(18)
Continuamos con la descripción
de la emergencia de los “niveles de
existencia”. De pronto, un Meme Azul (o varios), cansado de tanta ley y norma
emanada de “Lo Alto”, harto de
sufrir inútilmente por miedo a ser castigado por sus pecados, incapaz de seguir
llevando a cuestas su sentimiento de culpabilidad a causa de sus transgresiones,
según la justicia de la Voluntad Única, se da cuenta de que puede
alcanzar la felicidad de otra manera: disfrutando de la vida, acumulando bienes
materiales, riqueza y poder, expresando su “yo” hacia fuera con el propósito de satisfacer sus deseos lo más
rápidamente posible, lo que lo asemeja al Meme
Rojo, aunque tres grandes diferencias les separan: 1ª/ Como el recuerdo de la violencia del nivel Rojo permanece en él, y eso es algo por lo que no está
dispuesto a pasar ningún ser humano que haya trascendido ese nivel, pone
barreras a la realización de sus deseos tratando de evitar cualquier
enfrentamiento con los demás.
(...)
Esta aparente humanidad
es solo estratégica, pues en su fuero interno es egoísta y duro y se aferra al cientifismo, convertido en la ley del más fuerte (¿recuerdan la serie “Dallas”?) para llevar a cabo sus
propósitos. Su único temor es la muerte. 2ª/
No querer sufrir la violencia de los demás, no es una razón suficiente para
renunciar a los propios deseos. Basta con calcular que cantidad de yo personal ha de sacrificar para ello. Todo es cuestión de estrategia. Al tener una mayor visión del futuro que los dos memes anteriores, puede prever las
reacciones y planificar las estrategias para obtener el máximo beneficio con el
menor número de sinsabores. Calcula
fríamente el rendimiento de la inversión
de su yo. ¿No es esto lo que hacen muchos políticos y empresarios actuales? 3ª/ La imagen de sí que quería ofrecer el Meme Rojo era de fuerza y
heroicidad. El Meme Naranja quiere ofrecer la
imagen de confort y plenitud de placeres materiales. Al
igual que los anteriores (Rojo y Azul), el Naranja
también quiere hacer visibles sus logros. Construye los edificios más altos y
grandes hacia fuera o hacia lo alto, aunque este materialismo exterior va acompañado por un profundo desinterés y desprecio por la vida interior, que era la fuerza del Meme Azul. Para él, las emociones deben controlarse y no manifestarse.
Para lograr este bienestar
material, el Meme Naranja se apoya
en dos herramientas: el conocimiento
y la acción. Un conocimiento (ciencia
aplicada) que derive en tecnología aplicable (no le interesa el conocimiento per se) y cuyo resultado sea “progreso” (uno de los valores
fundamentales para este meme), progreso
material y personal. Mientras haya progreso, los problemas serán lo menos
importante, ya se resolverán cuando llegue el momento. Y una acción a cualquier costa, sin importar las consecuencias.
El Meme Naranja es optimista: para él el mundo se encuentra lleno de
oportunidades de las que se puede disfrutar si se hace el esfuerzo necesario;
para él no es ningún problema construir centrales nucleares o plantas químicas,
aunque generen desechos tóxico. Todo es competencia, por ello es el más
enérgico, el más hábil, el que mejor haya sabido calcular los riesgos, el que
gana. Por ello las guerras ya no son una cuestión honor, sino una cuestión de
estrategia económica, de ahí que deban ser planificadas. En su búsqueda por la
satisfacción material, el Meme Naranja
solo cuenta consigo mismo, en su interés personal, en cuyo nombre todo está
permitido.
