EL MITO DE EROS
Y PSIQUE Y LA
PSICOLÓGICA FEMENINA
A LA BÚSQUEDA DE LO
FEMENINO INTERIOR
(IV)
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Eros y paique. Ninot de falla en el museo del ninot de Valencia. |
Terminamos la
última vez diciendo que Afrodita impone a Psique cuatro pruebas, las cuales
representan y simbolizan uno de los más profundos testimonios de la psicología
del inconsciente. El que el mito provenga de una época tan remota de
nuestra historia psíquica colectiva, no le ha restado ni un ápice de su valor y
actualidad, lo cual proclama su universalidad y atemporalidad.
Cuando Psique
acude ante el altar de Afrodita, esta le suelta un imponente discurso, pero,
¿por qué Psique debe acudir ante el altar de Afrodita? ¿No existe otro lugar en
donde acudir en busca de ayuda?
(...)
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Los Trabajos de Psique, 1873, John Roddam Spencer Stanhope. |
Dice Jung que
los procesos psicológicos surgen enlazados unos a otros en una gavilla de
ingenuidad; el problema que esto genera, la espera, su solución, son aspectos distintos
de una única y coherente estructura psicológica, de un complejo. Las cuatro
pruebas que tiene que realizar Psique forman parte de la estructura de este
"complejo" psíquico.
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La primera prueba de Psique. Vitral del castillo de Chantilly. |
Después de un
inflamado discurso, Afrodita muestra a Psique en que consiste su primera tarea:
le presenta un inmenso cesto lleno de diferentes tipos de semillas, todas
mezcladas, y le pide que las separe y clasifique y que, para ello, tiene de
tiempo hasta que llegue la noche; si fracasa, su castigo será la muerte. Psique
se enfrenta a una tarea que considera imposible; se echa a llorar y, una vez
más, decide suicidarse. Como en los cuentos de hadas, muchos de los cuales son
versiones modernas de estos viejos mitos, un ejército de hormigas acude en su
ayuda.
Las
laboriosas hormigas separan las semillas y las clasifican sin ningún error, terminando
la tarea antes de que comience la noche. Cuando Afrodita regresa, esperando ver
como Psique no ha podido hacer el trabajo, no tiene más remedio que admitir que
para tratarse de una infeliz mortal no lo ha hecho mal.
¿Pueden
percibir el tremendo simbolismo que hay en esta prueba? ¡Seleccionar y ordenar una pila
de semillas diferentes! ¿Acaso en la vida real, en las cuestiones prácticas de
nuestra vida en el hogar, en el trabajo, no es para muchos un desafío el
mantener el orden? ¿Acaso ese orden y forma no es clasificación? ¡Y que decir
de los contenidos de nuestro mundo interior! Pensamientos, sentimientos,
ideas... apiladas en desorden por los avatares de nuestra existencia,
desconocidos para la conciencia en su mayor parte. Si no realizamos ese
trabajo, nuestra vida se convierte en un caos.
Hasta cuando
un hombre y una mujer hacen el amor, podemos percibir en los procesos biológicos que se
desarrollan como, de la ingente cantidad de espermatozoides que él le entrega a
la mujer, ella, a través de su afinidad y receptividad, debe elegir uno para
producir el milagro de un acto creador. Con su capacidad clasificadora, lo
femenino, debe elegir una semilla y convertirla en fruto.
Son muchas
las culturas, entre ellas la nuestra, que han intentado eliminar esta
clasificación que debe realizar la parte femenina de nuestra naturaleza sustituyéndola por las ordenanzas y las leyes, las cuales establecen cual ha de ser la tarea que
han de realizar las mujeres, lo que las exime de tener que clasificar. Pero una
mujer, y lo femenino en general, debe saber diferenciar y discernir de un modo
creativo; de ahí que tenga que encontrar su naturaleza de hormiga (una cualidad
primitiva, ctónica y telúrica) para que le ayude. La naturaleza de hormiga no
es el intelecto ni la mente concreta, que pasa su existencia moliendo
continuamente todo lo que pasa por ella en inútiles elucubraciones, es algo que
no tiene reglas que seguir; por el contrario, es algo instintivo y lleno de
serenidad, algo que es peculiar de lo femenino.
Cada mujer
tiene su propia pericia para desarrollar y llevar a cabo este atributo
clasificador; también el lado femenino de cada hombre. De vez en cuando es
necesario hacer limpieza y deshacerse de lo que se ha ido acumulando y volver a
poner en orden lo que queda. Este atributo clasificador, no sólo tiene una
dimensión exterior, también tiene otra dimensión interior, y esta es la más
importante. El inconsciente nos proporciona una increíble cantidad de material
para clasificar. La clasificación de éste material interno nos protege, sobre
todo a la mujer y a su familia, de las tempestades internas que surgen de
pronto y tanto daño y dolor causan, a ella y a los que la rodean, por sus
excesos al exteriorizarse. Los sentimientos, los valores, la regulación del
tiempo, la demarcación del espacio, son también increíbles campos de
clasificación propios de las mujeres y de lo femenino en general.
