La Fuente Iluminada 14

La Fuente Iluminada

(continuación)

Cuarta Parte

(continuación)

 El sueño de un sueño

 Arriba se determina el momento en que cada función de la energía debe tomar cuerpo real en esa vuestra dimensión. Es por eso que, a veces, no comprendéis el desenvolvimiento del proceso creador, ya que juzgáis con los patrones de ahí abajo lo que no tiene que ser medido en esa dimensión.

(...)

La Palabra creadora es tan profunda y tan interna que sólo aquél que ha sido tocado por la luz puede tener una pequeña idea de por dónde van los caminos del Padre.

5 son los días del hombre, pero los del Padre son 7. Arriba se determina, abajo se ejecuta, y los caminos son iguales y paralelos en todas las dimensiones.

Lo que arriba se comienza se termina abajo, y al descender la energía va impregnando de esencia divina aquellos círculos por los que baja, ayudando de esta forma a la creación de los mundos intermedios. Ni un átomo de fuerza es desperdiciado, todo tiene su sentido, todo es necesario, todo es materia de luz, sea cual sea su dimensión.

Los mundos por los que la idea creadora va iluminando su esencia son mundos en los cuales el Padre invierte su imagen, dando origen a pequeños depósitos de energía con los que nutre eternamente el punto de conciencia allí adquirido. Estos pequeños depósitos los conocéis por el nombre de universos, pero no sabéis todavía la Ley por la que estos universos son dirigidos a su realización, dentro del orden ejecutante.

¿Qué pensaríais si os dijera que nada ha sido creado todavía, que todo lo que existe no es más que una imagen metida dentro de una idea, metida a su vez dentro de la mente divina?. Os puede parecer absurdo, y sin embargo así es. No existe nada, sólo es el proyecto de una creación largamente pensada y recreada, en el cual la mente del Padre va disponiendo el movimiento de aquello que está dispuesto a hacer.

Somos sombras de luz dentro de la luz, y nuestro trabajo consiste en tomar conciencia al entender el proyecto deseado, que ahora es sólo pensamiento. Cuando las conciencias de la sombras en la luz adquieran el brillo que la luz original tiene, el proyecto podrá ser realizado, recreado y entendido. Entonces allí será el encuentro del Padre con su Obra, en una dimensión que no nos es permitido ni soñar.

A los seres que somos pensados en todas las dimensiones de todos los mundos que son en los distintos niveles paralelos, sólo nos queda ser conscientes de ésta verdad, y entender que sólo si seguimos el camino hacia nuestras propias conciencias, es que permitiremos que la luz del Padre nos inunde y nos enseñe el camino suyo que nos lleva hacia EL, para poder ser uno con EL en el momento en que el "HÁGASE" sea una realidad material.

Nuestro trabajo es difícil y peligroso, porque el riesgo de quedar atrapados en los círculos oscuros en donde la energía es detenida, es algo en lo que la mayoría de los seres pierden su posibilidad de creación.

Hay un sólo camino hacia la verdad, y ésta camino es tan variable, aún siendo único, como variables son las condiciones en que cada ser tiene el punto de su conciencia. Sólo la idea del amor que nos unifica en un solo pensamiento y la ejecución de ese amor es el sendero de ascensión hacia esa fuente de origen, en donde tendremos algún día nuestra realización alcanzada.

Soñar creando, y determinar las circunstancias, acorta este largo camino, pues nos pone en el movimiento primero por donde la voluntad del Padre es expresada. Cuidar que la pantalla de vuestro sueño sea pura y transparente, para que pueda ser llenada con la luz de los otros sueños que deben de unirse a los vuestros para poder hacer un trabajo en común.

Contracción de la energía

Todo parte de una idea principal. Las potencialidades allí encerradas se van replegando dentro de sí mismas, alcanzando la duplicación de esa potencialidad desde el momento en que se repliegan. Estas fuerzas contraídas tienen su período de maduración dentro del espacio en donde la luz es encerrada antes de su emanación. Allí van adquiriendo la tonalidad necesaria, que tarda largo tiempo en alcanzar, hasta que la idea es completada en cada línea de expresión; después es lanzada envuelta en todos sus componentes, hacia un espacio exterior que está todavía dentro de la mente divina. Todo el proceso se explica en dos palabras: ejecución elaborada con la luz en el orden emanado.

