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Decíamos
en el artículo anterior que, tanto ayer como hoy, la ontogénesis recapitula la filogénesis.
Hay que añadir que una característica de todo ser humano es su debilidad. En el pasado prehistórico,
el homínido fue acosado por depredadores mejor adaptados, en principio, para
sobrevivir, que él. Lo mismo ocurre con el bebé lactante. Mientras la cría de
una cebra se pone en pie a las pocas horas de haber nacido para demandar su
alimento, en nuestra cultura, un ser humano ha de llegar a los 16 o 18 años
(hay sociólogos que lo amplían hasta los 30) para considerarse un adulto. Ante
esta debilidad, la principal tarea
de cualquier ser humano es subsistir. Los dos primeros Memes o los dos primeros niveles
de existencia se encuentra destinados a esta tarea.
(...)
El Meme Beige: Esta
primera etapa de subsistencia es individual. Toda la atención se encuentra
concentrada en el cuerpo y en las necesidades que este manifiesta: beber,
comer, dormir… Beige
dispone exclusivamente de lo que los psiconeurólogos llaman conciencia primaria. El ser no sabe que
es una persona, por ello carece de “yo” como centro de esa personalidad; ni siquiera tiene conciencia de estar separado. Se dice también que su conciencia es pleromática. Atrapado en el interior de
su cuerpo, y por las necesidades naturales de éste, que le crean tensiones
fisiológicas, se encuentra impulsado por estas a coger del medio que le rodea
aquello que le permita resolver estas tensiones. En el caso del bebe,
instintivamente, busca el pecho de la madre; si tiene sueño, se duerme; si siente
frío o calor, o algo le duele, llora y, poco a poco, aprende que su llanto
atrae la solución, desde fuera, a su malestar. En el caso del homínido, busca
alimento, busca un abrigo donde refugiarse de las inclemencias de la
intemperie; si sus pulsiones son sexuales, busca relacionarse con alguien del
otro sexo o del mismo.
Decimos
que todas estas acciones son automatismos, pues carece de una representación
conceptual de su entorno. Igualmente carece de la noción de tiempo, por lo que
es incapaz de alguna planificación. Aún así, puede llevar a cabo estrategias
complejas que denuncian algún tipo de inteligencia, aunque los especialistas
señalan que se deben a la activación de grandes sistemas neuromotores que actúan
en él, y cuyos efectos se movilizan en función de la activación sensorial de
que dispone, sin que ello tenga que ver con ninguna representación interna de
un yo que actúa.
Cuando
hacemos el esfuerzo de contemplar a estos homínidos en su lejano pasado, de no
más de un metro cuarenta de estatura y unos 50 kilos de peso, en su hábitat de
hace un millón de años, solo podemos sentir admiración y respeto por los que
son nuestros ancestros y, si nosotros estamos aquí, es porque ellos estuvieron
allí hace tanto tiempo.
Carecemos
de información sobre si, en la actualidad, existe alguna población que solo
tenga activado este nivel de realidad. Pero sí sabemos que, en el desarrollo de
un bebé, sus únicas preocupaciones parecen ser alimentarse, dormir, disfrutar
del calor de lo materno. Aunque el
paso por esta fase pudo durar millones de años, en el bebé representa una fase
muy breve y, aparte de la biológica, apenas tenemos alguna información sobre
ella. Solo distinguimos una gran agudeza sensorial capaz de percibir lo que
ocurre en su entorno.
A
pesar de que no conozcamos comunidades que pertenezcan a este estadío, por
desgracia, el Meme
Beige reaparece cuando la vejez se apodera de nosotros y activa demencias
seniles o enfermedades como el Alzheimer. En ambos casos, poco a poco, el
enfermo pierde su memoria, la facultad del lenguaje, la destreza de sus
movimientos, la capacidad para reconocer lo que le rodea, la imposibilidad de
llevar a cabo alguna planificación o la toma de decisiones. Podríamos decir que
ha perdido su conciencia humana.