“Un profesor de Filadelfia pidió a sus estudiantes que enunciaran
comportamientos inadmisibles en la empresa. Silencio general. Cuando insistió,
un alumno especialmente brillante tuvo una idea: “Bueno, a pesar de todo, me
imagino que uno no puede matar a sus subordinados”. Ese “me imagino” es absolutamente impensable. En cualquier caso, dio pie
a que se lanzara el debate, pero los estudiantes no pudieron ponerse de acuerdo
sobre ningún otro comportamiento verdaderamente reprensible. El profesor,
atónito intentó hacerles comprender que tal amoralidad iba a crear un mundo
difícil para vivir. Sus estudiantes le trajeron bien pronto a la realidad: “Es
el mundo en el que ya estamos viviendo.” (Serge Halimi “Étique e
liberté economique”, Le Monde Diplomatique, febrero de 2.005, p. 2.).
¿Por qué hemos de rasgarnos las
vestiduras por lo que ciertos personajillos de nuestra política y de nuestro
mundo empresaria y financiero llevan a cabo? Son así y, en principio, no pueden
actuar de otra manera.
Todos ellos, como buenos Memes Naranjas poseen una visión
positiva de la vida y una buena dosis de confianza en sus propias capacidades,
aunque siempre vista desde su egoísmo
y narcisismo. Pragmáticos, curiosos e
innovadores, aprenden por el método de ensayo y error, y lo llevan a cabo a
partir de fuentes de las que no les importa como han sido conseguidas. A ellos
les debemos, en contrapartida, muchos de los llamados logros científicos. Para ellos, el universo y el mundo son una
maquinaria racional perfectamente engrasada que sigue leyes precisas que pueden
ser estudiadas, dominadas y manipuladas en beneficio propio. De ahí su fe en la ciencia materialista y reduccionista,
que surgió en el siglo XV y cristalizó en el XIX y principios del XX.
Representan el 30% de la población mundial y poseen el
50 % del poder. Es aquí donde hay
que buscar una de las causas de lo que sucede en nuestro mundo.
Se conoce bastante bien como se
ha desarrollado la sociogénesis del Meme Naranja. Su afloramiento se
produce en plena época histórica, y sobre ello existe una abundantísima
información. Sabemos también que su emergencia se produjo, principalmente, en Europa
y en Los estados Unidos y de una forma bastante homogénea, cosa que no sucedió
igual con los Memes anteriores.
La emergencia de este Meme se produjo en tres etapas: a) Apareció primero a nivel intelectual,
allá a principios del Renacimiento. b)
En la época de la Revolución Industrial
(S. XIX), estas ideas se aplican a los asuntos de la vida. c) Por último, a finales de la década de los años sesenta del S.
XX, se convierte en el nivel de existencia dominante.
Todo comenzó, podríamos decir, en
una esfera meramente científica (la
Ciencia y la
Filosofía aún permanecían unidas. La última condena
inquisitorial llevada a cabo por el Meme
Azul, fue la de Galileo en 1633). También se refugia en la reflexión
filosófica. Montesquieu (1689-1755), en pleno Siglo de las Luces, decía:
“…recibimos tres educaciones distintas o contrarias: la de nuestros
padres, la de nuestros maestros y la del mundo. Lo que nos dicen en la última
echa por tierra todas las ideas de las primeras. Esto viene, en parte, del contraste
que hay en nosotros entre los compromisos de la religión y los del mundo; algo
que los antiguos no conocían”.
Éxodo rural, trabajo asalariado,
aparición del proletariado y de las primeras reivindicaciones sociales,
cuestionamiento de las normas del Meme
Azul, fin de la esclavitud, igualdad de derechos, un enriquecimiento sin precedentes,
por una parte; pobreza y miseria como antes nunca había existido por otra…,
insatisfacción frente a la rigidez social.
En los años setenta se produce
el último ataque violento contra el Meme
Azul: el mayo del 68 y sus subsiguientes consecuencias ponen en primer plano
los valores del Meme Naranja: responsabilidad, realización
individual, rechazo a todo tipo de autoridad, rechazo a las tradiciones…
¿Cómo se manifiesta el Meme Naranja en nuestra sociedad
actual? Dado el alto porcentaje de población inscrito en él y su alta tasa de
poder, se ha convertido en el Meme dominante;
por ello dirige la política, la economía y las decisiones internacionales,
aunque sigue centrado en los países que lo vieron nacer.