La sombra de la ignorancia ha envuelto el pensamiento de los hombres en cuanto a éste proceso. Pocos han podido observar y menos comprender aquello que responde a un análisis claro de la eterna verdad. Pero mirar, hijos, es necesario que ahora se pueda comprender este verdadero proceso, porque se acerca el momento en que todos debemos de ayudar a crear conjuntamente, y es necesario saber dirigir las energías resultantes de la luz y del pensamiento para poder dar ésta ayuda, siendo canales, a la orden que definitivamente está siendo expedida.

Todo aquello con que está formado el mundo conocido está en período de rápida transformación. No corresponde a una línea evolutiva en un desarrollo ordinario, pues las ondas de energía están siendo muy aceleradas y el movimiento de los cuerpos materiales responde con su cambio a ésta aceleración.

Lo que se pretende conseguir es que la materia transmute más rápidamente sus átomos y todos sus sistemas en una adquisición de pureza máxima. Entonces, todas aquellas energías que están detenidas esperando ser admitidas dentro del mundo material podrán ser añadidas al proceso natural de la materia, y la condensación atómica subirá una nota en el nivel armónico correspondiente.

Así, en ese medio nuevo, las mentes que sueñan podrán emitir sus pensamientos con mayor claridad y podrán ejecutar con más facilidad la parte que se necesita de ellas en el proceso de la idea de la Creación.

Sólo nos falta a todos los seres que actuamos conjuntamente, que vosotros ahí alcancéis esta nota con la mayor rapidez posible, pues el proyecto está detenido hasta que podáis llegar al estadio en donde os estamos esperando para unir los próximos esfuerzos.

Sólo la voluntad de cada uno dará el empujón al esfuerzo de poder conseguirlo pronto, y es por ello que incesantemente estáis siendo ayudados por los seres de todas las dimensiones, para que las energías os lleguen en una ayuda de fraterna cooperación.

Todos los hombres de todos los universos estamos esperando que vuestro proceso particular alcance su realización, pues la nuestra propia depende de la complementación que podamos hacer con lo que vosotros podáis emitir en su día.

 Sobre el Alfa y el Omega

Anotar: Alfa y Omega tienen su origen a la vez de forma instantánea. El pensamiento surge de la mente divina y sale con la nota emitida en clave de FA, luego se repliega hasta llegar al DO, y allí permanece en espera de alcanzar la madurez que la proyecte y la lance hacia otro espacio exterior, pero todavía interno.

Cada átomo de fuerza acumulada es conservado en su más perfecta pureza dentro de este replegamiento. Cuando la densidad de la energía contraída alcanza el nivel deseado, la voluntad del Padre inicia el proceso de expansión y comienza el principio del movimiento de la espiral sobre la primera idea. Luego, ésta idea primigenia va alcanzando lentamente los círculos concéntricos que sirven de canal y de conducto a ésta energía, y la van distribuyendo en la forma adecuada según la Ley.

Todo queda resguardado de cualquier otro propósito. Para que la Ley sea cumplida y el equilibrio perfecto sea conservado, se permite que en algunos círculos la energía de luz pueda ser detenida obstruyendo el paso de esa luz. Así se permite que la sombra se manifieste y sea la otra fuerza que sirva de causa complementaria a la dualidad expresada en la Creación.

La idea de la energía encerrada en círculos descendentes creadores, principio y fin de un ciclo que se mantiene a sí mismo en infinitas formas y niveles, y que produce en su eterno movimiento todas las formas posibles de manifestación viva, en todas las escalas vibratorias comprendidas entre el color y el sonido, es algo a lo que tenéis que dar entrada en vuestra mente.

El tejido de la trama es tan perfecto, tan maravilloso, hasta en el más pequeño detalle, que el sueño divino se convierte en un mosaico mágico lleno de todas las posibilidades de belleza, forma y movimiento, en la expresión de la más alta nota que se pueda concebir.

A éste sueño añadido se inserta la porción encomendada a los seres que hemos de ser colaboradores de la Obra, y la permisión de poder añadir a ésta perfección aquellas variantes que podamos ser capaces de lograr, es la máxima expresión de amor que pueda darse en la unión del Padre con sus hijos.