Para la Dinámica Espiral , esta vuelta
a un nivel de existencia muy antiguo es considerado una regresión. Y aunque conocer este hecho no cambiará el sufrimiento y
las dificultades que esta regresión
conlleva, si puede modificar nuestra visión respecto a las personas afectadas;
considerando que, aunque ya no lo parezcan, siguen formado parte de la Humanidad y debemos
atenderlos, cuidarlos y respetarlos.
A
veces, la vida nos pone en situaciones extremas que conllevan una regresión al estadio del Meme Beige.
Situaciones límites en los frentes de guerra; mendigos de nuestras ciudades
acosados por el frío, el hambre y sus propios congéneres humanos; aislados en
las calles, en las cloacas o en los guetos
del tercer mundo y a los que solo les queda, si ello es posible, sobrevivir.
No
importa cuales sean los motivos por los que se produzca la regresión, la única actitud posible con estas personas es ayudarlas
a satisfacer sus necesidades fisiológicas; luego, se podrá intentar una
comunicación a otro nivel, bien sea emocional o racional. De lo contrario, la regresión será definitiva.
El
nivel Beige
es el meme fundador de la espiral
del desarrollo de nuestra existencia. Esto es verdad, incluso en aquellas
personas en las que predomina algunos de los memes siguientes.
Estadísticamente
se considera que el 0´1% de la
población del mundo puede encontrase o padecer una regresión a este nivel, y
que su tasa de “poder” es del 0%.
Con el
paso del tiempo, sin que se aperciban de ello, la estructura psíquica del
homínido o del bebé se ha ido desarrollando y, tal vez porque su naturaleza le
impulsaba a ello, sus problemas y necesidades básicas se han ido resolviendo.
Poco a poco dirige su mirada a su alrededor y descubre que se encuentra dentro
de un mundo misterioso y temible. Lo que acontece en este mundo le parece
incomprensible y lo interpreta como amenazador. Frente a esta amenaza, su
respuesta es doble: por un lado, para sentirse protegido, se reúne en grupos y,
aunque los homínidos y los bebés del estado anterior no vivían aislados,
ahora tienen la emoción y la sensación de pertenencia;
por ello, la tribu, la familia, es el centro de su existencia.
Desde un punto de vista psicológico, pensar, actuar, sentir, solo es posible
porque se pertenece al grupo. Su supervivencia se ha convertido ahora en un fenómeno
colectivo.
Por
otro lado, su respuesta consiste también en buscar explicaciones a lo que
sucede en ese mundo terrible. El comenzar a tener una percepción del tiempo, le
ha permitido observar que ciertos fenómenos naturales aparecen encadenados,
incluso que existe alguna relación entre una causa y su efecto. Al
desconocer la causa de algunos fenómenos, considera que han sido provocados por
algún espíritu, y que toda la naturaleza se encuentra “animada” por ellos (a esta creencia se la ha llamado animismo). Así, poco a poco, van
tomando cuerpo un conjunto de tradiciones, ritos y tabúes, a los que hay que
obedecer si se quiere sobrevivir con una cierta seguridad. Los encargados de
preservar el conjunto de este saber,
son los ancianos y los ancestros.
Podría
decirse que con el Meme Violeta o Púrpura aparece la memoria
colectiva y la historia, para la cual, el hombre es tal porque es el fruto de
un linaje y de una tradición. Todo depende del conocimiento que cada individuo
tiene sobre el grado de parentesco, que le vincula a los demás miembros del
grupo, dentro del cual, todos son iguales, todos son ricos o pobres, todos
están alegres o todos están tristes, a la vez. Una actitud diferente sería
excluirse del grupo. El culto a los
antepasados (sus últimos remedos son nuestro culto a los difuntos), se
incluye en esta creencia de que todo está lleno y animado por espíritus;
también los espíritus de los antepasados.