Pero ya desde mediada la segunda
mitad del siglo XX, sus valores comenzaron a ponerse en entredicho. Aunque por
una parte se considera que sus aspectos positivos son válidos: ser la primera
generación que (en teoría) no conoce el hambre, ni la guerra (en sus territorios),
tener el índice de mortalidad infantil mínimo, la esperanza de vida más
elevada, bastarles con pulsar un botón para tener luz, música, televisión,
coche…; pero sus defectos son inaceptables:
es necesario competir por todo. Ello
crea tensiones, stress, enfermedades… El Meme
Naranja desea que sus hijos sean los mejores de mundo a cualquier costo,
por ello se les fuerza; aunque, si no se deja que los niños se afiancen en el
desarrollo y manejo de las cualidades del Meme
Azul, para que domine los excesos del Meme Rojo, solo se conseguirá una variante
del Meme Rojo, poniendo en
dificultades su integración social.
¿Cómo convivir con el Meme Naranja? Al contrario que con el Azul, que no admitía ningún diálogo
respecto a su ideología, el Naranja si admite una confrontación directa, aunque
solo le interesen cosas novedosas, científicas, el progreso, la competitividad
y la imagen. No presta atención, ni considera importante, ideas o informaciones
que se salgan de esos parámetros. Ya que el Meme Naranja busca sobre todo satisfacción personal, y que para lograrlo
teje redes de poder e influencia en la que todos los implicados se apoyan y
todos ganan algo, donde todo es negociable o está en venta, desde la
personalidad hasta el nacimiento y la muerte, le bastará una mirada para saber
si nos sitúa entre los ganadores o los perdedores. Es importante saber que en
él apenas hay espacio para la emotividad y la intimidad, y que sus prioridades
son las alianzas comerciales y la explotación de los recursos del planeta. Para
él, un ser humano es algo negociable, un recurso que hay que gestionar lo mejor
posible. ¿Dónde lo encontramos? En Wall Street, los paraísos fiscales, la Costa Azul , las clases
mediales altas, la industria de la moda y la cosmética, los laboratorios
farmacéuticos, las entidades financieras, los grupos neocolonialistas, los
líderes políticos… La lista es larga.
Ninguno de los memes es bueno o malo, considerado
en si mismo, aunque potencialmente puede ser las dos cosas, incluso al mismo
tiempo. Sustentado en la ciencia aplicada
y en la tecnología, el Meme Naranja nos ha proporcionado poder
y logros inimaginables; pero, a la vez, ha causado terribles estragos: contaminación,
efecto invernadero, cambio climático, técnicas de guerra inimaginables,
incremento de las diferencias sociales, sentimiento de soledad en las
relaciones personales, ausencia de valores, vacío existencial… Esta violencia
del impacto del Meme Naranja ha
provocado la aparición de un nuevo meme,
el Verde
y, con él, emergieron también nuevos sistemas de valores y una vuelta hacia el mundo interno.
Los investigadores señalan que
el Meme
Verde es consciente de los límites del Meme Azul y del Meme Naranja;
y que por ello acepta el sacrificio de su yo,
a fin de establecer la armonía para si mismo y para los demás. Su rechazo hacia
el Meme Azul es el rechazo hacia
todo tipo de dogmas; su rechazo al Meme
Naranja es por su falta de armonía. Para el Meme Verde todo es relativo, no existen verdades absolutas, lo cual
implica que nadie puede imponer su verdad a nadie, y que cualquier decisión ha
de tomarse por consenso. Alcanzar la armonía,
para este meme, requiere de dos condiciones: Expresar lo que se experimenta
emocionalmente frente a cualquier situación. Y poner todas las cartas sobre la mesa, a fin de que pueda producirse
un intercambio sincero que permita llegar a un consenso.
