La Fuente Iluminada
(Continuación 2ª parte)
La ayuda directa.
Alcanzar la precisión exacta dentro de vuestras
visiones, porque de la fuerza y de la claridad de lo que percibáis dependerá el
servicio y la ayuda que podáis prestar a vuestros hermanos. Estáis ya en el
camino de la ayuda directa, y tenéis que entender que, allá donde estéis,
vuestro deber es emanar vibraciones de amor al límite, de armonía y serenidad
en la más profunda medida, para que así seáis un canal por el que esas energías
puedan alcanzar el plano físico. Debéis de darlas como un don reparador a todos
aquellos hermanos que necesitan de ellas para aliviar las tensiones, el dolor y
la confusión, que el miedo está despertando en ellos por los momentos que está
viviendo el planeta.
Ser como
una brisa suave que acaricie aquellos campos ardientes que reclaman el agua
abriendo sus secos frutos marchitos. Dejar que a vuestro través descienda esa
agua de vida que consolará al afligido en su grito silencioso, porque aquél que
esté necesitado será llevado a permanecer al lado de quien pueda proporcionarle
ese refugio en calma.
Ahora
estamos preparando muchos canales de ayuda fraternal de forma más intensa y
clara. La necesidad es perentoria y no queda tiempo para más dilaciones. Tenéis
que actuar en cada momento, en cada situación imprevista, puesto que esas
situaciones vienen encadenadas sin compás de silencio en su ritmo
Vosotros
debéis saber encajaros en este ritmo precipitado que está ahora marcando
vuestras vidas. La Luz
y la fe deben de ser los faros que os guíen en vuestro hacer hacia los otros, y
no dejéis de lado cualquier ayuda que se os pueda pedir, porque de pequeñas
cosas se está tejiendo el tapiz que va a envolver el destino del planeta.
Sobre la depresión.
Quiero hacer una reflexión para aquellos hermanos
que se debaten entre un estado de depresión, no consciente, que revuelve en su
interior aquellas sombras escondidas por largos años en lo más recóndito de sus
almas. Y esa intuición que también sienten en su interior, preclara y nítida,
que les hace comprender que forman parte de la imagen de la Creación, contemplándose
a sí misma en el espejo del mundo.
Ambas
fuerzas se debaten dentro de ellos como el reflejo de esas otras fuerzas que
también luchan fuera. Lo de dentro es como lo de fuera, lo de abajo es como lo
de arriba, pues esa es la
Ley. Por ello, es lógico que para que el equilibrio de la
balanza en este juego sea comprendido y jugado, la conciencia terrenal tiene
que estar abierta a ambas influencias, pues ellas son las causas que determinan
el proceso de creación armónica de nuevos factores, decisivos para el
desarrollo del proceso planetario.
Observar
dentro de vosotros mismos la tendencia de la parte inmóvil. Aparentemente no
produce daño alguno, pero en realidad desliga del vínculo creador cualquier
esfuerzo a cristalizar dentro de una voluntad primordial, que es el primer
avance de la energía de creación. Si el alma se esconde dentro de este aparente
"no suceder", los hilos que tejen la madeja de la descomposición
energética empiezan a solidificar la energía, inmovilizándola en esferas que se
petrifican a cualquier influencia, pasando a ser residuos negativos de campos
vibracionales amorfos.
Pero ante
el mínimo esfuerzo de esa voluntad primordial, un pequeño impulso de luz
empieza a girar lentamente y comienza a mover aquellos otros átomos que lo
rodean, cuya carga energética se va encendiendo paulatinamente a este contacto,
hasta conjuntar el primer giro de la onda de luz que mueve
la espiral. Entonces la voluntad siente que algo
motiva su conciencia, que algo nuevo está naciendo y quiere seguir avanzando
hacia otras circunstancias. Así, de impulso en impulso, empieza a crearse la
nueva realidad.
Entender
ésto que os explico y aplicarlo a vuestro trabajo, a lo que está dentro de
vosotros y a lo que está fuera. Aquello que se determina por el proceso de
creación, es la palanca que mueve el destino del mundo. Aquello que se duerme
en los deseos del hombre, es el abismo donde perecen los sueños de cambio de
cualquier circunstancia.
Por lo
tanto, comenzar el primer impulso, que es el más difícil de lograr y mantener,
con la seguridad de que éste mismo esfuerzo añadirá prolongación a la luz
inicial, y con menor dificultad podréis seguir en la batalla para lograr crear
aquello por lo que estáis aquí.
La esfera
es amplia y sus círculos son infinitos. Cabe en ella hasta el más mínimo
pensamiento de vuestra conciencia que desea alcanzar el estado de ser luminoso,
al que vuestro ser interno pertenece.
Al jal yoé ahím
Anadé yoé
Calcum diá
Bronché calím
Anaé tumbá
Olde mané
Ajún nadé
Ahí ajúm.
La noche
que cubre la montaña está revestida de tintes rosados que anuncian la temprana
salida de la aurora. Todo alrededor parece sumido en los pliegues de la sombra,
que baña con su levedad los rincones de la naturaleza, adormecida en la espera
de la luz. Sin más aviso, como señal del triunfo de la luz solar sobre la fría
penumbra que trajo el ocaso, el primer rayo rosado que anuncia la luz dorada se
asoma por encima de la montaña.