Mientras
su visión se dirige preferentemente hacia el pasado, su percepción del futuro
es muy limitada, tal vez porque la precariedad de su presente le impide
marcarse cualquier proyecto futuro. Toda la energía se concentra, además de en
sobrevivir, en el culto y el mantenimiento de las tradiciones, de los lugares
considerados sagrados y cuidando de no infligir los tabúes. Con este pensamiento mágico, el mundo se ha
llenado también de signos.
Se
considera que un 10% de la población
actual del planeta se encuentra aún inmersa en este estadio. Todas estas gentes
se encuentran amenazadas por las sociedades que han alcanzado niveles de
realidad por encima del Meme Violeta, principalmente en aquellos países
en los que predomina en Meme Naranja, que desea explotar sus riquezas
y sus territorios, asesinándolos y masacrándolos.
El
bebé humano, deja de ser tal, cuando comienza a dejar la lactancia. Poco a poco
se va haciendo consciente de la presencia de su madre, su padre, sus hermanos y
de otras personas, con las cuales comienza a establecer relaciones de causa-efecto. Al principio de este
cambio, la interrupción del anterior vínculo es objeto de ansiedad y temor; por
ello, hacia los cuatro meses, el bebé utiliza objetos de transición: los
peluches, las muñecas o cualquier otro objeto, que le custodiará durante una buena
parte de su infancia, porque para él se encuentra investido de un poder mágico, que le proporciona seguridad. Esta sensación de seguridad o
inseguridad que desarrolla el niño en esta fase, le acompañará durante toda su
vida, vinculándose, o no, con los miembros que constituyen su familia.
Más
tarde, hacia los 12 o 15 meses, el lenguaje comienza a configurarse, y las
palabras que el infante balbucea se encuentran ligadas a los dos primeros
niveles de existencia, y tiene que ver con su bienestar físico y con su grupo,
su familia.
Para
que pueda emerger un nuevo sistema de valores, es necesario que se hayan modificado
las condiciones de vida. Para el homínido Beige, no
conocemos que factores provocaron la emergencia del nivel Violeta. Sheila Coulson, arqueóloga
noruega, ha descubierto en el desierto del Kalahari la huella del primer ritual
humano conocido de hace unos 70.000 años .
Debemos
ser críticos con nuestra propia cultura, cuando comete el injustificable error, de comunicación o de educación, de subestimar,
por prepotencia, la importancia que este nivel de realidad tuvo y aún tiene
para el desarrollo humano. El que este nivel se encuentra en nuestra
interioridad, lo pone en evidencia el interés que aún existe por la genealogía,
por las comidas familiares, por el carácter sagrado (cada vez menos) de la casa
de los padres…, por el boom de
novelas sobre magos (léase Harry Poter, El Mago de Terramar, etc.), por
nuestras supersticiones al creer en ancestrales tabúes; por recurrir, al margen
de su efectividad o no, a las llamadas medicinas tradicionales; por tener cerca
fotografías de nuestros seres queridos, vivos o no; por hablarles a las
máquinas cuando hay algún problema…
Se
hace evidente que aquel pequeño y frágil homínido logró sobrevivir, a pesar de
la precariedad de su vida, aunque tuvo que pagar un alto precio: el de no ser
más que una simple célula, apenas diferenciada de las demás células, que
constituían el grupo. La siguiente fase le proporcionará la posibilidad de
cruzar una frontera, de adquirir una identidad personal que le haga diferente a
los demás.
Tomar
conciencia de que uno existe como
individuo es un acontecimiento colosal, uno puede sentirse embriagado y
egocéntricamente sumergido en su propia identidad: ¡Yo! ¡Yo ahora! ¡Yo quiero! ¡Yo deseo! Sus gustos, deseos y
apetencias pueden ser diferentes a los del grupo donde se encuentra integrado.
Las personas que alcanzaron este nivel de realidad, tener plena conciencia de
un yo personal, debieron sentirse
omnipotentes, lo que las llevó a vivir al ritmo de sus deseo y pulsiones
demandando su inmediata satisfacción.
