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Francisco Padrón |
<PÁGINA>: LA OTRA PALABRA
<TÍTULO>: El sonido del un corazón humano.
<SUBTÍTULO>: Bajo el sol de medianoche
<AUTOR>: Alfiar
<ILUSTRACIÓN 1>: Dibujo recibido por comunicación telepática.
<SUMARIO>: "Este es nuestro mundo -de acuerdo, un desastre-, pero es el que tenemos y vamos a intentar arreglarlo." (Paco Padrón)
<CUERPO DEL TEXTO>:
Con el sonido del latido de un corazón humano, comienza el programa de
radio que Paco Padrón emite de lunes a viernes, a partir de los primeros
minutos del inicio de cada día, desde Onda Cero, en S/C de Tenerife. Para mí,
ese sonido es el del propio corazón de Paco Padrón. Un corazón que dejó de ser
niño en la Escuela
del Gran Teatro del Mundo y que, por ello mismo, después de que nació de nuevo,
volvió a ser niño. Es decir: humilde, soñador, desfacedor de entuertos en lo que al tema OVNI se refiere, cálido
con los amigos que son todos los que se acercan a él con uno u otro propósito,
con cierta sabiduría socarrona y comprensiva ante las demandas del personal...
En definitiva, es el sonido de un gran corazón cuyo latido ayuda a que otros
corazones latan hermanados ante la fascinación que, como un espejuelo, las
gentes sienten por ese conjunto de temas, amplio y diverso, que él engloba bajo
el título de "Otros Mundos y Otros
Misterios".
(...)
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La unión mente-corazón. |
En Agosto de 1991, procedente de esos Otros Mundos, llegó a mis manos ese extraño dibujo que ilustra esta
página en que se dice: Allí es el Sol de
la medianoche. No había nada más en el mensaje, solo ese dibujo y esas
pocas palabras, pienso que para aquellos que tengan ojos para ver.
Cuando Paco me llamó por teléfono, un lunes 18 de Mayo para participar
en una tertulia en el programa "Sol
de Medianoche" que ese mismo día se inauguraba, acepté encantado. Pensé
que podría ser una grata experiencia el poder participar por una hora semanal
en uno de sus mundos particulares y, de paso, aprender de su gran dominio,
versatilidad y buen hacer en ese difícil arte de usar la palabra como
instrumento de trabajo: no sólo para transmitir información, sino para
transmitir su propia y particular manera de ver la vida. No me equivoqué. A lo
largo de unos pocos lunes he podido comprobar como la camaradería, el buen
humor con el que se enfrentan los problemas, la afluencia de gente a pesar de
la hora, las improvisaciones, las llamadas de los oyentes deseosos de que se
les escuche, constituyen una atmósfera grata y enriquecedora, pienso, mucho más
que lo que a veces pueda decirse por los micrófonos.
Una experiencia grata e inolvidable fue la que vivimos la noche del
pasado martes 23, víspera de San Juan, en la playa de Socorro, lugar mágico y
de trascendencia espiritual para la historia de esta isla. Paco erigió allí una
gran hoguera, alrededor de la cual reunió a una multitud de amigos, con los que
compartió el ritual del misterio del fuego, purificador y creador a la vez.
Juntos, arrojamos a la hoguera aquello que ya no nos servía a nuestro caminar y
que por seguir aferrados a ello -idean, sueños, pensamientos, conductas, querencias...-,
eran pesados fardos que oprimían nuestras espaldas, retardando nuestro paso.
Detrás de este Paco Padrón que todos conocemos, radiofónico,
periodístico, televisivo a veces y, él también, congresista y tertuliano otras,
hay un ser que paciente e incansablemente, aceptando las experiencias que su
vida le trae, ese pan nuestro de cada día que no ha de faltarnos si queremos
convertirnos en seres luminosos, aprende con amor y sin resentimiento el camino
que conduce a su propio corazón. En una vieja revista que él creó llamada "Akhenatom" encontré estas
palabras que tal vez no haya olvidado:
"He vivido experiencias alucinantes que
sólo me han producido el rechazo al otear un mundo negro, angustioso, que por
supuesto NO era el camino que yo buscaba (y sigo buscando) caracterizado por su
BRILLANTE LUZ."
El sabe ahora, de ello no tengo duda, que antes de encontrar la Luz uno debe enfrentarse a la
más terrible de las sombras, esa que en las tradiciones esotéricas, que él
también conoce, se llama El Guardián del
Umbral. No importa en que tipo de experiencia, no importa en relación a qué
o a quién, pero que surgida de nuestra propia interioridad, construida por
todas esas energías oscuras, conflictuadas y no asumidas de nuestra propia
realidad, yacen ocultas, esperando su momento de entrada en escena, cuando nos
acercamos al templo de la Luz
en nuestro propio corazón y golpeamos la puerta para entrar. Y nosotros, por
rechazarlas, por creer que no nos pertenecen, las proyectamos sobre amigos o
enemigos, viviendo como realidad lo que sólo es ilusión de nuestra imaginación.
En ese pequeño y esférico lugar que es nuestro cerebro, la sede
biológica de nuestra mente, y como decía el ritual del fuego, allí donde el
agua de nuestras emociones y sentimientos, el aire de nuestro pensamientos y
sueños, y la tierra de nuestra realidad física se juntan, se enciende el fuego
de la mente. Luego, en la terrible agonía de la depresión y en la angustia de
la duda, enfrentamos y quemamos toda esa energía oscura que hemos ido acumulando
a lo largo de nuestras vidas.
Esta prueba de fuego nos
proporciona una más amplia visión de
la realidad y de nosotros mismos. Esta visión no es conocimiento, ni siquiera
conocimiento científico, sino, simplemente, visión porque el velo a través del cual antes se veías la realidad,
ha sido destruido por el fuego. Y vemos
como creamos nuestro mundo externo con aquello que rechazamos de nosotros
mismos.
Y cuando la última llama perece con la última sombra, la puerta se
abre y un nuevo mundo claro y luminoso aparece, con más conciencia, con más
sabiduría... Hasta el próximo umbral, hasta el próximo Guardián, hasta la
próxima visión, cada vez más amplia... Así escalamos la escala del Ser que
somos hasta completar nuestra Totalidad.
Como consecuencia de este combate con nuestro dragón personal, uno sabe, donde se encuentra escondido el
secreto de nuestra propia evolución espiritual, y lo digo con palabras tuyas,
Paco, escritas hace tiempo:
"Sé
TU MISMO, y que tu vida se desarrolle en auténtica paz y armonía, haciendo a
los demás lo que desearías para ti. Esa es la llave de la Evolución, de la
constantes protección, del caminar por el Sendero."
Es cierto que la
Verdad y la
Vida Superior habitan en el corazón de cada ser humano y que,
cada uno, por sí mismo, puede y debe encontrarla. Pero yacen en lo profundo, y
sólo después de que las aguas han removido los obstáculos, es posible
extraerlas de sus profundas simas. Esto lo sabe el que ha sido bautizado por
fuego, pero ésta es una verdad que a nadie se obliga a aceptar.
Tal vez por todo esto, hay muchas cosas por las que me siento
identificado con él, aunque en otras pueda diferir. Para mí, esta diferencia es
una de las grandes maravillas de la Creación. Por eso también, siempre hay algo nuevo
que aprender en este trabajo de dar forma a nuestra propia realidad humana, y
aparte de su inmensa y gran capacidad y profesionalidad periodística, del que
éste humilde aprendiz tiene mucho que aprender, es de su realidad humana de
donde es posible extraer las mayores enseñanzas.
Desde esta página, desde esta Otra Palabra, deseo rendir mi homenaje
personal a un corazón humano que late puntualmente con el sol de la medianoche.
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