dispuesto a pasar ningún ser
humano que haya trascendido ese nivel, pone barreras a la realización de sus
deseos tratando de evitar cualquier enfrentamiento con los demás. Esta aparente
humanidad es solo estratégica, pues
en su fuero interno es egoísta y duro y se aferra al cientifismo convertido en
la ley del más fuerte (¿recuerdan la
serie Dallas?) para llevar a cabo sus
propósitos. Su único temor es la muerte.
2ª/ No querer
sufrir la violencia de los demás no es una razón suficiente para renunciar a
los propios deseos. Basta con calcular que cantidad de yo personal ha de
sacrificar para ello. Todo es cuestión de estrategia. Al tener una mayor visión
del futuro que los dos memes anteriores puede prever las reacciones y
planificar las estrategias para obtener el máximo beneficio con el menor número
de sinsabores. Calcula fríamente el rendimiento de la inversión de su yo.
3ª/ La imagen
que quería ofrecer el Meme Rojo era
de fuerza y heroicidad. El Meme Naranja
la de confort y plenitud de placeres materiales. Al igual que aquel, el Naranja también quiere hacer visibles
sus logros. Construye los edificios más altos y grandes hacia fuera o lo alto, aunque
este materialismo exterior va acompañado por un profundo desinterés y desprecio
por la vida interior, que era la fuerza del Meme
Azul. Para él, las emociones deben controlarse y no manifestarse.
El Meme Naranja es optimista: para él el mundo se encuentra lleno de
oportunidades de las que se puede disfrutar si se hace el esfuerzo necesario; para
el no es ningún problema construir centrales nucleares o plantas químicas
aunque generen desechos tóxico. Todo es algo de su competencia; por ello es el
más enérgico, el más hábil, el que mejor haya sabido calcular los riesgos, el
que gana. Por ello las guerras ya no son una cuestión honor, sino una cuestión
de estrategia económica, de ahí que deban ser planificadas. En su búsqueda por
la satisfacción material, el Meme Naranja
solo cuenta consigo mismo, en su interés personal, en cuyo nombre todo está
permitido.
"Un profesor de Filadelfia pidió a sus estudiantes que enunciaran comportamientos inadmisibles en la empresa. Silencio general. Cuando insistió, un alumno especialmente brillante tuvo una idea: “Bueno, a pesar de todo, me imagino que uno no puede matar a sus subordinados”. Ese “me imagino” es absolutamente impensable. En cualquier caso, dio pie a que se lanzara el debate, pero los estudiantes no pudieron ponerse de acuerdo sobre ningún otro comportamiento verdaderamente reprensible. El profesor, atónito intentó hacerles comprender que tal amoralidad iba a crear un mundo difícil para vivir. Sus estudiantes le trajeron bien pronto a la realidad: “Es el mundo en el que ya estamos viviendo”." (Serge Halimi “Étique el liberté economique”, Le Monde Diplomatique, febrero de 2.005, p. 2.).
¿Por qué
hemos de rasgarnos las vestiduras por lo que ciertos personajillos de nuestra
política y de nuestro mundo empresaria y financiero llevan a cabo? Son así y,
en principio, no pueden actuar de otra manera.
Todos ellos, como
buenos Memes Naranjas poseen una
visión positiva de la vida y una buena dosis de confianza en sus propias
capacidades, aunque siempre vista desde su egoísmo y narcisismo. Pragmáticos,
curiosos, innovadores, aprenden por el método de ensayo y error, y lo llevan a
cabo a partir de fuentes de las que no les importa como han sido conseguidas. A
ellos les debemos, en contrapartida, muchos de los llamados logros científicos. Para ellos, el universo
y el mundo es una maquinaria racional perfectamente engrasada que sigue leyes
precisas que pueden ser estudiadas, dominadas y manipuladas en beneficio propio.
De ahí su fe en la ciencia materialista y reduccionista que surgió en el siglo
XV y cristalizó en el XIX y principios del XX.
Representan el 30% de
la población mundial y poseen el 50 % del poder. Es aquí donde hay que buscar
una de las causas de lo que sucede en nuestro mundo.
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