Poseer
un yo personal les permitió
proyectarse hacia el futuro con la finalidad de conocer como podrían obtener
aquello que deseaban; desarrollaron estrategias y se volvieron astutos. Aunque
esta proyección hacia el futuro no iba más allá de la obtención de resultados
inmediatos; aún no eran capaces de tener una representación mental de las consecuencias
de sus actos. Nadie ignora que la satisfacción inmediata e impulsiva de
nuestros deseos choca con los deseos de los demás. En aquel momento, esto que
es importante para nosotros, carecía de importancia, la ley era: cada uno a lo suyo. Ello hizo que el
mundo se volviera peligroso y se llenara de depredadores humanos. Para este
depredador humano imperaba la creencia
de que solo el más listo consigue lo que quiere.
Esta
actitud, en aquel entonces, no era por una falta de moral. Tal cosa como la ética o la moral aún no habían sido pensadas. El Meme Rojo en estado puro es un ser a-moral, su conciencia tiene un
desconocimiento completo de conceptos tales como bien o mal; por lo
tanto, carece de sentimiento de culpabilidad. La fuente de su poder personal es
la fuerza y que los demás lo
perciban así. Cree que su fuerza provoca admiración y respeto y se siente
extremadamente sensible a los efectos que esta fuerza y poder provoca en los
demás. Ser sorprendido en una posición de debilidad constituye para él una vergüenza
y un deshonor. Cuando la debilidad aparece, para ocultarla, se vuelve agresivo.
Aunque podemos encontrar agresividad en todos los niveles de la espiral, la que
manifiesta el Meme
Rojo es algo peculiar: no tiene miedo a la muerte, y es preferible
morir heroicamente antes que vivir con deshonor. Esto le convierte en una ser
temible. Una de sus características es negarse a sufrir la realidad de su
entorno natural o social. El define sus fronteras y lucha con coraje y valentía
para mantenerlas.
¿Qué
motivó la aparición del “yo”? Al
parecer son múltiples y su importancia parece depender de diversos factores,
según las culturas donde se haya llevado a cabo la transición. No tenemos
espacio aquí para considerarlas, pero lo que si se hace evidente es que ello
provocó un cambio en el tipo de organización grupal. Se estima que ello se produjo
hace unos 10.000 años.
Al
desaparecer el igualitarismo comunal, llega un nuevo tiempo: el de los grandes
imperios, donde el más fuerte es el Rey y los demás acatan sus decisiones,
dentro de una estructura piramidal en la que, por debajo del rey, cada elemento
ocupa una posición desde la que obedece y manda. Tal vez como herencia del
mundo de los espíritus, el rey se identifica así mismo con un Dios, al que
representa y que le transmite su poder. Desde Conan hasta los líderes de
las pandillas ciudadanas, pasando por los héroes griegos y los señores
feudales, pueden servir de modelo. Basta conocer la historia de los grandes
imperios de la Antigüedad
para entender de que estamos hablando.
¿Existen
Memes Rojos
en las sociedades actuales? Se considera que 20% de la población adulta en el mundo tiene, como nivel de
conciencia predominante, esta realidad de existencia, y se encuentra presente,
en más o menos porcentaje, en todos los continentes. Aunque aún posee una gran
influencia, el poder absoluto que tuvo en el pasado ha desaparecido, siendo
sustituidos por estadíos situados en niveles que emergieron después. Aunque
algunos intentan que vuelva.
En la ontogénesis, hacia los dos años, el
carácter del niño cambia repentinamente y usa toda su energía para oponerse a
todo y a todos. ¡No! Es su palabra
favorita. Cuando quiere algo lo exige con violencia, generalmente en público,
enrabietado y con llanto estridente, intentando activar en los padres una
sensación de vergüenza. Tirar la comida, derramar el vaso de agua…, forman
parte de repertorio. Aunque no lo entendamos, esta fase es necesaria y crucial
para su desarrollo, por lo que los educadores han de poseer un sutil sentido
del equilibrio. Si se le fuerza demasiado para que se controle en exceso, la constricción perdurará en él y la
capacidad para decidir se verá disminuida, o no podrá mantener una sana
frontera psicológica entre él y los demás.
