La Fuente
Iluminada
(Continuación)
Segunda Parte
La
Luz
fragmentada
Sobre el Trabajo Interior
Respetad las ideas ajenas para
que nadie sea herido. Que vuestra palabra vaya penetrando lentamente, con
suavidad, en las mentes de aquellos que necesitan despertar. Aprender del
ignorante a no caer en los mismos puntos que él. Mirar como la sabiduría se
esconde en el gesto más pequeño, y saber que aquello que dierais es lo que vais
a recibir cuando la Obra
sea concluida.
Ser la fuente de donde nace la
expresión que ha de manifestarse. La fuente fluye y ES en su propia naturaleza,
sin preguntar el por qué de sus aguas. Ser agua viva, ser fuente iluminada que
corra como un manantial inagotable hacia arriba y hacia abajo, que vuestra
energía corra a través de los mundos y de los planos, para que la idea divina
sea comprendida, aprendida y manifestada, como está decretado desde el
principio.
Luchar y vencer, mirar dentro
de vosotros, ahí está la clave de todo, pues el mundo entero está encerrado en
vuestro pecho. No rehuyáis del dolor, ya que el conocimiento trae unido a él el
dolor, pues no se puede aprender sin experimentarlo, ya que toda experiencia
real trae implícita en ella su parte de dolor. Apurar hasta el fin vuestra
copa, vivir todas las sensaciones, aprender de todas las vivencias.
Sacar las comparaciones, las
analogías, las síntesis de cada evento, y adjuntarlo todo a vuestro saber. Ello
llenará de luz vuestras conciencias pues, al comprender, la libertad de vuestro
pensamiento y de vuestra voluntad os llevará a los espacios abiertos donde los
límites se rompen y sólo existe la grandeza del auténtico ser como unidad
completa.
Loa pétalos de la flor
La flor de la Vida se abre ante vosotros y
cada uno de sus pétalos trae grabado un nombre y un símbolo. Las hojas se abren
y caen sucediéndose en su momento, y el aroma que desprenden inunda cada
instante de vuestras vidas. Las cosas que ocurren son impregnadas por este
aroma, que envuelve todo el acontecer.
El sentido de ello mismo no lo
llegáis a percibir, pero en realidad tiene su propósito y es necesario que sea
así. Puede decirse que es ya tal la trascendencia de los hechos, que si vuestro
sentido de comprensión de los mismos fuera claro, las analogías que se
desprenderían se mostrarían ellas solas ante vuestros ojos, haciéndoos ver esa
realidad mágica que os rodea.
Aprender de lo que se os está
dando, porque la magia de lo sublime está siendo depositada en vuestras manos,
y de vuestro buen hacer depende que crezca o que se disuelva en el éter de
donde surgió.
Alcanzar toda la trascendencia
de lo que ocurre en la vida,los moldes se están rompiendo de forma acelerada y
la bienaventuranza irrumpe con fuerza de torrente para llenar cada rincón de
vuestro ser. Subir por encima de todas las pequeñeces, de las tristezas, de las
cosa inútiles que guardáis como si fueran importantes y aprender a soltaros de
esas amarras que impiden que la fuerza de la luz os desprenda de ese lastre que
os ata a lo inútil.
Hacer de vuestra vida la flor
más bella que jamás haya existido. Abrir vuestros pétalos y resplandecer dentro
de vuestro propio ser. Alcanzar la presencia de lo eterno trascendido y
expresarlo dentro de los límites de lo mortal. Ser como la luz que rompe las
tinieblas, disolviendo en vosotros todo
aquello que os rodea que no es justo ni equilibrado.
Dar armonía a todo lo que
vuestra mano toque. Vibrar, alegrar, encender con vuestra sonrisa a todos los
que se os acerquen y entender que, por vuestro medio, es la mano de lo alto la
que toca la realidad y la que da a cada uno lo que necesita en ese momento
justo.
Las hojas van cayendo una
detrás de otra y cubren la tierra de un lecho de cosas vivas ya pasadas que hay
que olvidar, porque ya cumplieron su misión. Brotes nuevos nacen y son
atendidos para que de ellos surja la nueva semilla que tiene que desarrollarse,
para que el fruto nacido alcance su máxima expresión y sirva para aquello que
fue creado.
