viernes, 24 de mayo de 2013

Sobre el significadp de la Navidad 4



Giotto: Arriba "Nacimiento"; abajo "Adoración de los Reyes"


<ARTICULO PUBLICADO EN LA GACETA DE CANARIAS EL 22-12-91>

<PÁGINA>: LA OTRA PALABRA

<TÍTULO>: Sobre el significado de la Navidad.

 <Autor>: Alfiar
<CUERPO DEL TEXTO>:


 4.- LOS PERSONAJES DE LA NAVIDAD (1)

   
Las Escrituras Sagradas poseen dos sentidos de interpretación: uno interno y otro externo. Tras la literalidad de las palabras subyace oculta otra realidad, otro significado, otro conocimiento. Las Escrituras Sagradas están llenas de Parábolas, de historias, de alegorías, de mitos, que generalmente hacen difícil o contradictoria la interpretación de lo que allí se dice. Es como si el significado real del mensaje estuviera velado, cifrado. En realidad así es. En la Tradición Judía existe un sistema de interpretación de las Escrituras. Se llama Cábala. Sistemas semejantes existen para comprender los Vedas u otras Escrituras Sagradas. ¿A qué se debe este misterio? ¿Por qué no se dicen las cosas con claridad?
(...)


La Escritura llamada Sagrada es una escritura mítica y, como tal, encierra un sentido más elevado que el de la propia literalidad. Esta Verdad encerrada en las Escrituras debe ser percibida internamente. No puede ser asida sólo intelectualmente. Necesita de la comprensión. Y es justamente aquí donde surge la primera dificultad. El entendimiento literal de un hombre no es necesariamente igual al de su capacidad de captar un significado psicológico.

Cuando el mandamiento dice: No matarás, esto es un significado literal. Pero el precepto tiene un significado psicológico: No matarás en tu corazón. Se refiere a una actitud, a una comprensión o percepción interna que, no sólo afecta al plano físico, sino simultáneamente al plano emocional y mental, y se conecta a niveles más internos de la conciencia. Comúnmente se cree que todos podemos entender cualquier cosa con tal de que nos sea dicha. Pero esto no es así. La comprensión es algo que se desarrolla a lo largo de un proceso en el que el conocer y el sentir se ponen en contacto. No basta con que a uno le digan de que se trata algo para comprenderlo.

Comprender no es un acto mental, es una actitud psicológica.

Las Escrituras Sagradas tienen un propósito: transmitir un conocimiento y un significado más elevado, más consciente, por medio del conocimiento ordinario. La Parábola, desde su literalidad, tiene como objetivo proporcionar al hombre la oportunidad de acceder a otra comprensión. Los Evangelios hablan sobre la posibilidad de que el hombre pueda realizar una evolución interior a la que llama Renacer, nacer de nuevo. Esta evolución interior expresada en las palabras Yo soy el Camino... es una evolución psicológica y espiritual. Devenir en un ser con comprensión interna constituye un desarrollo psicológico y espiritual.

Dice la Tradición que se Es lo que se comprende. Es necesario observar el nivel de comprensión de un hombre para saber lo que es y no lo que aparenta ser. Esta realidad hace de los relatos míticos auténticos documentos psicológicos. Los Evangelios, por ejemplo, no se refieren a asuntos corrientes de la vida, salvo de modo indirecto. Parten de una idea central: el hombre es como una semilla capaz de crecer; y este crecimiento interior debe ser realizado por el propio esfuerzo. Nadie puede evolucionar por mí. Este esfuerzo afecta a nuestra comprensión y nos lleva a ser, no a parecer. Todos aparentamos ser buenos, justos..., sepulcros blanqueados.

El relato de la escritura tiene un objetivo: conectar nuestra mente concreta con nuestra mente superior. A este nivel superior de la Mente y del Corazón se le llama en la Escritura: VERDAD. La Verdad a que se refiere no es algo visible, aunque se nos presenta como si lo fuera. Esta Verdad está a un nivel superior de conciencia que el de la cotidianeidad. Y ese nivel superior está dentro de nosotros.

Nadie puede alcanzar este nivel superior de comprensión a menos que conozca, oiga y practique una Enseñanza acerca de ello. La práctica de esta Enseñanza nos hace nacer de nuevo. Es el primer paso del camino. Este camino es un Camino Iniciático. Este Camino se recorre en los actos de la vida cotidiana. Este Viaje nos lleva a Belén, porque allí hay un lugar secreto, escondido: una caverna, una gruta, un establo apartado de las cosas del mundo, un recinto en el interior de la superficie de las cosas. Ese es el lugar de la Primera Iniciación y de nuestro Segundo nacimiento.

Cuando nació Jesús, la estrella que estaba al Oriente, es decir, que estaba sobre el Meridiano, era Sirio. La Constelación de Orión, cuyas tres estrellas centrales señalan en la dirección de Sirio, eran llamadas por lo antiguos Los tres Reyes Magos. A la vez, la Constelación de Virgo, la Virgen, se elevaba en el Este. De esta manera, la línea de la Elíptica, la del Ecuador y la del Horizonte se unían todas en esa constelación. Extraña coincidencia que un hecho astronómico reproduzca en los cielos lo que al parecer acontece en la Tierra. Pero podemos profundizar aún más el misterio: la mayor y más brillante estrella de la Constelación de Virgo se llama Spica (Espiga). Espiga que en las representaciones marianas sostiene la Virgen. Pero he aquí que Belén significa Casa del Pan. La Constelación de Virgo la forman tres estrellas en forma de copa. ¿El Grial que contiene el misterio de la Vida? ¿El Verbo hecho carne y sangre?

¿De dónde surgen estas signos? ¿Quién estableció los significados y simbolismos unidos a ellos? ¿Por qué el Zodiaco egipcio de Dendera (hay quien dice que es de inspiración atlante), señala el hecho de que el Hombre de los Cielos llegará en el Signo de Picis, signo que está en oposición a Virgo? ¿Por qué Picis es el signo de los Salvadores que vienen al mundo?

Lo que nace en Virgo se transmuta en Picis, dice la Astrología. Asociados a Virgo, en el mismo cuadrante celeste, hay tres constelaciones:

  • COMA BERENICE: que significa "La mujer con el Niño".
  • CENTAURO: el símbolo del hombre en los Antiguos Mitos, porque el hombre es un animal más un dios.
  • BOÖTES: que significa "El que viene".

¿Es coincidencia que en los cielos esté escrita la historia de un Niño nacido de una Virgen, que lleva una espiga en la mano como símbolo, que nazca en la Casa del Pan (Belén), que sufrirá y que es algo que viene de lejos y trae el Alimento de la Vida?

¿Por qué el Libro de los Cielos contiene la Eterna Verdad que sólo es visible para aquellos que son Magos y tienen ojos para ver y una intuición lo bastante desarrollada para comprender?

Se nos cuenta que en la Biblia, la venida del Mesías había sido profetizada desde antiguo. Pero he aquí que la profecía también aparece escrita en la Bóveda Celeste ante la mirada atónita de los hombres que miran al cielo sin comprender. ¿Por qué diría el Salmo 19: "Los cielos canta la Gloria de Dios y el firmamento anuncia la Obra de Sus manos"?

Virgo asciende en el horizonte. El que se va a convertir en un Hijo de Dios nace en la Casa del Pan y, arriba, Sirio, la estrella sagrada de los egipcios, señala el hecho a otras tres estrellas llamadas los tres Reyes Magos. He aquí un hecho que aconteció a la vez en los Cielos y en la Tierra.

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