Algunos
símbolos representan al matrimonio como un hombre y una mujer unidos espalda
contra espalda, indicando que cada uno protege al otro a través de sus facultades
peculiares. La tarea femenina consiste, no sólo en protegerse a sí misma, sino
también a su compañero y a su familia de los peligros del mundo interno: malos
humores, inflaciones del ego, excesos, vulnerabilidades y lo que hasta hace
poco tiempo solía llamarse "posesiones".
Estas son las cosas que lo femenino y, por lo tanto, una mujer, puede manejar
mucho mejor que un hombre, cuya tarea propia es enfrentar el mundo exterior y
mantener su seguridad para él y para su familia.
Las mujeres
de nuestra moderna, tecnificada y agresiva sociedad capitalista y patriarcal,
corren el peligro que supone creer que ellas tienen que enfrentar el mundo exterior
tal como lo hacen los hombres, lo cual deja desprotegido su mundo interno; es
a través de esa desprotección que se cuelan un gran número de problemas, siendo
los niños los que primero sufren las consecuencias de esta vulnerabilidad.
Quisiera aclarar que estamos hablando de psicología profunda, de procesos que
suceden en nuestra interioridad, aunque existan correspondencias entre los
niveles internos y externos.
Jung relata
el caso clínico de un hombre que acudió a su consulta. Jung le pidió que le
hablara de sus sueños, a lo que el hombre respondió que él nunca soñaba, pero
que su hijo de seis años soñaba intensamente. Jung le pidió que escribiera los
sueños de su hijo y así lo hizo durante varias semanas y, de una forma
inesperada para él, comenzó a soñar, a la vez que los sueños de su hijo
cesaban. Cuando se lo contó a Jung, éste le explicó que sin que él se hubiera
dado cuenta, había dejado de lado una dimensión importante de su vida, su
realidad femenina interior, y el hijo, también inconscientemente, se había
visto obligado a llevar esa carga por él; y señaló que la mejor herencia que le
podía dejar a su hijo era un inconsciente límpido y no la propia vida no vivida
y reprimida en la profundidad del inconsciente algo que tendrá que encarar como
"adversario interior". En
general, es la mujer la que tiende a esta desatención interna, aunque en el
paciente de Jung, la tarea que había recaído sobre el niño era la del padre.
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La segunda prueba de Psique. Vitral del castillo de Chantilly. |
Superada la
primera de las pruebas, Afrodita le dice a Psique que tiene que ir a un lugar
situado al otro lado del río y traer vellones de lana dorada de los carneros del Sol que
allí pacen. E, igual que la vez anterior, tiene de plazo hasta la caída de la
noche, o el castigo será la muerte. En este trabajo, Psique se enfrenta, por
primera vez con su propio poder y temeridad, pues los carneros del Sol viven
salvajes y es peligroso acercarse a ellos. Al contemplar la magnitud de la
prueba, Psique se derrumba y de nuevo quiere suicidarse. Camina hacia el río
que la separa del territorio de los carneros con la intención de arrojarse a
sus aguas. Y justo en el instante en que va a hacerlo, unos juncos que crecen
en la orilla del río la hablan y la aconsejan.
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Los juncos que crecen junto al río aconsejan a Paique. Vitral del Castillo de Chantill. |
Los juncos
son un humilde producto del lugar, de ese fango formado por la confluencia del
agua y de la tierra. Ellos le dicen a Psique que para recoger los dorados
vellones de lana de los carneros del Sol, no se acerque a ellos durante las
horas de luz solar, pues la embestirían matándola. Pero que cuando el sol vaya
a ponerse, en el momento del crepúsculo, cruce el río y cojan los vellones de
lana que han quedado enganchados en las zarzas y matorrales, pues con lo que
recoja así tendrá bastante para satisfacer a Afrodita, sin tener que poner en
peligro su vida, sin tener que aproximarse en forma directa a tan formidables
criaturas armadas de terribles cuernos.
La
masculinidad suele parecerse generalmente a un carnero salvaje cuando a la
mujer le llega el momento de tener que afrontar esa energía y asimilar esa
cualidad en su mundo interior. ¿Cuántas jóvenes llenas de femineidad, al
comenzar su vida de adultas, contemplan el mundo moderno pensando que han de
caminar a través de él con el peligro de ser atropelladas, violadas,
despersonalizadas, por la naturaleza carnera de la sociedad patriarcal? Esa
visión ensombrece sus semblantes.