Alimentar en vosotros la nueva
creación, abrir todos vuestros canales, la mente, el alma, el cuerpo, todos los
sentidos, pues por ellos os llegarán las vibraciones que necesitáis para que se
desarrolle dentro de vosotros aquellas potencias que han estado dormidas hasta
ahora.
Los días marcados
Esperáis
que la vida discurra en un placentero devenir y no os dais cuenta de que ya no
puede haber lentitud en ese discurrir, pues el tiempo está siendo usado para la
rápida sucesión de lo que va a acontecer, y en ello mismo estáis incluidos
vosotros y vuestras vidas.
Ya arriba
están marcados los días que esperan al mundo. Llanto y dolor se avecinan, pues
el hombre ha perdido el sentido de su ser y como lobo despiadado desgarra los
cuerpos y las almas de aquellos que le rodean.
El mal y
el dolor tienen morada dentro de muchos corazones, y las razones de ese
sufrimiento están dentro de cada ser que no obedece a los impulsos de su propia
naturaleza. Todo tiene que ser destruido para que resurja de nuevo en un
nacimiento de luz, acorde con lo que tiene que vivir este planeta.
Todo el inmenso tapiz
¡Qué grandes cosas vienen a
vosotros¡ Si vuestras mentes pudieran mirar en el reflejo del éter y contemplar
todo el inmenso tapiz de acontecimientos que se aproximan, os quedaríais maravillados
de la complejidad y perfección de la obra divina.
Ahora, vuestras mentes,
encerradas en esos cuerpos densos, no pueden alcanzar el brillo intenso de las
energías que se agitan y rotan cuando el instante mágico surge y todo va
tomando forma Después, ya podréis contemplar este maravilloso universo divino y
vuestros espíritus, una vez recuperadas sus naturalezas superiores, podrán
integrarse como lo hacemos nosotros en este baile de la luz eterna en el que
nos sumergimos.
Sobre el plano astral
El astral es el campo en el que
la energía construye por sus propios medios y SI, se puede nacer en ese plano. Los polos de donde la energía se
desprende, aunque no sean conscientes, si están preparados para ello, la fuerza
que emanan es usada para construir aquello que se necesita, alcanzando mayores
logros.
No se debe de saber más. Lo
demás corresponde a aquellos que vigilan y cuidan de que el orden y la idea
vayan adquiriendo forma consecuente, sea en el plano que sea.
El Cuarenta
Las medidas en la observancia
de la Regla se
ajustan según sean los patrones que actúan en cada circunstancia, y debéis
comprender que todo obedece a las leyes que se encargan de regir los motivos de
la evolución en el plano físico.
Son cuarenta las veces que el
hombre tiene que aprender a desenvolverse en su medio. Son cuarenta las
iniciaciones que debe pasar para ir superando su propia evolución en el campo
de experimentación personal. Son cuarenta las veces que obran, que rigen, que
se dicen, que bajan y suben según se necesita y, sin embargo, no se acaba de
entender el por qué de todo ello.
La sabiduría se encuentra
encerrada en esta cifra. Los ciclos se repiten y cambian el mundo, pero el conocimiento
es el mismo sea el mundo que sea, porque la Obra es total y de la misma naturaleza, esté en
el espacio o en la idea realizada. Las órdenes son invariables, pero la medida
justa se da según sean las circunstancias de cada ser, en el momento en que se
encuentre de su camino personal.
Arriba ven y oyen y aplican la Regla en forma perfecta,
aunque aquí abajo no podáis entenderlo, porque vuestra mente no está aún
preparada para comprender la
Totalidad.
Ahora es tiempo de silencio
Alcanzar a
comprender los movimientos de vuestra conciencia, según se van afinando a la
percepción de lo que ocurre a vuestro alrededor. Los mecanismos son cada vez
más delicados y precisos, y es cuestión de sabiduría experimentar en la más
pequeña diferencia que se pueda encontrar dentro de un mismo hecho.
Ahora es
tiempo de silencio, de espera, de reflexión, de introspección de mente, puesto
que os debéis de alcanzar a vosotros mismos en un esfuerzo máximo. Mirar
vuestro presente con la serenidad que da la certeza de que vuestro pie está
firmemente apoyado en el camino correcto, y que vuestros pasos son oídos por
aquellos que escuchan vuestra voz, aún sin ser pronunciada.
(Continua)
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