<Página>: La Orea Palabra.
<Título>: La espiral Logarítmica.
<Subtítulo> O el secreto del Verbo.
<Firma>: Alfiar.
<Ilustración>: Terracora pintada. Uacxastun (Guatemala). Museo Nacional de Antropología e Historia (México).
<Sumario>: El Gran Arquitecto, creador de las formas vivas, es el Número de Oro, el transmisor de la Vida.
<Cuerpo del Texto>:
En el Museo de Antropología
de México existe una figura que representa al hombre del futuro. Es una pieza
de cerámica que los arqueólogos han calificado como un recipiente en forma de caracol con figura humana, y que seguramente
es de carácter religioso. Pero la
realidad es que representa al hombre que ha llegado a comprender el significado
de la Espiral
Logarítmica, el hombre que ha pasado por las etapas del
Juicio, del Conocimiento, de la
Actividad y del Amor. Es el hombre renovado que ha ascendido
al mundo del Espíritu y que ha logrado aprehender entre sus manos el Presente
Eterno; el hombre que ha surgido al otro lado de nuestra Galaxia en espiral. Es
una extraña figura de terracota pintada que procede de Uaxatum, data de entre
el 600 y el 900 d.d.C. Y es el símbolo del Número,
la Forma y el Verbo.
(...)
(...)
Son los Números.
Dos tipos básicos de
Geometría existen en el Universo: la Geometría Estática
y la Geometría
Dinámica. La primera, no necesita de PI ni de FI; en la
segunda, siempre intervienen PI y FI. Podemos decir que el Cubo es la forma más perfecta de la Geometría Estática
y que la Esfera lo es de la Geometría Dinámica.
El Cuadrado y el Círculo,
el Cubo y la Esfera,
la Tierra y el Cielo.
He aquí las formas, los símbolos. En aquello que se asemeja a la Tierra -el Cuadrado-, no
hay PI ni FI; en aquello que se asemeja al Cielo -el Círculo-, está PI y FI. Y ambos mundos, lo estático y lo dinámico, la Materia y la Vida, se unen en la Gran Pirámide de
Egipto. Su forma, basada en el cuatro, implica una Geometría Estática; pero su
altura, en relación con PI y FI, es dinámica. Y por ello, toda ella,
en su forma (la raíz Pir significa Fuego), encierra el FUEGO del Espíritu y de la Vida.
En el interior de la
pirámide existe una cámara iniciática: la cámara del Rey. Tiene por base un doble
cuadrado y por altura la mitad de la diagonal de este doble cuadrado. Esto
quiere decir que sus dimensiones son proporcionales, y está proporción está en Razón FI.
¿Qué es FI?
Es el Número de Oro de Pitágoras. Es el
Número que señala la proporción más sencilla, llamada también media y extrema razón o Sección Aurea,
y que permite dividir una magnitud en dos partes desiguales.
En esta partición se
encierra un milagro: el milagro de que ese rectángulo que formaría la diagonal
de la base de la Cámara del Rey y su altura, es un rectángulo FI: en él se encierra el
secreto del Verbo.
Un rectángulo FI tiene la capacidad de dividirse hasta el infinito, dentro
y fuera de sí mismo, en un cuadrado y en un nuevo rectángulo FI, manteniendo siempre la Divina Proporción de la Sección
Áurea.
¿Por qué es tan
importante este rectángulo FI?
Porque es la estructura
sobre la que se apoya y resuelve la Espiral Logarítmica. Estructura que tiene la
notable propiedad de crecer por incremento terminal, sin modificación de la
forma total. Curva que parte de un punto fijo de tal naturaleza, que el área
polar de un sector es siempre un gnomon
(un número que, agregado a otro, o a una figura, no cambia la forma de éste)
respecto al área anteriormente obtenida. Esta curva es el fundamento matemático
del crecimiento y desarrollo de los seres vivos. Esta Curva es la Espiral Logarítmica; su forma de crecimiento es
solo característica suya y de ninguna otra curva matemática. Esta Curva es el
jeroglífico del Alma del Mundo o de la Vida Universal.