Los carneros
del Sol representan o simbolizan esa inmensa cualidad, ese tremendo poder
instintivo, elemental y masculino que puede irrumpir de forma súbita, como si
fuera un bárbaro invasor, apoderándose de la personalidad. La experiencia de la
zarza ardiente de la Biblia
es un ejemplo de este terrible y trascendental poder que, descontrolado, causa
pavor allí donde se manifiesta. Este terrible poder surge de la profundidad del
inconsciente y avasalla al ego consciente, de ahí que haya que aprender a manejarlo,
sobre todo una mujer, pues un hombre está mejor preparado para controlar tal
energía.
El mito nos
dice, mejor dicho, le dice a la mujer y a lo femenino en general, como ha de
manejar la energía masculina y como debe aproximarse a ella. Los juncos la
aconsejan que no lo haga a la luz del día, sino en el crepúsculo, cuando la
potencia solar está al mínimo de su influencia. Los juncos aconsejan también a
Psique que no coja los vellones de dorada lana directamente de los carneros,
sino que recoja sólo los que hayan quedado enganchados en los matorrales y
zarzas. En la actualidad, podemos ver a demasiada gente que piensan que el
"poder" consiste en
arrebatar un vellón de lana a un carnero solar y luego aparecer triunfadores
bajo el sol del mediodía.
El poder es una espada de doble filo, de
ahí que el mejor consejo que se nos puede dar es el de que sólo se tome lo que
se necesita y tan apaciblemente como sea posible. El poder se amortigua cuando
podemos controlar las poderosas voces que resuenan en nuestro interior.
Extralimitarse en el uso del poder, lo convierte en algo perverso y violento
que sólo deja tras de si despojos y destrucción.
Los que
ingieren drogas saben de los terribles efectos de este poder cuando se
enfrentan a una experiencia interior. Los hombres y mujeres de occidente no nos
hemos dado cuenta aún que desde hace dos mil y pico de años, cabalgamos a lomos
de un carnero solar de inmensas proporciones, un carnero que después de
destruir el planeta está a punto de derribarnos y cornearnos hasta destruirnos.
El mito nos advierte que sólo debemos coger el poder que necesitamos en cada
instante, que hagamos el "sacrificio"
de desprendernos del poder que no necesitamos y que mantengamos nuestra
relaciones con él en un estado de equilibrio.
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Sanson y Dalila. Andrea mantegna 1495. |
La idea de
tener que tomar sólo los vellones que dejan los carneros, ya sea este poder el
uso de la energía científica-racional masculina, o el poder mal llamado sobrenatural,
puede parecerle intolerable a una mujer moderna. ¿Por qué una mujer ha de tener
tan sólo una parte de ese poder? ¿Por qué no puede, simplemente, abatir al carnero,
tomar su vellón y emerger triunfante como cualquier hombre? Eso fue lo que hizo
Dalila al cortar el cabello de Sansón y todo el mundo conoce la destrucción que
generó. El mito de Psique nos dice que una mujer puede obtener la necesaria
energía masculina para sus propias necesidades, sin tener que entrar en juegos
de poder. Hacerlo al modo de Psique, gentilmente. No es necesario cortarle los
cabellos a Sansón para arrebatarle su poder.
La pregunta
sería, ¿cuanta energía masculina es la suficiente? La respuesta es siempre: ¡el equilibrio!; es decir, tanto como
se sea capaz de manejar sin que la mujer pierda el control de su identidad
femenina y sólo use esa energía masculina como una herramienta de forma equilibrada
y con una clara conciencia de lo que maneja. Lo mismo es válido para el hombre:
él puede usar tanta energía femenina como pueda manejar, mientras siga siendo
un hombre equilibrado que recurre a su lado femenino de modo consciente. “Nada en exceso”, decía la segunda parte
del Oráculo de Delfos, después de indicar al hombre que se conociera a si
mismo, es decir, que tuviera conciencia de los dos lados de su naturaleza y los
mantuviera en equilibrio.
Cuando
Afrodita descubre, al llegar la noche, que Psique ha reunido los suficientes
vellones dorados para satisfacerla, se encoleriza y decide que esta será la
última vez que Psique supere una prueba.
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P. P. Rubens. Psuqe y su tercera prueba.1610. Museo del Padro. |
En la tercera
prueba, Afrodita envía a Psique a que llene una copa de cristal en uno de los
ríos del Hades, aquel que se precipita por un majestuoso torrente desde una
elevada montaña y luego desaparece bajo la tierra para regresar interiormente a
la cima de la montaña en una corriente circular, que tiene por extremos las más
elevadas cumbres y los más profundos avernos. Este extraño río se encuentra
vigilado por terribles y peligrosos monstruos y, no existe ningún lugar, cerca
del torrente, en el que Psique pueda detenerse para llenar la copa.
