Viaje a Bolivia y
Perú
-Del 17 de Agosto
al 1 de Septiembre-
(Una visión
personal)
(Continuación)
Llegada a Santa
Cruz de la Sierra
(Bolivia)
Con unos minutos de retraso el avión toma tierra en el
aeropuerto de Viru Viru (tengo que preguntarle a una guía que significa ese
nombre y cual es su origen). Apenas está amaneciendo. El desembarco es rápido,
la gente se da prisa, harta de tantas horas de avión, pero nos espera una hora
larga de trámites. Primero inmigración para control y sellado de pasaportes. Te
entreguan un papelín (no merece otro nombre esta ridiculez de documento que señala el día que has entrado al país y que tendrás que
entregar a la salida); luego recogida del equipaje y, cuando uno cree
que ya está, te encuentran con un control de equipajes.
Da pánico ver la larga
cola que hay formada. Por suerte me doy cuenta que esa cola es para aborígenes
que regresan. Hay otra más corta para no aborígenes, y en ella me pongo. Una policía
con cara de pocos amigos ella, hace pasar de uno en uno a los no aborígenes,
casi todos europeos, por un arco que tiene un gran botón rojo a su derecha y un
semáforo con dos colores, rojo y verde, en el dintel. Hay que pulsar el botón y
si sale verde te vas a la calle directamente, si sale rojo te envían a un
mostrador donde unos policías te hacen abrir el equipaje.
Pulso el botón y el
semáforo se pone rojo. La policía me dice que me dirija al mostrados situado a
la derecha. Un policía, un chico joven, me pide que abra la maleta, me pide que
levante las camisas que van en la parte de arriba y luego, sin más, me dice que
la cierra y me vaya. ¿Habrá sido solo por fastidiar, solo por que soy europeo y
tengo pinta de “guiri”?
Cierro la
maleta y, sin más, me dirijo hacia la salida. Busco entre la gente a alguien
que lleve un cartelito del tour operador con el que realizo el viaje entre los
muchos que hay esperando, pero no lo encuentro. ¡No puede se que no haya nadie
esperándome! Por fin veo a un señor de mediana edad con un cartelito en el que
está escrito mi nombre. Resulta ser un taxista que la agencia ha enviado a
recogerme para llevarme al hotel. Me comunica que un agente de la agencia se pondría
en contacto conmigo más tarde.
(...)