Tiene que
pasar un breve compás de arco y de flecha para que la línea de luz descienda y
encienda el fondo del valle. Pero la hierba espera gozosa este primer beso
cálido y luminoso, porque ha entendido, en la larga espera de la noche, que él
le traerá la esencia de vida que necesita para erguir sus hojas y dar comienzo
al nacimiento de sus frutos.
Este
paisaje que os describo corresponde al estado interior de las almas de aquellos
hombres que se esfuerzan en desarrollar un trabajo interno espiritual, pero que
por las dificultades que conlleva ese mismo trabajo, caen en las mil noches
oscuras, pequeñas o grandes, que los sumerge en estados depresivos donde,
aparentemente, el brillo de la luz queda apagada. A ellos, a su esperanza, van
estas palabras de aliento para que sepan atisbar el menor resplandor de la
llegada de la luz, cuando su valle interno comience a despertar.
Fórmulas de Luz.
Os quiero
decir algo que quizá no podáis entender de momento, aunque se que más tarde os
va a ser útil para los nuevos caminos que os tocan recorrer. Escuchar:
9 y 2
resultan de la suma del 7 con el 3.
Lo de
arriba se inclina y refleja.
Subir en 7
estancias donde florece el 1 como elemento solitario.
Luego, esa
flor única abre sus pétalos y crece en proporción inversa a la luz que fue
reflejada en el origen, dando con ello vida a los nuevos valores que por el 7 y
el 9 serán proyectados a la forma, para ser objeto de las nuevas creaciones,
sobre las que se basarán las normas que regirán los nuevos conceptos de la
esencia de la Vida
Humana.
Añade a
ésto una visión clara del proceso de la luz. Suma una voluntad desprendida de
los tortuosos caminos de la mente. Añade una semilla clara de verdad y fe, y
contempla el mundo nuevo donde las trasparencias serán logradas, donde el
reflejo será obtenido en su máxima pureza, tal y como conviene a la Obra.
Procurar
que la Luz sea el
manantial del que os nutráis, y no olvidéis que la energía que os recorre es
luz hecha movimiento y, por lo tanto, tiene que ser puesta en acción.
La túnica blanca.
Debo deciros algo: La clara luz empieza ya a
despuntar en el alba de los sueños, y todos aquellos que deben de ser
portadores de ella están ya investidos con la túnica blanca y con la mano
alzada en espera de su portación. Sólo quedan breves días terrestres para que
la luz descienda y se aparezca ante los ojos de aquellos que pueden mirarla.
Será un día glorioso en el que la música de las esferas será oída por muchos
oídos, y en el que los espacios siderales entonarán su canto de promesa de
futuro en todos aquellos mundos en que la Palabra resuena en forma de vida
Atender y
entender: Ya sólo faltan 999 ciclos, días terrestres, para que se abra la luz
del sol sobre la naturaleza viva. Los esplendores de la ciencia se abrirán, y
toda la comprensión humana alcanzará a ser imbuida de las más avanzadas ideas
sobre la verdadera naturaleza de la
Obra.
Si los
ciclos se cumplen en el orden establecido, la armonía cósmica invadirá vuestro
sistema. Rogar porque esto sea así y que, de una vez por todas, la Humanidad sea capaz de
pasar la puerta de perfección que ya está abierta ante ella. Mente analítica y
sacrificio no deben de ser la meta a conseguir. Amor y fluidez, con aceptación
alegre de las actitudes y de las circunstancias, es lo que se os demanda. La
alegría genera una fuerte impresión en las almas que son capaces de sentirla,
pero vosotros no tenéis alegría en vuestras
vidas porque la ahogáis en un exceso de análisis mental, que impide que esta
nota penetre en vuestro hacer.
Volveros
ligeros como una pluma sostenida en el aire, y dejar que sólo el amor sople
sobre ella impulsándola hacia la luz. Ser conscientes de ello y comprender que
un exceso de carga que defender oprime y anula los brazos, que deben de estar
ligeros y vacíos dispuestos a ser los portadores de la luz, que prontamente se
va a ver descender.
Sólo aquél que decide.
Sólo aquél
que decide, hace.
Aquello que
decidáis hacer, es lo que va a ser.
Comprender
bien ésto.
Si vuestras
voluntades ponen la primera piedra, la construcción se verá realizada con
prontitud. Si no lo queréis, el viento dispersará la energía del primer impulso
que hace girar la idea del proyecto, y esa idea desaparecerá en el éter, hasta
que otro primer movimiento la vuelva a lanzar a lomos de otra posibilidad de
creación. Si dais entrada a la luz, la luz entrará. Si dais entrada al servicio,
el servicio será prestado, arriba y abajo. Sólo os pido que vuestras mentes
estén claras y sin reservas a la hora de decidir.
Seguir
hacia adelante con la fe puesta en la firmeza del propósito, y éste se verá
cumplido. Ayer y hoy pueden ser mañana si el ojo vigilante sabe encontrar la
línea que une los mundos. Todo se escribe con el rasgo del futuro sobre el
papel del presente, todo pasado se modifica, y el encuentro de las tres líneas
sirven de eternidad a aquél que comprende.