Nos la describe Platón en el "Timeo"
diciendo: "es
ese cuerpo donde afluye y de donde fluye un raudal (la Vida) ininterrumpidamente, y
desde donde ellos (los dioses), introducen los movimientos periódicos del Alma
Inmortal."
Son los ritmos, las
armonías. Las series de números como: los de la Octava Musical, la
serie de Nicómaco de Garéa, la de Fibonacci, o aquella serie de pares (razones)
que tienden hacia 1/FI, o 1/FI2.
Aquí se encierra el
secreto de la analogía y la correspondencia entre el Número, la
Estructura-Forma,
el Rítmo del Cosmos y el Hombre: del Macrocosmos y del Microcosmos,
el secreto del Verbo. Un secreto que
Platón y Pitágoras aprendieron en Egipto, pues ambos fueron iniciados en los Misterios. Aprendieron que allí donde
el Templo es una representación del Cosmos, interviene el Número y la Medida. "Este templo -dice una inscripción
del templo de Ramsés II-, es
como el Cielo en todas sus disposiciones".
Tal vez. desde más
antiguo, pero desde la
Gran Pirámide hasta la Catedral de Notre Dame, pasando por los templos
griegos y el templo de Salomón, toda la arquitectura llamada sagrada,
ha sido construida con Número, Medida (forma) y Ritmo (Verbo). Son construcciones que están vivas, porque la proporción y la armonía de la Vida late en ellas. Y nos
resultan bellas, dice Platón en "El
Filebo", porque "lo
que aquí se entiende por belleza de la forma, no es lo que el vulgo comprende
generalmente bajo este nombre..., sino algo de rectilineo y circular... Pues
estas formas no son como las otras, bellas sólo bajo ciertas condiciones, sino
que siempre son bellas en si mismas."
La vida vegetal, la
planta, el árbol, el tallo, la hoja, la flor, la semilla son cosas bellas. Y lo
son porque su forma de crecimiento -sólo la Vida crece y se desarrolla-, es un crecimiento
homotético, regido por la espiral de la pulsión cuadratal FI y el rectángulo director del módulo FI. La serie Fi es la
única serie que resuelve a la vez el problema aditivo y el geométrico. El
crecimiento y la forma. Y como esta razón es la razón característica de las
simetrías y crecimientos pentagonales, no debe extrañarnos que esa forma se
encuentre en los seres vivos, en las plantas, en los animales y en el hombre.
La serie Fi es la clave en Botánica, pues por ella se explica -Filotaxia- la
disposición de la forma de crecimiento en espiral de las ramas, las hojas, las
semillas. También el del Viento Solar se dispersa en el Cosmos en razón FI.
Este Gran Arquitecto Creador de la belleza
de las formas que es el Número de Oro, es el transmisor de la Vida. Algo
incognoscible que el hombre ha sabido objetivizar, ponerlo en fórmulas, en
símbolos; aunque fuera de la
Arquitectura, la Escultura y la Pintura, aún no ha sabido aplicar. Algunos han aprendido
a meditar a través suyo, que la
Vida deja en el mundo de las formas huellas ritmadas de su
paso, recuerdos de su propia Ley del Número.
Según Platón y los Pitagóricos, las nociones
de número, de razón y de proporción, nos llevan de una forma natural a las
nociones de ritmos y de armonías que de ellas fluyen orgánicamente. Para esos
grandes Gigantes de la gimnasia mental que fueron los griegos, la percepción de
las razones y las proporciones, se identificaba con la operación del juicio y
de la selección creadora, y mostraban que la Inteligencia en su
función de síntesis cognoscitiva y creadora, no sólo tiende hacia la armonía,
sino que es la Armonía
misma. Es por ello que pudieron ver que lo Bello, lo Verdadero y lo Bueno son UNO en esta concepción armónica del
Conocimiento y de la Vida.
Hay un cuarteto medieval que dice:
"Un punto hay en el Círculo
que en el cuadrado y en el triángulo se colocan.
¿Conoces tu ese punto? ¡Todo saldrá bien!
¿No lo conoces? ¡Todo será en vano!"
Ese punto es el Número de Oro del que la Vida
en forma de Espiral Logarítmica
fluye y se extiende por el Universo.
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