Fiel a su
costumbre, Psique se desploma abrumaba por la derrota; ni siquiera logra
llorar. La idea del suicidio vuelve a aparecer en su mente. Y, en ese momento,
el águila de Zeus aparece volando en el cielo. Este águila es una gran
compañera y amiga del rey de los dioses, incluso le ayudaba en sus escarceos
amorosos, por lo que entre ambos existía una gran camaradería.
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Max-Klinger-Psique, Júpiter y el águila. |
En este
tercer trabajo de Psique, Zeus ha decidido tomar abiertamente partido y acudir
en ayuda de su hijo Eros, por lo que le pide al águila que ayude a Psique a obtener
lo que quiere Afrodita. Esto quiere decir que Psique ha aprendido a hacer un
uso equilibrado de la energía masculina. El espléndido animal vuela hasta una
Psique abatida por la desgracia y le pide que le de la copa de cristal. Con
ella entre las garras, el águila vuela hasta el centro del torrente, inclina la
copa hacia las peligrosas aguas y la llena, devolviéndosela luego a Psique, con
lo que ésta logra finalizar con éxito la insuperable prueba.
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Burne Jones (1865) Eros y Psique |
El extraño
río sigue siendo el Río de la Vida y la Muerte que fluye, en
una corriente veloz y traicionera, entre resbaladizas y escarpadas riberas,
desde las elevadas alturas a los profundos abismos. Si uno se acerca demasiado,
puede ser arrastrado por la corriente y ahogarse en sus aguas, o despedazarse
al caer desde las escarpadas rocas. En este trabajo, el mito nos dice como debe
ser el vínculo que una mujer establece con la vastedad de la Vida: tomar sólo una copa de
agua. El polo femenino del Espíritu sólo hace una única cosa cada vez y ha de
hacerla bien y proporcionadamente. Puede tomar todas las copas que quiera, es
decir, puede realizar una segunda, una quinta o una décima actividad, pero ha
de hacerlo de una en una, ha de tomar una copa cada vez y de modo ordenado.
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Burne Jones (1865) El Águila y Psique. |
El aspecto
femenino de la psique humana ha sido descrito como si fuera una consciencia
desenfrenada. Ello se debe a que la naturaleza femenina está repleta de esa
rica variedad que constituyen todas las posibilidades de la vida; el problema
es que propende a actualizarlas todas a la vez, y eso es algo imposible, no se
pueden hacer todas las cosas al mismo tiempo. Muchas de las posibilidades que
se abren ante nosotros, se oponen entre si y debe elegirse entre ellas. De ahí
que se necesite la visión panorámica del águila, que al mirar el vasto río, es
capaz de enfocar su visión en un único punto; es así como se puede capturar una
sola copa de agua, es decir, una posibilidad de actualización del proceloso Río de la Vida.
En nuestro
mundo moderno es común escuchar herejías como esta: “Si poco es bueno, mucho es mejor”. Seguir esta ley, es construirse
una vida que nunca estará colmada, una vida que nunca se sacia, pues hasta
cuando nos encontramos inmersos en una experiencia provechosa, estamos a la vez
pensando y preocupándonos por otras cosas. El no lograr la satisfacción se debe
a que los planes que se proyectan para el futuro siempre se entrometen con el
presente.
El mito de
Eros y Psique nos recomienda que un poco de calidad, experimentada con elevada
conciencia, es suficiente. Como decían los alquimistas y los poetas, podemos
contemplar el mundo en un grano de arena, de igual manera podemos enfocarnos en
un aspecto de la vida, o en una experiencia, concentrándonos en ella, beber de
ella y quedar satisfechos. Entonces se puede pasar a la actividad siguiente de
manera ordenada.
..jpg) |
Copa islámica de cristal decorada con un lustre metálico. Museo Nacional de Damasco (Siria). |
La copa de
cristal es como el Grial: el contenedor del Agua de la Vida. El cristal es una
creación artificial, frágil y preciosa. Esta copa de cristal es un símbolo del
ego humano; una realidad psíquica construida por la naturaleza para que podamos
enfocar el mundo externo; y, ese ego, esa copa, es el contenedor de una pequeña
parte de la inmensa vastedad del Río de la Vida. Si el ego humano, como la frágil copa, no es cuidadosa
y sabiamente utilizada, el hermoso pero traicionero Río de la Vida lo hará añicos y romperá
el cristal en mil pedazos.
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Muchos seres humanos son rotos así por el Río de la Vida, de ahí que sea tan importante adquirir
una visión como la del águila, capaz de ver con claridad el lugar exacto en que
uno ha de penetrar en el Río de la Vida, para extraer, de un
modo justo, aquella posibilidad que se nos ofrece para actualizarla. El ego que
intenta actualizar algo de lo que discurre por el vasto inconsciente hacia la
vida humana consciente, debe aprender a tomar una sola copa de esa "agua" cada vez; si no, corre el
peligro de ser sobrepasado y una inundación de contenidos inconscientes lo
ahogará y quebrará.