Y aunque analice intelectual y
científicamente todas las variables de un problema, la decisión final se tomará
sobre criterios emocionales, teniendo
cuidado de no herir la sensibilidad de nadie. Para conseguir su propósito se
llena de paciencia y nunca tiene prisa. Es así como el Meme Verde crea un fuerte sentido de comunidad (el Púrpura lo había pretendido desde la
reciprocidad, el Rojo desde la
fuerza, el Azul
desde la creencia); y cualquier tecnología de comunicación le es útil
para sus propósitos: móviles, tabletas, Internet, redes sociales… A la vista de
lo que sucede a nuestro alrededor, ya podemos intuir por donde van los Memes Verdes.
El rechazo del Meme Verde hacia el Naranja es total (y viceversa).
Considera que la Tierra
es el hogar común de la
Humanidad y que sus recursos pertenecen a todos. Con el Meme Verde y, por primera vez en la Historia de la Humanidad , pasamos de
una visión etnocéntrica y egocéntrica del mundo, a una visión mundicéntrica.
El sentimiento de culpabilidad había desaparecido en el Meme Naranja; ahora vuelve con el Verde, pero no es el mismo, no es
sentirse individualmente culpable por haber obrado mal, sino sentirse
colectivamente culpable de “derrochar”
y “consumir” ante una sociedad que
nada en la abundancia, mientras gran parte de la humanidad pasa hambre.
Se considera que la aparición
del Meme Verde aconteció a
principios del siglo XX; por lo tanto, es un meme que aún está emergiendo en el centro de una realidad Naranja. También su aparición se inició
en el campo del pensamiento, lo que indica que la actividad mental cumple una
función importante en la aparición de los últimos memes. Filósofos y antropólogos como Foucoul, Lyottard, Darrida, E.
Morin, se caracterizan por un profundo rechazo al materialismo, al idealismo
y al racionalismo; hacen una fuerte
crítica de la tradición universalista de la Filosofía y se oponen al
historicismo. A su vez, sus adversarios
Naranjas los tachan de relativistas,
nihilistas y fuera de realidad. Encontramos movimientos paralelos en
arquitectura, pintura, literatura y otras artes. Existen algunos núcleos en el
mundo empresarial, sobre todo en la manera de dirigir y gestionar las empresas,
favoreciendo el intercambio, como prioridad frente a los objetivos exclusivamente
económicos.
El Meme Verde cala en las socialdemocracias de los países del norte de
Europa. En política predican estados de bienestar. Laicos y multiculturales,
luchan por proteger el medio ambiente, los derechos humanos, el comercio justo,
y generalizar servicios públicos eficientes de sanidad, educación y sociales,
aplicando impuestos fuertes y progresivos. Son tolerantes ante temas como el
aborto, la homosexualidad y las drogas blandas.
Un 10% de la población mundial ha alcanzado ya este nivel, pero su
cuota de poder es aún baja, un 15%,
lo que hace que su implantación e influencia, frente al poder que controla el Meme Naranja, sea aún marginal. Podría
decirse que se encuentra aún en una primera fase de su sociogénesis, aunque su crecimiento es muy rápido, sobre todo en
Estados Unidos y en aquellos países donde el Meme Azul es más débil. (Estos porcentajes pueden haber cambiado,
pue son de hace ya algunos años).
Algunos memes anteriores, como el Púrpura
y el Rojo, ni siquiera son conscientes
de su aparición. El Azul lo
ve como una amenaza nociva, mientras el Naranja
se encuentra convencido de que el sistema del Verde es inviable e ineficaz, al basarse en el relativismo y en las emociones
del ego. Allí donde ha arraigado, el Meme
Verde comienza a emerger a partir de la edad adulta: el sistema social y la
educación le han preparado para ello. En otros lugares, el proceso evoluciona
de marea particular según los individuos.
Para lo memes anteriores no es fácil comunicarse con el Meme Verde, pues se requiere de una
visión que sea a la vez individual y colectiva. Por un lado, hay que escucharlo
como individuo, interesarse por sus emociones en relación a lo que acontece;
por otro, hay que ver su proyección hacia la colectividad y la comunidad. Su
premisa básica es la de adoptar un discurso correcto y respetuoso hacia todas
las sensibilidades. Saber que rechazará cualquier tentativa de tomar el poder,
de acelerar los procesos, de conspirar o de enfrentar a los unos con los otros.