Cuando
el Meme Rojo era dominante, nadie
corría el riesgo de enfrentarse a sus decisiones, a no ser que quisiera
arrebatarle el poder. En cambio, mantener una relación con él, en una cultura
situada en un nivel posterior al Meme
Rojo, es un asunto complejo. Tomamos ante ellos reacciones extremadamente
negativas, sin comprender todo lo positivo que ha aportado el Meme Rojo al desarrollo y
fortalecimiento de la conciencia humana. Él, es decir, la conciencia de tener un yo,
nos permite defender el respeto que un ser humano merece, no importa cual sea
su situación.
Todos
los Memes poseen la “semilla” de su eclosión en un nuevo Meme. Cuando la satisfacción
egocéntrica de la consecución de las necesidades, desembocó en procesos
desagradables y negativos, hasta el punto de hacerse insoportables, el ser
humano buscó una salida; entonces emergió el Meme Azul. Al principio podría
parecer que había generado un opuesto, pues ante el caos que genera el Meme Rojo,
el Meme Azul
necesita de orden y, para generarlo, se somete a una Verdad o Voluntad Última,
que proporciona sentido a su vida y proyecta un control absoluto sobre el mundo
y sus criaturas. Todo lo que sucede o pueda suceder es causa de esa Voluntad Última. No hay margen para el
azar. Esta Verdad Última surge de un
sentimiento interior que le lleva a controlar su impulsividad, de tal modo que:
toda su vida, pensamientos, palabras y acciones, han de conformarse a los
mandatos de esta Voluntad, de tal
manera que cualquier transgresión es considerada un pecado, una falta que, si comete, le hará experimentar un fuerte
sentimiento de culpabilidad. Esta emoción de sentirse culpable, que aparece en este estadío por vez primera, se
apoderará de la persona
Azul de igual forma que la vergüenza
se apoderaba del Meme Rojo.
Con la
eclosión de una Verdad Absoluta
aparecen también las nociones de “bien”
y “mal”, al igual que la noción de “moral”. Aspectos que no existían en el Meme Rojo. Por supuesto, como en los memes anteriores, esto no es algo que
aparezca de pronto y que afecte a todos por igual. En todos los procesos, son
individualidades las que comienzan a poner esta nueva emergencia de manifiesto;
y precisamente la llaman “meme” porque, como el “gen”, a partir de este
pensamiento, esta idea, se va construyendo poco a poco como una nueva
configuración personal y social. En los primeros memes, el lapso de tiempo para que la idea y la forma se
generalizarse, requirió de muchísimo tiempo; luego, en los memes siguientes, el proceso se fue acelerando, necesitando menos
tiempo para propagarse.
Durante
este proceso de generalización, se produce una dicotomía: están los que creen en esta Verdad Última (que el tiempo va incrementando) y los que la rechazan, los fieles y los escépticos.
Los que creen, se ven reforzados por
la adquirida identidad personal del Meme
Rojo. Consideran que los escépticos
lo son por ignorancia y desconocimiento de esa verdad, por ello hay que
atraerlos a ella. Surge así el proselitismo
que abarca desde la conversión libre
a la conversión por la fuerza. Todas
las religiones conocidas se sustenta en esta idea que emergió y se desarrolló
con el Meme Azul. Al igual que el Rojo, el
Azul tampoco
tiene miedo a la muerte, pues si ha cumplido con los preceptos de la Voluntad Única, tras la muerte obtendrá su
merecido premio.
El Meme Azul
apareció mucho antes que Roma y el Cristianismo aparecieran en el mundo. Se
cree que comenzó a formarse hace unos seis mil años y su aparición coincide con
el surgir de las ciudades, la arquitectura (templos) y la escritura (la palabra
del Dios), que es la que permite anotar las complejas reglas que han de regir
las sociedades. Se cree que la escritura nació en Sumeria, otros creen que en
Egipto, o simultáneamente en estos lugares, además de en Mohenjo Daro y Harappa
(cuyas ruinas se encuentran hoy en Pakistán). La Ley y
su Imperio emergió con las
teocracias y sirvió para fortalecerlas durante mucho tiempo. Alrededor del
siglo VI a. d. C. es el momento en que cristalizan los monoteísmos y las grandes
filosofías espirituales. Es el Tiempo
Eje como lo llamó K. Jaspers. Buda, Confucio, Lao Tsé aparecen entonces.
Cinco siglos después, aparece Cristo, y otro tanto más tarde, Mahoma.
Se
considera que el 35-40% de la
población mundial se encuentra movidos por este meme y que su tasa de poder real es del 28-30%. Arabia Saudí, Irán, el Vaticano, o Tíbet hasta la invasión
china, son un ejemplo aún vivo de lo que representa este Meme Azul. Pero no son los únicos, y aunque no lo parezca,
Inglaterra y Noruega tiene monarquías cuyo rey o reina es a su vez el jerarca
supremo de su iglesia. A nivel de grupos lo vemos en los mormones y comunidades
afines. También hay mucho de ello en el actual Estado de Israel considerado
como Estado de los Judíos exclusivamente. Y aunque a algunos pueda asombrarles,
los propios Estados Unidos de Norteamérica. Hay críticos que afirman que es una
teocracia camuflada. En el 2.004 una encuesta puso de manifiesta que el 48% de los norteamericanos creía que su
país estaba protegido por Dios. No es de extrañar, pues los peregrinos del Mayflower llegados en
1620, eran memes Azules.
Hacia
los tres años, y frecuentemente hacia los cinco o seis, el niño da comienzo a
una nueva fase de su desarrollo. Es la fase en la que interioriza reglas y
establece límites. La
Psicología la llama la fase en la que se define el superego freudiano. Es en este periodo
de nuestra vida cuando definimos lo que va a ser la estructura moral básica de
nuestra psique; comenzamos a tomar conciencia del significado de lo que es el “bien” y el “mal”, a la vez que aceptamos los significados reales de los
conceptos “recompensa” y “castigo”. También asimilamos un
conjunto de normas idealizadas a partir de los modelos que siguen nuestros
padres, la estructura social en la que estamos inmersos, el colegio, etc. Todo
ello nos sirve para conseguir un certificado
de complacencia, evitando así los consiguientes castigos por las probables
infracciones.
El problema
es que, a esta edad, carecemos aún de capacidades cognitivas; estas no surgen
hasta los nueve o diez años, por lo que las normas se nos presentan como algo
invisible, etéreo e intangible. Por ello no las puede modificar, ese sería su
deseo, para adecuarlas a sus caprichos (pulsiones del Meme Rojo que aún fon fuertes en él). Es la época en la que los
niños acusan a los padres de no seguir las normas que ellos predican.
Esta
fase, filogenética y ontogenéticamente consideradas,
implican tres problemas: 1º/ Meme Azul
no debe activarse demasiado pronto pues sería un obstáculo para un claro
asentamiento del Meme Rojo, que aporta el sentido de ser “yo mismo”. 2º/ Necesidad
de encontrar un equilibrio entre lo poco y lo excesivo. Demasiadas reglas
rígidas significan el sacrificio del “yo”.
El niño se vería obligado a reprimir en exceso algunas de sus actitudes y a
amplificar otras. Todo ello genera un profundo sufrimiento psicológico y un
falso respeto a los demás, generando un problema en la comunicación. Por el
contrario, la ausencia de normas, contra lo que muchos creen, no hace del niño
un ser libre, sino que lo transforma en un adulto esclavo de las pulsiones del Meme Rojo. 3º/ Si se tiene conciencia de ello, los padres serían los indicados
para facilitar la emergencia del Meme
Azul generando un proceso de individuación (C. G. Jung) adaptado a
las características del niño. Si esto se lleva a cabo demasiado pronto,
producirá desestabilización por falta de referencias para el equilibrio de la
personalidad; si es demasiado tarde, provocará una falta de autovaloración,
creando frustraciones en la adolescencia y provocando una regresión al Meme Rojo.