Como
individuos, podemos mirar hacia la estrepitosa y arremolinada confusión en que
la vida se manifiesta ante nosotros y sentir también, con angustiosa desesperación,
que no podemos coger ninguna opción. Esto se debe a nuestro estrecho punto de
vista, que nos impide tener, con la suficiente claridad y precisión, una mayor
perspectiva. Es en este momento en que necesitamos de la peculiar visión que
posee el águila, una visión capaz de contemplar, desde una amplia panorámica,
el Río de la Vida y enfocar la visión
en un sólo objetivo que podremos coger para actualizarlo creativamente.
Visto desde
una ambición normal, es probable que sea algo que no tenga excesiva
importancia, pero es seguro que es un paso necesario para seguir progresando en
el crecimiento personal.
El cuarto
trabajo de Psique es el más importante y también el más difícil. Son muy pocas
las mujeres que llegan a este grado de desarrollo, y el lenguaje con el que el
mito nos lo cuenta puede parecernos extraño y remoto. Para las pocas mujeres
que alcanzan esta prueba, la información que el mito proporciona es algo de un
inmenso valor.
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Dante Gabriel Rossetti. Perséfone o Proserpina. |
Afrodita,
fiel a sus formas, vuelve a imponer a Psique una tarea imposible para cualquier
mujer mortal. Da instrucciones a Psique para que descienda a los Infiernos y le
pida a Perséfone -la Reina
de los Misterios, la más oculta y eterna de las doncellas del Hades- un cofre
con un ungüento de belleza que luego Psique debe entregarle a ella. Esta vez si
que Psique se encuentra sin salida, así que se dirige hacia una elevada Torre
desde la que pretende arrojarse a fin de escapar a su trágico destino.
Será la
propia Torre, elegida primero como huída, la que proporcione a Psique la
información que necesita para realizar la prueba. Una información de lo más
extraña. Psique es instruida para que acuda a un lugar difícil y apartado donde
ha de buscar la boca por la que respira el Hades, ya que desde allí, nace un camino
no señalado que conduce hasta el palacio de Hades, el dios del Averno.
 |
Imagen hipotética del estado de la Torre de Hércules en la Edad Media (entre los Siglos V y IX). Imagen propiedad de Enrique Cabarcos/Factoría gráfica. Copyright 1994. |
La Torre le dice a Psique que no
debe ir con las manos vacías, pues tendrá que pagar un precio para llegar a su
destino. Le dice que ha de llevar en sus manos una tarta de cebada y miel
partida en dos trozos y también dos monedas entre los dientes, así como toda la
fortaleza que pueda reunir para enfrentarse a tan difícil prueba. No se puede
entrar en el Hades gratuitamente.
Psique
encuentra la dirección correcta y desciende hasta el río donde encuentra a un
hombre cojo cargado con varios haces de leña. Algunos caen al suelo y Psique,
con generosidad, se presta a recogerlos y a ayudar al lisiado. Pero en ese
momento, recuerda que la Torre
le ha recomendado encarecidamente, casi le ha prohibido, que preste alguna
ayuda, puesto que ello la dejaría sin energías, energías que necesitará para
enfrentar la difíciles pruebas que la esperan más adelante.
.jpg) |
Spencer Stanhope. Caronte y Psique (1890) |
Después de cruzar
el río, Psique llega hasta donde está Caronte, quien le pide una moneda para
cruzar la laguna Estigia que rodea el Hades. Al cruzar la laguna, Psique ve a
un hombre que se está ahogando y que pide ayuda; pero ella, recordando el
consejo de la Torre,
debe negarse. Cuando una mujer está en el camino de enfrentarse a Perséfone, debe
reservar todas sus energías y todos sus recursos sin involucrarse en otras
tareas.
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El bosque de las harpías. Gustavo Doré. |
Ya en el
Hades, Psique se encuentra a tres ancianas, son las Harpias, las tejedoras del
destino de los seres humanos. También le piden a Psique que les de algo de comer a
cambio de revelarle cual será su destino, pero ella debe continuar sin prestarles
atención. ¿Qué mujer podría rechazar la oferta de las Harpís sin detenerse a
conocer algo de lo que les deparará el futuro? Psique había sido advertida por la Torre de que si pierdía o
gastaba inútilmente un trozo de torta por el camino, se quedaría sin el pago
que tendría que hacer en el momento más peligroso de su travesía, pues sin ese
pago jamás podría regresar al mundo humano de la Luz.
Ese momento
de peligro es su encuentro con Cerbero, el perro de tres cabezas, guardián del
Hades. Psique arroja a Cerbero la primera mitad de la torta y mientras las tres
cabezas se la disputan, ella avanza por un estrecho pasaje. Por fin Psique
llega a la antecámara de Perséfone, la eterna doncella, la que oficia en los
más profundos y ocultos misterios y, como la Torre la había prevenido, Psique rechaza la
hospitalidad que esta le ofrece. Sólo acepta una sencilla comida y, para
ingerirla, se sienta en el suelo. Una antigua ley establecía que cualquier ser
quedaba vinculado a cualquiera que le diera cobijo y hospitalidad, de forma que
si Psique aceptaba la hospitalidad de Perséfone, quedaría ligada a ella para
siempre y de lo que se trata es de liberarse de toda dependencia interior.
Persephone,+Evelyn+de+Morgan+(1906)+copia.jpg) |
1906 Evelyn de Morgan: Persephone. |
Los anteriores
trabajos interiores han fortalecido a Psique. Su fortaleza ha crecido en vigor
y en sabiduría, ello le ha permitido pasar los primeros peligros del Hades y,
ahora, le da suficiente valor para solicitar de Perséfone el cofre con el
ungüento de belleza que le ha pedido Afrodita. Perséfone se entrega el cofre
sin hacerle preguntas, con lo que Psique inicia el camino de regreso.
El mito
cuenta que Perséfone le entrega a Psique "un cofre que contiene un
secreto mágico"; más adelante veremos que sucede con ello. Por ahora,
Psique vuelve a encontrarse con Cerbero y le da la otra mitad de la torta,
también usa la segunda moneda para que Caronte la cruce de nuevo por la laguna
Estigia. Y he aquí, que cuando ya está a punto de finalizar la prueba, la
última de las recomendaciones que le había dado la Torre resulta ser demasiado
para Psique y ella desobedece el consejo. La Torre la había aconsejado que nunca abriera el
cofre, ni hiciera preguntas sobre su contenido. Pero cuando Psique casi ha
conseguido pasar la prueba y tiene a la vista la luz del mundo humano, es
tentada por un pensamiento muy femenino: "Tengo en mis manos la belleza de Afrodita -piensa Psique-, ¿por qué no echar una mirada al cofre y
tomar un poco del ungüento para llegar a ser tan bella como ella y así volver a
conquistar a Eros?"
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Psique abre la caja que le ha entragado Perséfone. Jonh William Waterhouse (1903). |
Pensado y
hecho. Más, ¡ay!, al abrir el cofre, Psique descubre que está vacío, aunque
vacío sólo en un sentido físico, pues la Nada
emerge como un sueño infernal y mortal que cae sobre ella. Psique se derrumba
sobre el camino como un cuerpo sin alma al que se le han cerrado los sentidos.
 |
Anthonis van Dyck. Eros despierta a Psique del sueño en que la nada la ha sumergido. |
Eros había
estado observando todo el proceso de la prueba de Psique y advierte el terrible
destino que ha caído sobre ella, por lo que escapa de la custodia en la que lo
tiene su madre para acudir en ayuda de Psique. Llega hasta ella y borra de su
rostro la huella del mortal sueño, logrando introducir de nuevo a la Nada en el cofre. Luego, con
la punta de una de sus flechas, la despierta. Eros regaña a Psique por su
imprudencia de sucumbir a la curiosidad, una curiosidad que ha estado a punto
de costarle la vida. Eros da instrucciones a Psique para que concluya su tarea
y ésta se presenta por fin ante Afrodita con el misterioso y terrible cofre.
 |
Eros ante Zeus |
Cuando Eros
deja a Psique para que se presente ante su madre, el dios vuela hasta su padre
Zeus y le pide ayuda para su relación con Psique. Zeus amonesta a Eros por su
voluble conducta anterior, pero accede a sus ruegos y convoca una reunión de
todos los dioses del Olimpo, pidiendo a Hermes que lleve a Psique ante él.
 |
Boucher.. "Le mariage de Psyché et de l'Amour" |
Cuando Psique está presente ante Zeus y la Asamblea de dioses, el padre de los dioses
anuncia que la tiranía amorosa de Eros ha sobrepasado los límites y que ha
llegado el momento en que Eros contraiga matrimonio, designando a Psique como
la esposa de Eros. Pero como Psique es una mortal, Zeus inviste a Psique de la Inmortalidad dándole
a beber una copa de ambrosía; luego, hace prometer a Eros que jamás volverá a
abandonarla y que será su esposa por toda la eternidad.
 |
Banquete de Eros y Psique. Giulio Romano. |
Cuanta el
mito que hubo en el Olimpo fiestas como jamás antes se habían celebrado. El
banquete nupcial estuvo presidido por Zeus y Hermes sirvió los manjares,
mientras Ganímides llenaba las copas de Ambrosía. También Apolo tocó su lira y
hasta Afrodita se sintió satisfecha y acogió feliz a los esposos. Llegado el
momento, Psique da a luz un niña llamada Placer.
¿Qué
significa éste último trabajo de Psique? Pues significa, ni más ni menos, el
paso al más profundo y completo crecimiento personal de una mujer; aunque no sería
prudente emprender un viaje así, a menos que se hayan realizado los trabajos
anteriores. Afrontar esta cuarta prueba demasiado pronto equivale, de hecho, a
fracasar. Igual de terrible puede ser también rehuir la prueba cuando la Vida la pone ante ella.
 |
A. Andrew González |
En la Antigüedad, pocas solian ser
las mujeres que enfrentaban las pruebas a las que fue sometida Psique; pero en
el presente, son cada vez más las mujeres de Occidente que son convocadas a
iniciar este proceso de evolución. Ellas, sean o no conscientes de ello, generan ese
poder interior. Por ello es importante afrontar la primera de las pruebas
cuando esta se presenta. Una vez que se ha iniciado el proceso es imposible
ignorarlo.
.jpg) |
Dánae de Jan Gossaert (1527) |
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Tiziano. Dánae recibiendo la lluvia de oro (versión de 1545-46 arriba y de 1553-54 abajo) |
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¿Qué es lo
que el mito y esta última prueba enseña a las mujeres? Si nos fijamos en cada
uno de los seres que aconsejaron a Psique en las pruebas anteriores, vemos que
son elementos de la
Naturaleza: hormigas, juncos, un águila. En cambio, una Torre
es el resultado de un trabajo humano, una obra levantada por el hombre a lo
largo del tiempo. La Torre
es el símbolo del legado cultural de nuestra civilización. Ese legado ayudó a
Santa Teresa y ella lo llamó "el
Castillo Interior". También ayudó a las mujeres en su lucha por su
liberación del patriarcado. La psicología jungiana está plagada de mujeres que están
desarrollando una nueva visión de estos fenómenos. Es de una enorme importancia
y utilidad aprender a discernir entre los modos antiguos -ya sean orientales u
occidentales- y los modernos senderos de realización personal. Pero sea como
fuere, al final, cada mujer debe encontrase en su propia "torre interior" y en su sendero
solitario, Como Dánae cuando, encerrada en una torre, recibe la lluvia de oro.
 |
A. Andrew Gonzalez. Sapientia. 1994 |
Psique ha de
abrirse camino ella sola, con sus propias fuerzas, hasta el Hades, es decir,
hasta lo más profundo de su inconsciente, recorriendo caminos de sombras, de complejos
reprimidos y olvidados, residuos de un pasado no vivido o no asumido y que
jalonan un camino no señalizado en las profundidades de su mundo interior. Y
para ello, sólo cuenta con la ayuda de su fortaleza y con el "saber" que le ha proporcionado su cultura
sobre estos procesos, con su legado cultural, la Torre.
 |
A. Andrewus González. Kore. |
Este sabio
legado aconseja a Psique que no se detenga mientras recorre el camino, que no
se desvíe por nada a causa de su generosidad o su usual bondad femenina, pues
ello le robará y restará fuerza y energía, se agotará y terminará
extraviándose. Carecerá de poder para pagar a Caronte o para afrontar a
Cerbero. Es por ello que esta travesía exige reposo, soledad interior y una
gran acumulación de energía. No se puede ignorar a los terribles seres que
pueblan el Hades; ha de pagarse un precio con la propia energía que es lo que
simbolizan las dos monedas y la torta de cebada y miel, dos cosas que hay que
cosechar y elaborar.
 |
A. Andrew González. Persephone. 2003 |
Tampoco hay
que desperdiciar la energía entregándola a Perséfone por su hospitalidad. Ello
abortaría el proceso. Esa parte de la interioridad de la mujer simbolizada por
Perséfone ha de ser honrada, pues en ella reside el más profundo de los
misterios, pero no hay que identificarse con ella.
 |
A. Andrew Gonzalez. The Source |
El cofre está
lleno de Nada. Psique había pedido
un cofre con un ungüento, pero según sus ojos, el cofre estaba vacío, aunque lo
llena una Nada que es el misterio
más profundo y valioso que nadie pudiera poseer, a nos ser la propia Gran
Madre. ¿Acaso el mito está queriendo significar que al más profundo misterio de
lo femenino no debe ponérsele nombre o etiqueta, que debe seguir siendo un
misterio? Sea como fuere, es ahí donde se encuentra el remedio de la propia
sanación. Incluso esa "curiosidad"
femenina que parece ser en principio negativa, es el paso necesario para que
Eros se decida a intervenir, pues sin él el proceso no podría concluir. Tal vez
tenga la misma explicación que el Grial que sólo sirve al Rey del Grial.
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A. Andrew González. The Golden Dakini 2000 |
Cuando Psique
desobedece, ella quiere ese misterioso ungüento para su propio uso y eso la
deja inconsciente. Es el momento más peligroso del proceso y aquí se producen
la mayoría de los fracasos. Identificarse con el Misterio es caer en la
inconsciencia y de lo que se trata es de conquistar la conciencia; la
identificación pone fin al proceso de evolución. Muchas mujeres que han tenido
el valor de realizar el viaje hasta ese punto, han caído en la trampa de
identificarse con el misterioso encanto de Perséfone (de "phero"
y "phonos" = "la que trae la destrucción"),
símbolo del profundo misterio de lo femenino, que convierte a la mujer en un
ser sin dimensión humana.
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A. Andrew. González Crescendo of the Heart |
Psique logra
salir de su identificación gracias al Amor, a su faceta masculina interior; el
poder masculino -el soporte del legado cultural-, el que acude a rescatarla de
su sueño de muerte, y es el pinchazo de una flecha de Eros -la punzada del
amor- la que vuelve a despertarla devolviéndola a la vida, pues sólo el amor
salva de la rigidez y el distanciamiento de una espiritualidad no compartida y
parcial.
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Mark Henson. Double Helix 1992 |
Aquí, Eros
también asume una tarea divina y ayuda a Psique a conseguir la inmortalidad. Es
cierto que la relación entre Psique y Eros ha sido difícil y llena de dolor,
pero al final el amor prevalece. Es el momento en que Psique descubre el valor
de la naturaleza arquetípica y divina de Eros. A partir de este momento, Psique
y Eros participan de lo divino y de una unión en el amor tal como fue prometido
desde el comienzo del mito, aunque la promesa esté expresada en términos
oscuros: "sólo el amor podrá
salvaros".
El problema
de Eros y Psique puede resumirse en una sola palabra: NIVELES. Todos los viajes, tareas y batallas de Psique -como los de
Perceval-, se comprenden mejor si los referimos a los diferentes niveles de la
conciencia. Al principio del mito, Psique es arrojada a un nivel intermedio
entre la muerte y la inmortalidad -el alma es la intermediaria entre la materia
y el espíritu-; la victoria de Psique en sus pruebas significa la integración
de estos niveles que en la conciencia ordinaria aparecen opuestos entre si.
Todas sus batallas son para reconciliar estos opuestos que actúan tanto en el
hombre como en la mujer.
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A. Andrew González. The Oracle of the Pearl 2001 |
Los sueños
nos hablan de estos niveles. ¡Cuántas veces subimos y bajamos escaleras,
acantilados, los pisos interiores de un edificio, montañas, en los sueños! Ahora,
como hace dos mil quinientos años, Psique sigue luchando por ser la mediadora
entre estos niveles; en el tiempo transcurrido sólo han cambiado los detalles.
Una mujer moderna se despierta un día cualquiera y encuentra que todo es belleza
y revelación, y, otro día, le pide a los dioses que la dejen en su humilde
tarea cotidiana. Así, hasta que Eros la arrebata hacia su reino luminoso. Es de
este encuentro de lo que trata el mito, mostrándole a la mujer que fallar en
alguno de los niveles -material o espiritual-, es fallar en el proceso de
evolución que se desarrolla en su interior.
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A. Andrew González Saltatus Aeternum. 1998 |
A la mujer
moderna le aterroriza el hecho de que si explora ese mundo interior, tal vez
luego no encuentre el camino de vuelta al mundo cotidiano. Este es un peligro
que hay que correr y es fácil pensar que se puede elegir entre uno u otro. Jung
decía que aunque el hombre medieval aún vivía entre este y el otro mundo, el
hombre moderno tiene que vivir en ambos mundos a la vez. Hoy, el hombre y la
mujer, no pueden recluirse en un convento o retirarse a los Himalayas para
desarrollar su espiritualidad, y tampoco pueden en exclusividad volcarse sobre
su familia, su profesión y la actividad diaria. La tarea de un hombre o una
mujer de nuestra época es la de soportar tanto lo espiritual como lo material
en el marco de su vida.
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A Andrew González Passion 2000 |
La promesa
del mito es la hija que nace del amor de Eros y Psique y que recibe el nombre
de Placer. Cuando una mujer haya
crecido lo suficientemente en fortaleza y sabiduría, los elementos beligerantes
que le costaron tanto sufrimiento y tanta ansiedad, se volverán complementarios y producirán la gran obra de arte que es la propia vida
realizada en el Amor.
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A. Andrew González The Sacred Marriage 1995 |
(Continua)
Buenísimos!! Por dónde sigue? No encuentro la siguiente parte, ya leí las anteriores. Muchísimas gracias!
ResponderEliminarSoy AtAlAntA
Muchas gracias por compartir tu trabajo. La interpretación del mito de Psique y Eros ha sido profunda y brillante.
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