Por ello, las empresas actuales, centradas en su mayoría en el Azul o Naranja, no saben gestionar al Meme Verde, como tampoco saben hacerlo
con el Púrpura o el Rojo. No les importa ser dirigidos,
siempre que se les deje aprender y vivir en la interrelación, el intercambio y
la cooperación.
El Meme Verde es un yo sensible.
Se encuentra centrado en la comunidad, en las redes y en la ecología. Se ha
liberado de la codicia y de los dogmas; su respeto y atención sustituyen a la
razón fría; su máxima preocupación es el establecimiento de vínculos horizontales
que se encuentren lo más lejos posible de toda jerarquía; dedica una gran atención
a la espiritualidad, la armonía y a
la necesidad del desarrollo humano. Igualitario y preocupado por valores
plurales, multiculturalista y relativista, es subjetivo y de pensamiento no
lineal. Con la actualización de éste meme,
la conciencia experimenta un auténtico salto cuántico hacia lo que será el Pensamiento y la Conciencia
de 2º Grado. Con ella, el pensamiento
humano podrá desarrollarse tanto horizontal
como verticalmente.
El hecho de que la emergencia de
los memes se lleve a cabo “trascendiendo e incluyendo”, le confiere
a este proceso una gran importancia. Cada uno de los memes que constituyen la Conciencia de 1º Grado, considera que su visión
del mundo es la única válida, y por ello reaccionan negativamente cuando se
sienten amenazados. Esto le ocurre también al Meme Verde. Y, como ya sucedió con los memes anteriores, el Verde también tiene un problema: niega el camino que le hizo emerger, al
aplicar su idea de igualdad a toda la espiral, sin tener en cuenta cuan
superficial o narcisista sea. Ken Wilber llamo a este problema Boomeritis, porque afectó a los Baby Boom, es decir, a la generación que
se formó a la terminación de la Segunda
Guerra Mundial. Fue en esta generación donde comenzó a
emerger el Meme Verde. Su máxima: “¡A mí nadie me dice lo que tengo que hacer!”,
se ha convertido en la esencia del narcisismo.
Boomeritis
es, según Wilber, un extraño contubernio entre una alta capacidad cognitiva y un bajo
narcisismo emocional. Así, la evolución de un meme pluralista se transforma en el refugio de una regresión a los memes inferiores más centrados en el yo (Púrpura y Rojo).
Igualmente, sus nobles intentos de trascender las normas conformistas y su pretensión
de ir más allá de una racionalidad demasiado rígida, para alcanzar una posición
no convencional (postconvencional), terminan abrazando lo preconvencional, lo que incluye facetas regresivas y narcisistas.
Donde más se ha apreciado esta
regresión es en los estudios culturales:
“…resulta manifiestamente imposible exagerar la inflación heroica del
ego que aqueja a la crítica literaria y cultural académica.” (Lentricchia).
“Boomeritis la sesgado de un modo significativo los estudios académicos, se
halla detrás de la mayor parte de las guerras culturales, se oculta en cada
rincón de la Nueva Era ,
impulsa la mayor parte de la actividad reconstructiva de la política de identidad
y a diario crea nuevos paradigmas. No existe ningún ámbito, sin importar cuán
inocente parezca, que haya escapado de su reformulación.” (Ken Wilber. “Boomeritis”. Edt. Kairós).
Boomeritis
constituye, pues, un importante obstáculo para el desarrollo completo del ser
humano, cuyo progreso ha de hacerse desde el Meme Verde, porque es precisamente
desde él que emerge la conciencia de 2º
grado. A parte de ser el pináculo de
la conciencia de 1º grado, es a la vez el que permite el salto a la conciencia de 2º grado: visión lógica
madura, perspectiva trampolín integral,
personalidad integrada…
El narcisismo de boomeritis
no es diferente de la rígida conformidad del estadio mítico-pertenencia del Azul
o del racionalismo materialista del Naranja. Cualquier meme pre-verde
se opondrá a la emergencia de una conciencia integral; por ello, las esperanzas
para alcanzar una humanidad más humana se encuentran en el Meme Verde (unos 50 o 60 millones de personas).