No es
fácil el trato con el Meme Azul. No admiten opiniones o comentario
sobre lo que el consideran Verdad Última,
sea la que fuere. Es considerada como una provocación y uno se expone a una
respuesta agresiva. En la jerarquía social del Meme Azul cada uno ocupa un lugar, y esta convencido que está en
ese lugar porque esa es la Voluntad Divina ; es difícil
convencerlo para que salga de ese lugar y tome iniciativas por si mismo; cuando
sabe que ha de realizar algo en nombre de la Verdad Última, llevará a cabo esa tarea como
fuere, aunque le cueste la vida.
Como
el orden es una constante para el Meme
Azul, es en las sociedades donde éste predomina, que han aparecido las Administraciones Publicas, Religiosas y
Militares, aunque sueles convertirse en sistemas rígidos, aquejados de un
cierto inmovilismo que se vuelve intolerable para los niveles de realidad
siguientes. Cuando el orden del Meme Azul es
aplicado, por ejemplo, a la dirección de una empresa, el jefe suele ser un ser autoritario, paternalista y controlador.
Este nivel tiene sus ventajas; de él han nacido los actuales sistemas
educativos, el derecho a la vivienda, la atención médica, las guarderías, las
actividades de ocio y culturales para entretenimiento del personal. Las grandes
empresas familiares, textiles y mineras de finales del siglo XIX y principios
del XX pueden ser consideradas como ejemplos.
Al presente, donde ocho niveles de realidad se encuentra en interacción, cualquier
sociedad que haya pasado por Azul no ha logrado aún liberarse totalmente de
sus improntas. Es cierto que, sobre todo en la llamada Cultura Occidental, que
muchas de sus reglas y leyes ya no funcionan gracias a la impronta del Meme Amarillo y Verde. Y en las organizaciones que sobreviven, muy abundantes aún,
ellas mantienen una barrera de normas que aún es necesario considerar.
Sintetizando
las características del Meme Azul podría decirse que: es conformista y
que la vida tiene sentido para el, si este sentido, esta dirección, ese
objetivo y ese orden que necesita, proviene de un Otro Todopoderoso. Su necesidad de orden desemboca necesariamente
en una dualidad enfrentada: esto está bien,
esto está mal, según se adecue o no
a las leyes, reglas y normas que en sus día emanaron de esa Verdad Absoluta. La violación de las
normas tiene graves repercusiones y toda su realidad funciona en una jerarquía
rígida. Este ha sido el fundamento de las antiguas naciones. Sus creencias son
literales y la regla de “la letra con
sangre entra” se la debemos a él.
En política, religión o en cualquier aspecto ideológico, llevado al extremo y a
la literalidad, le convierte en fanático. Podemos encontrarlo en la América puritana, en la China Confucionista
o en la China Marxista ,
en el Japón de los samuráis, en los códigos de honor de la caballería, en la Inglaterra de Dickens,
en las sociedades islámicas radicales, en las “buenas obras” de los Scouts o de otras organizaciones, en los
contextos patrióticos, en las mayorías morales… Su poder es considerable aún (28-30%) mantenido por el (35-40%) de la población mundial.
La emergencia del Meme Rojo y del Meme Azul ha servido para que el hombre se construya una identidad
personal y social. Sin embargo, en ambos memes han surgido situaciones
adversas: agresividad y vergüenza en el Meme Rojo y amenaza de castigo de la Verdad Última y sentimiento de culpa en el Meme Azul. Y, como en las
emergencias anteriores, primero imagina que puede llevar adelante su búsqueda
en solitario, para después sentir la necesidad de volverse hacia otros.
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