Todo este pensamiento divino es y existe en un acto de amor. La energía surge, se repliega y se lanza, por un acto de amor. La imagen del Padre invertida y proyectada es otro acto de amor, y la permisión de que podamos nosotros mismos autocrearnos y ser con EL la orden ejecutante por la palabra, en la Creación, es el gran acto de amor infinito que encierra en sí a los otros anteriores.

Ésta idea tiene que ser entendida y trabajada en profundidad, dada la premura del tiempo que queda. Es necesario que podáis comprender ésta explicación para que podáis aplicarla en vuestros procesos mentales, y que podáis empezar a crear, ahí en ese plano, un trabajo de creación conjunta.

El tiempo es breve, las señales se están cumpliendo y la Obra debe de terminarse en el tiempo establecido dentro de la Ley. Las esferas superiores no pueden dar más de sí en cuanto a la ayuda que se está prestando, pues la Ley obliga al respeto por la libertad de cada sistema y marca los límites a nuestra acción sobre vuestras mentes.

 Construcción por la Luz

 El milagro de la construcción por la luz es efectuado a escala emocional, mental y mágica. Todo pensamiento de autocreación debe de ir bañado por estas tres esencias: la emoción de aquello que se quiere alcanzar, la imagen perfectamente construida, y la dimensión soñada de realidad. Todo debe de ser conjunto y simultáneo para que la energía sea dirigida por un solo canal hacia su realización.

3 son las bases de la materia, el 4 es la existencia organizada, el 5 eleva a pensamiento, el 6 al amor, el 7 al orden divino, el 8 trasciende los planos, el 9 cierra la esfera, y el 10 forma la totalidad. Luego, esa totalidad se desplaza hacia un nuevo depósito energético, y comienza a partir del 1 que no tiene sonido, al 2 que es movimiento, y se enlaza con el otro 3.

Así, cadena con cadena, nudo con nudo, trama con trama, el tejido del Universo se extiende y se elabora hacia los espacios replegados concéntricamente, y va envolviendo la propia energía de la cual procede. 7 son los sistemas a percibir, 4 son de más alta densidad, y los otros 3 van marcando sus límites dentro de la misma luz.

Hay seres vivos en cada uno de estos planos, seres cuya capacidad de amor ha sido alcanzada tras numerosos trabajos y grandes responsabilidades, que han borrado en ellos todo sentido de egoísmo. No sabéis bien la gran importancia que tiene para el desarrollo del Plan el respeto y la tolerancia que deben de reinar entre las diversas opciones de pensamiento que se le dan al hombre. Sólo la rigidez en las ideas es la causa del estancamiento de la energía, y ésta energía, al detenerse, obstaculiza el proceso de la mente, que se encasilla y cierra sus horizontes abandonándose a una fe mal entendida, porque no solamente no es fe, sino que es morada de la oscuridad. Cuando esto sucede, cuesta mucho recuperar esa energía detenida y darle el impulso suficiente que le permita saltar el abismo del fanatismo construido en los espacios mentales.

Aseguraros que una tolerancia infinita reina en vuestros corazones, para que el camino de la luz sea fluido hasta en el más pequeño rincón de vuestro ser, y comprender que nadie puede sacar a ningún otro de ese callejón sin salida si él mismo no comprende cual es su situación real. Sólo tenéis que envolverlo mentalmente en un ascua de luz y amor, y dejarlo que prosiga su aprendizaje hacia sí mismo.

La libertad con la que tenéis que revestiros no admite adorno ninguno en su tejido. La transparencia de la luz brillando a través vuestro será la joya que os adorne en el camino de vuestra autocreación. Hasta aquello tan pequeño con lo que os sentís identificados y felices, vuestras emociones sobre los seres amados, vuestras sensaciones espirituales, vuestras construcciones mentales sobre los propósitos de alcanzar grandes metas, todo, todo, tiene que ser dejado atrás también.

Sólo os tiene que quedar al final del camino, cuando se produzca el encuentro, la energía pura de la luz en su mayor manifestación posible. Alcanzarla, porque esto sólo os bastará para ser uno con el Padre en la más perfecta unión jamás concebida. Todo lo demás es un lastre que debe de abandonarse según vuestros pasos vayan recorriendo ese camino sin nombre hacia el interior de cada corazón.