miércoles, 17 de octubre de 2018

Esferas de manifestación de la vida.


<PÁGINA>: LA OTRA PALABRA
<TÍTULO>: Esferas de manifestación de la Vida.
<SUBTÍTULO>: La Libertad, patrimonio de la Conciencia Divina.
<AUTOR>: Alfiar
<CUERPO DEL TEXTO>:
Es de todos conocido que la Cabala es el aspecto interior y místico del judaísmo. Para los cabalistas, el "Libro del Génesis" describe cómo los Mundos de la Creación, la Formación y la Acción cobraron existencia y como la Humanidad llegó a descender al reino natural. El "Libro del Éxodo" trataría del retorno al Origen.
(...)

El Árbol de la Vida de los cabalistas con sus diez Sephiroth y sus cuatro mundos de emanación es un esquema holístico de la Creación, un mapa de la estructura del Universo y del Hombre ya que éste tiene dentro de sí todos los niveles de la creación. Y es que, para la Cabala, dentro del Plan Divino, la humanidad tiene un papel importante que jugar. Según esa tradición cada hombre es enviado aquí abajo para cumplir una tarea relacionada con un aspecto esencial del esquema total.
Este Trabajo de Creación para la humanidad es, según la tradición cabalista, la participación consciente en la realización de la Idea Divina. Mediante ella, el cabalista se vuelve cada vez más consciente de los mundos superiores e invisibles, sino que ayuda a introducir los influjos que proceden de esos mundos superiores en el mundo material.

Según los mensajes de los Seres de otros mundos o realidades dimensionales, las esferas o niveles de la Creación se desarrollaron en la siguiente secuencia:
- "Las esferas en las que se debe desarrollar el Plan del padre en lo referente a la manifestación de la Vida, se dividen en siete grandes clases. La primera de ellas se refiere a la inversión de la energía en su punto primario. Es allí donde se invierte la imagen, quedando replegada en si misma a través de la nota FA. Esto sucede de forma instantánea. La acción se precipita así misma, luego se contrae y alcanza su punto máximo de intensidad dentro de su orden consecuente.
La segunda esfera corresponde al proceso de expulsión de la energía. Llegada a un punto preciso de concentración del repliegue anterior, surge la nota DO, que proyecta la energía hacia un círculo exterior, donde conforma los límites actuando y delimitando su fuerza motriz. Allí, en el exterior queda en reposo por breves instantes, y surge de nuevo otra nota de este reposo, otro DO en diferente escala que hace que la energía cobre impulso para ir descendiendo en suave espiral, formando sucesivamente las otras cinco esferas siguientes.
El movimiento impulsor del primer estadio, solo lo proporcionan las notas FA y DO. Luego, a través del segundo DO, surge la cadena de fuerza que va a llevar esta inercia hacia los mundos de creación. Van sucediéndose las esferas de diferentes estadios de conciencia, van creándose mundos mentales en diferentes niveles, mundos de color y belleza en donde la idea humana de lo divino no tiene cabida.
Luego, la onda primera va cobrando densidad hasta alcanzar los llamados mundos astrales, en los que la imagen reflejada empieza a adquirir la forma; y de ahí, comienza el maravilloso universo de todo lo soñado como posibilidad de apariencia de forma, contenida dentro de unos límites físicos que le configuren objeto o cuerpo material.
De ese universo astral, se pasa al mundo material concreto. Pero no todas las formas astrales alcanzan la posibilidad de llegar a ser materializadas. Tan solo una pequeña parte de todo ese infinito mundo, es capaz de ser dirigida a través de las mentes humanas a alcanzar este objetivo. Depende de la voluntad del hombre, de su deseo y su ardor, el concretizar una idea y un sentimiento el que esas formas astrales vayan  abriendo su realidad hasta verse encerradas dentro de un hecho físico, bien sea un cuerpo o bien un acto realizado.
Estos mundos que se compenetran y que se interfieren los unos con los otros, como una auténtica cadena viviente, son lo más simple de las ideas creadoras puestas en movimiento. Corresponde al orden básico del primer elemento de creación en cuanto a la posibilidad de conseguir los estadios de la vida material.
Hay, aparte, grandes áreas de creación no material, donde la energía, aún siguiendo las mismas fases de su desarrollo, da a luz universos no concebibles, donde sólo la Luz y la Armonía de sus esferas es todo el objetivo a conseguir.
Se abren puertas infinitas de belleza donde el reflejo divino es largamente contemplado en un espejo interior jamás concebido, y de esa Madre de toda armonía surgen los estados más sublimes dentro de la realidad del Ser que Es, sólo y únicamente, en si mismo, en la mayor de las interiorizaciones.
Así es, dicho en pocas palabras, parte de la experiencia que tiene que recorrer la conciencia humana en su camino de retorno y, a través de un abanico infinito de posibilidades, los hombres deberán recorrerlo hasta que lleguen a encontrar al Padre, al Sueño del cual surgieron y al que deben de llevar su propio sueño dirigido y proyectado en una creación perfecta.
La Regla lo pide. La Ley es la misma para todos  los hombres y todos los planos. Sólo la libertad de cada ser escoge el camino que quiere seguir hasta la Fuente."
Sobre este tema de la Libertad, me comunicaron lo siguiente hace ya años.

"La libertad es dada al ser como un patrimonio de la conciencia divina, que el Padre ha implantado dentro de las conciencias humanas, para que sirva al desarrollo de su avance espiritual. Las grandes fuerzas de la creación respaldan este objetivo a alcanzar, pues todo el Universo resguarda y protege la iniciativa humana de perfección, a la que sólo se accede por y en el uso de esa libertad.
La vibración que le corresponde es la más acorde con el espíritu de la Ley. Las fuerzas emanadas adecuan cada partícula de la simiente de Vida que se expresa así misma, y por ello, sólo en la entera libertad del pensamiento, del deseo y de la acción, es que esta potencialidad de Vida puede ser expresada, desarrollada y transmutada en conciencia divina.
Entender esto: los pares de opuestos aúnan sus cualidades en pares disconformes, y esta actividad acelera el proceso de integración de los átomos que han de conseguir su transformación.
Analizar el comportamiento humano. Pocos alcanzan el derecho a la responsabilidad de aceptar sus acciones libres. La libertad pesa, a pesar de ser ligera y ata, a pesar de no tener ataduras. Su peso y sus ataduras son aquellas condiciones con que vosotros las revestís en una acción involuntaria de la conciencia, y es en eso mismo sobre lo que tenéis que actuar más que en el espejismo que llamáis libertad y al que miráis como un hito utópico a alcanzar. En sus ligaduras trabadas internamente es en lo que tenéis que trabajar, pues ahí es donde reside el verdadero espíritu de la libertad. Entonces, rotas estas ataduras, la verdadera libertad llega por si misma al hombre, como una lluvia silenciosa caída del cielo, que ningún ojo humano ha podido contemplar."

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