Hemos dicho que el Meme Verde está infectado de narcisismo. Quisiera aclarar lo que significa
esta palabra. Su origen es el mito de Narciso, que se enamoró de si mismo al
ver su rostro reflejado en el espejo de la superficie del lago, mientras la
ninfa Eco se convertía en piedra, esperando que Narciso de fijara en ella. Para
la psicología, narcisismo es un
desmedido interés en uno mismo, en la propia importancia, en las propias
habilidades…, También podemos llamarlo egocentrismo.
Pero el narcisismo no es únicamente sobrevalorar el yo y sus capacidades,
pues conlleva, correlativamente, una infravaloración de los demás y de sus
aptitudes. No es solo autoestima desproporcionada, sino devaluación del
prójimo. La psicología clínica dice que el estado interno que les caracteriza
es el de un yo vacío o fragmentado, por lo que intenta colmar ese vacío con un
movimiento egocéntrico, cuya finalidad es engrandecer el yo a expensas de
despreciar a los demás: “¡A mí nadie me
dice lo que tengo que hacer!”
El desarrollo de la conciencia
se produce a expensas de una disminución
progresiva del egocentrismo, por ello
Boomeritis, como patología o
enfermedad, es un verdadero obstáculo para alcanzar la conciencia de 2º grado. Cuando el niño pequeño pasa por su fase
egocéntrica, no significa que solo piense egoístamente en si mismo, sino que no
puede pensar, aún, en si mismo,
porque es incapaz de diferenciarse aún de lo que le rodea, ya que todo
participa de su conciencia. Pero el desarrollo supone una expansión de esta conciencia y una disminución del narcisismo, con lo cual se incrementa la capacidad de incluir cada vez más
mundo en ella.
Si dividimos el desarrollo
humano en preconvencional, convencional
y postconvencional (también podríamos
dividirlo en egocéntrico, sociocéntrico y mundicéntrico; o yo, nosotros y todos nosotros). El
niño pequeño es preconvencional
porque aún no ha aprendido las reglas y normas convencionales; es incapaz de
asumir el papel de los demás; no puede sentir respeto y compasión auténticos; y
por ello, es egocéntrico, egoísta y narcisista; lo que no quiere decir que
no pueda experimentar sentimientos hacia los demás; lo que si quiere decir es
que, comparado con los estadíos posteriores del desarrollo humano, sus
sentimientos y su moral se encuentran aún anclados en los impulsos, los
instintos y las necesidades fisiológicas.
El Meme Vede no es una utopía como predica el Naranja, el Azul o el Rojo;
aunque considere narcisistamente que el mundo sería un lugar maravilloso si todos
asumieran sus valores, si es una utopía desde el hecho que el Meme Verde no puede implantar a nivel
global este nivel de conciencia, porque aún no posee poder suficiente. Además,
es un meme muy frágil frente a los
otros memes. Incluso su tendencia a
resolverlo todo con el diálogo le hace ineficaz; pues cuanto mayor sea el grupo
implicado en el asunto a solucionar, se necesitaría una eternidad para escuchar
y tener en cuenta todos los puntos de vista y, si esto no puede llevarse a
cabo, se paraliza.
Su punto de vista: necesidad de un nuevo sistema de valores que
encauce el desarrollo humano de forma armoniosa y sin violencia, es
correcto. Basta mirar alrededor para darse cuenta de que nada va bien; de que
los individuos, las sociedades, el medio ambiente y el propio planeta, navegan
sin piloto en un intento de alcanzar la armonía. Por ello mismo, en él se dan
las condiciones para que se produzca una nueva emergencia: la del Meme Amarillo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario